Leprous: Coal

Propuestas como las de LEPROUS son las que se agradecen en la música. De esos grupos que han sabido captar la atención a base de un estilo que sorprende, que atrae y que cala hondo en quien sabe apreciarlo como se merece. ‘Bilateral’ fue su tercera obra, y se coronó como uno de los mejores discos de 2011 por derecho propio.

Esteban Portero publicó recientemente una interesante entrevista con su teclista y cantante, Einar Solberg, donde dejaba claras las premisas del grupo noruego: no hacen música para cumplir las expectativas de nadie. Por ese mismo motivo, arriesgan con ‘Foe’ para abrir. Repetitiva y simple instrumentalmente, es en la riqueza vocal donde radica su secreto, con un final épico y casi angelical, si es que se puede decir eso de una banda como LEPROUS. ¿A qué banda se le puede ocurrir empezar un disco así? Pues a ellos. Tras una “intro alargada”, como Solberg dice de ella, van a terrenos más duros en ‘Chronic’ (sobresale la parte instrumental de su segunda mitad), donde ya empiezan a intercalar voces rasgadas, y aparecen los cambios de ritmo y aceleran su sonido para meternos de lleno en ‘Coal’; tanto el disco como el tema que lo da título. Contrasta la sobriedad y el aire más oscuro y progresivo; en su variedad está el gusto, con un ritmo machacón de Ørnes Andersen haciéndose protagonista en varios momentos. Aunque si de contrastes se trata, ‘The Cloak’ se lleva la palma, sumergiéndonos en pasajes más ambientales de la mano del piano inicial (en la mencionada entrevista nos decían que fue compuesta así originalmente, piano/voz), con retazos de los demás componentes en un segundo plano hasta incorporarse al primero a mitad de tema, marcándose un final bello in-crescendo. ‘The Valley’ continua de manera acertada ese lado más íntimo y melancólico, alternando con partes más experimentales y cercanas al metal, jugando con todos tipos de cambio y siendo la melodía de voz el hilo conductor.

Tras un tema que roza los diez minutos, se vuelven a simplificar a todos los niveles con ‘Salt’, que marca más un interludio (con voz) hacia la parte final. Primero, con ‘Echo’, otra pieza larga donde los arreglos atmosféricos cobran un mayor protagonismo, un tema para cerrar los ojos y transportarte a un estado de calma y tranquilidad; si la consiguen llevar a su directo, será una delicia). Pero ese estado de paz lo rompe por completo ‘Contaminate Me’, para la que guardan su mayor dosis de agresividad; llama la atención su duración (otra vez superando los nueve minutos) y en la que vuelven a contar con Ihsahn (EMPEROR), igual que hicieron en el pasado con ‘Thorn’; bien la podían haber diferenciado en dos cortes distintos, ya que un interludio mareante a medio tema desemboca en algo que bien podría haberse tratado de una outro. Pero LEPROUS no están atados a ningún tipo de regla. Ya nos han visitado como teloneros de otras bandas, pero habrá que ver de qué son capaces en su propia gira. ¿Lo malo? Tener que esperar hasta octubre para comprobar de primera mano cómo defienden en directo uno de los discos del año.