Centinela: Claustrofobia

A estas alturas cabe considerar a estos albaceteños como una de las realidades más interesantes del panorama metálico nacional. Puede que hayan perdido algo de frescura y factor novedad de SANGRE ETERNA o del LA NUEVA IRA pero su evolución como músicos es sólida si bien algo reiterativa en el estilo con el que les vimos nacer. Pero bueno, tampoco es que eso sea algo malo ni mucho menos, pues a pesar de practicar un heavy metal muy estándar han conseguido lo más importante, definir un estilo propio y que cuando suenen sepas al instante que se trata de Centinela.

Heavy metal en estado puro, guitarras cortantes, agudos espectaculares, solidez y una base rítmica atronadora son algunos de los ingredientes con los que juega, y bien, el quinteto. La verdad es que enseguida os vana a venir a la cabeza los Judas Priest del PAINKILLER, en algunos momentos los Saratoga en la etapa de Leo a las voces o a los Ángeles del Infierno más duros. Es un disco que no entra tan directo como sus antecesores pero que escucha tras escucha atrapa pues hay varios estribillos para el recuerdo, buenas letras y una contundencia y un tratamiento netamente heavy metal en el sentido más puro del término. La producción de Lars Ratz de Metalium ha ayudado en buena parte, pero desgraciadamente el sonido general del disco sigue estando algo por debajo de lo que se estila fuera de estas fronteras. Si esta banda gozara de un sonido como el que suelen disfrutar Primal Fear en estudio el disco subiría otro peldaño más.

Pero aparte de los peros que podemos achacarles hay que recordar que esta gente esta abocada a una serie de cambios como son su independencia del sello Avispa y del cambio de guitarristas, que a pesar de ello no afectó a la hora de grabar dicho disco. Cortes como “Escribiré” (gran estribillo) o “Vuelvo a crear” son muy definitorias de su estilo, agresivas, con unas guitarras que echan chispas, con riffs muy trabajados y la gran voz de José Cano. Dicho cantante tiene uno de esos vozarrones agudos y personales de los que o te encanta o directamente odias, pero más allá de los gustos personales, y en su estilo, es una de las mejores gargantas del panorama nacional, y de largo. Personalmente destaco “Tiempo de conquistar”, con un inicio a lo Maiden pero que deambula por caminos más afines a los que marca el combo en este disco.

Es en “Háblame” cuando dan un respiro justamente al llegar al ecuador del compacto, balada en acústica, muy relajada y con un Cano que deja de lado sus registros agudos para brindarnos el tema más personal del compacto. “Sin llegar a dudar” la podemos calificar como medio tiempo pues levanta el pie de un acelerador que se pisa a fondo a lo largo de todo el disco, pero puede que sea de lo menos destacable del compacto. Queda demostrado pues que en terrenos más delicados la banda se defiende perfectamente. “Sólo un respiro” tiene un riffeado más a lo sonido Göteborg, ciertamente logrado y con unos cambios de ritmo atractivos y logrados en los que destaca la labor de Miguel A Moreno en la batería. Y finalizando el compacto “Cerca de mi” apunta para clásico con ese riff y coros de apoyo a la labor de Cano en los agudos. Pero si hay que elegir un futuro himno para sus próximas descargas

Puede que esta vez los albaceteños suenen más netamente heavy metal pero vaya, dudo que lleguen a defraudar a ninguno de sus muchos seguidores pues siguen siendo fieles a sus inicios. Hay madurez, calidad y un sinfín de cortes demoledores ideales para dejarte el cuello y alzar los cuernos al cielo. Aunque le tengo mucho cariño a su ópera prima… es CLAUTROFOBIA, hasta la fecha, su mejor disco; y viendo el estado de gracia del grupo (por lo menos en estudio) Centinela deberían llegar a ser un referente ineludible del heavy metal nacional contemporáneo. Discazo, la única queja es que ha desaparecido su habitual mascota de la portada, ¡esperemos que su Eddie particular vuelva a sus carátulas en próximas entregas armado con metal albaceteño!