Ahora que el héroe reposa, el mundo le debía al maestro un último favor: reeditar su “Concerto for Group and Orchestra” de 1969. En su día nadie, absolutamente nadie llegó a entender lo que se le pasó por la cabeza al gran Lord, pero el tiempo le ha dado la razón. El trabajar con orquestras dentro del mundo del rock, a día de hoy, es el pan de cada día. Y hasta los discos orquestales ya no son ninguna rareza. Rage, Scorpions, Metallica, Dimmu Borgir, Rhapsody… Todas las bandas potencian s sonido y rizan el rizo con arreglos orquestales. Pero la primera piedra la puso Lord. Repito, nadie quiso o pudo entenderlo en su día. También estaba el otro genio compositivo de Purple: Blackmore, que empujó hacia los sonidos más duros y se hizo con el liderazgo de la Púrpura Profunda. Sino, Purple hubiesen sonado más como Lord.

No es un disco que haya envejecido bien tampoco. Y a muchos se nos hace correoso y de difícil digestión. Pero se obró el milagro, y un tal Marco de Goeij rehízo todas las partituras para alegría de Lord (estaban perdidas). A finales de los 90 este proyecto volvió a ver la luz, incluso con Dio cantando de invitado Unos shows que llegaron a España incluso. Pero esta vez incluso mejora lo que se hizo en esos días. Aquí están Bruce Dickinson, Kasia Laksa, Joe Bonamassa y Steve Morse entre otros. Han tenido el detalle, eso sí, de reescribir muchos de los solos de guitarra. Algo que ha actualizado el sonido. También el larguísimo solo de batería aquí se ha visto bastante reducido. Otro gran acierto, la verdad.

El disco es solemne y se agradece mucho que se hay apuesto al día. Está dividido en tres movimientos. El primero es instrumental en su totalidad y muy introductorio. Juego de intensidades, cumbres y valles y en el que la orquesta posee todo el protagonismo. Se juega con los silencios y los volúmenes. Posiblemente para los más rockeros es la pieza menos atractiva. En la segunda parte la cosa se anima con Kassia Laska a las voces y con mucho mayor protagonismo de la banda de rock. Bonamassa deja patente su calidad y Dickinson irrumpe con toda su fuerza. La verdad es que está bien escucharlo en terrenos mucho más alejados de lo que hace con Maiden. Gran fichaje del gran Lord. En la tercera parte toma las riendas el Hammond del divo en la que es la parte más corta, poco más de 10 minutos, pero posiblemente la más espectacular de todas. Gran momento de duelo entre orquesta y Hammond. Música expresiva y descriptiva.

El famoso “Concerto for a Group and Orchestra” supone el epitafio de Lord. Un proyecto vital que cuando pudo devolvió a la vida y por el que luchó durante tanto tiempo. Posiblemente fuera la obra de la que estuvo más orgulloso, y no es para menos, pues anticipó el futuro décadas antes. Cuentan que en su día ni los músicos de la orquesta ni los propios Purple llegaron a entender, por eso el resultado en su día quedó como quedó. El valor y el cariño que la gente tiene al original hará siempre que ese sea el disco definitivo pero… para jóvenes generaciones o para los que se les atragante esa obra quizá sea mejor esta. Sin duda alguna este disco es el mejor homenaje para alguien a quien la escena rock y la música en general le debe mucho.

Jordi Zelig Tàrrega

Grupo:Jon Lord

Discográfica:Ear Music

Puntuación:9

Canciones:

  1. Primer movimiento (Moderato – Allegro)
  2. Segundo Movimiento (Andante)
  3. Tercer movimiento (Vivace – Presto)

Año:2013