CommonWealth: Everyone Around Me

Muy buen sabor de boca el que produce el debut de CommonWealth con “Everyone Around Me”, un trabajo directo pero quizás demasiado compacto, excesivamente homogéneo, en el que cuesta encontrar una variedad de matices e ideas que les hagan brillar aún más. Calidad les sobra, y buenas canciones también, pero quizás se echa un falta que den el paso para salir de su zona de confort en más momentos.

Con apenas un par de años a sus espaldas como banda los californianos CommonWealth editan su primer disco, “Everyone Around Me”, compuesto por once cortes de rock alternativo plagado de emociones y sentimientos que recogen las influencias y elementos de estilos como el post-hardcore o el pop-punk. Tres sencillos han sido la carta de presentación para llegar hasta aquí y todos ellos han sido recogidos en este trabajo, honesto, melódico y lleno de energía que son el perfecto altavoz para todas sus inquietudes políticas y sociales, reflejadas en cada una de sus letras.

Despliegue emocional a base de rock

El primer corte, “Fear”, ya lo escuchamos hace apenas un mes y recoge todos los ingredientes que forman la receta del cuarteto. Sonidos atmosféricos, emotivos y un sentido estribillo al que Tyler St. Clair pone su melódica a la par que rasgada voz. “Lost” imprime mayor velocidad, especialmente por lo que respecta a la base rítmica ejecutada por el bajo y la batería de Richard Friedrich y Bryce Evenson, respectivamente, pero mantiene intacta su esencia cocida a medio fuego, sin prisa pero sin pausa.

En los versos de “Runaway” Tyler aporta su tono de color más cálido, sin renunciar a la potencia, y con un estribillo muy pegadizo, sencillo y comercial, pero de lo más guitarrero. Antes de llegar a “Happy” ya hemos pasado por otras emociones como el miedo o la pérdida, así que como su propio nombre indica aquí sube la intensidad en busca de una mayor positividad que nos empuje a saltar, bailar y cantar. Y no fallan.

“Fathers” fue la canción con la que CommonWealth se dieron a conocer al mundo, y no es precisamente casualidad. Esa continua melodía y atmósfera que rodean a sus composiciones es fácilmente reconocible aquí, así como la fuerza y la agresividad con la que en ocasiones despiertan de ese letargo, especialmente en sus estribillos.

Más cálida y pausada suena “Taxi”, el tema más breve del disco que posee una línea más cercana al pop, con un registro vocal suave y los arpegios de la guitarra de Brett Chiodo. Como es habitual en ellos, hay explosiones eléctricas en algunos compases de su estribillo, marca de la casa. Recuperan la fuerza de anteriores cortes con “Neglect”, siempre sin alejarse demasiado de sus estándares ni forma de componer pero firmando, de nuevo, una notable canción de esas que entra fácilmente tras una primera escucha.

Recuperando sus sencillos

Para los que ya conozcan a la banda “Vinyl” no será ninguna sorpresa pero es de agradecer que aparezca en su primer larga duración. Poco podemos aportar sobre el tema que no se haya dicho ya y es que tienen muy claras sus ideas e intenciones. No se mueven un ápice de su sonido con “Reckless”, algo que puede verse por un lado tanto negativo como positivo, pero para ser justos podríamos decir que es uno de los cortes donde meten más carne y garra en el asador.

Tyler St. Clair experimenta con los registros más rasgados de su voz en “Wilt”, siempre buscando esa sensibilidad tan suya durante los versos para dinamitar el tema con la llega del estribillo, en donde se dejan llevar y ofrecen su mejor versión. Se despiden con “Unbalanced” que, a pesar de su título, está perfectamente equilibrada en lo que es el disco, con un tempo pesado, denso, pero de ritmo in crescendo que culmina por todo lo alto.

Muy buen sabor de boca el que produce el debut de CommonWealth con “Everyone Around Me”, un trabajo directo pero quizás demasiado compacto, excesivamente homogéneo, en el que cuesta encontrar una variedad de matices e ideas que les hagan brillar aún más. Calidad les sobra, y buenas canciones también, pero quizás se echa un falta que den el paso para salir de su zona de confort en más momentos. Ojalá les podamos ver pronto en directo por aquí y comprobar si son capaces de hacernos llorar de emoción tal y como lo consiguen en estudio. Habrá que seguirles la pista.