Vanden Plas: Christ .0

“El bien es lento porque va cuesta arriba. El mal es rápido porque va cuesta
abajo”. Alexandre Dumas (padre).

Muchos son los que consideran “El Conde de Montecristo” como la historia de
venganza más leída, más redonda, y más cinematografiada del mundo, y, por supuesto,
uno de los credenciales que más ha perdurado a lo largo del tiempo por parte
de su autor, Alejandro Dumas, francés de nacimiento quién supo darle a esta
novela una serie de ingredientes mágicos para un brebaje que se toma en frío,
la venganza como protagonista e hilo conductor. Curiosamente, Francia es uno
de los países donde el tristemente bajo índice de popularidad de VANDEN PLAS
suele subir levemente, sin contar con la reputación que gozan en su Alemania
natal. Y es que esta banda nunca las ha tenido todas consigo. Injustamente
en multitud de veces, no son pocos los plumillas de turno que afirman a la
ligera que VANDEN PLAS han tomado influencias de DREAM THEATER, banda pionera
dentro del mundo del metal progresivo. Remitámonos a los datos: los alemanes
grabaron su primer single autoproducido “Raining In My Heart” en 1986, el mismo
año en que se formó la banda. Los norteamericanos pasaron de llamarse MAJESTY
(donde grabaron varias demos que dudo que se editasen en Europa y llegasen
a los oídos de VANDEN PLAS) a DREAM THEATER un año antes, y publicarían su
primer single “Afterlife” en 1989. Es decir, nadie toma prestado nada de nadie,
simplemente son coetáneos en el tiempo, al igual que FATES WARNING o QUEENSRYCHE,
donde este último sí que fue el primer grupo que se formó por muy pocos años
de diferencia.

Aún grabando varios demos, Eps, o singles a mediados de los 80, no verían
VANDEN PLAS su primer disco publicado hasta 1994. “Colour Temple” llamó la
atención a los seguidores del metal progresivo (género no muy definido en su
tiempo, ya que hay quien etiquetaba a las formaciones del estilo como thrash
sinfónico y demás nombrecitos de poca trascendencia), al ser una banda técnica
al mismo tiempo que no dejaban melodías naufragas sin cierto toque metálico.
Eso sí, el vocalista Andy Kuntz era su talón de Aquiles, tendría que mejorar
en muchos aspectos; sus agudos, reconozcámoslo a toro pasado, no terminaban
de convencer. Al igual que el resto de la banda, éste mejoró paso a paso. Pasos
cortos y lentos, pero firmes y precisos. Muestras de ese crecimiento constante
son sus siguientes trabajos en estudio, “The God Thing” (sin contar “Accult”,
disco de rarezas, algún que otro tema nuevo y versiones), “Far Off Grave”,
y ya consolidando su calidad en altos niveles, “Beyond Daylight”. Pero el gran
paso, el de gigante, el que les llevaría a una primera división, aun dotando
de un más que notable nivel sus últimos trabajos, estaba por dar, y que duda
cabe que lo han conseguido con su quinto disco de estudio en 20 años, “Christ.
0”, obra conceptual cuya lírica se basa en la famosa novela citada líneas más
arriba.

Podríamos resumir afirmando que “Christ. 0” es el mejor disco que ha grabado
VANDEN PLAS hasta la fecha. Así de simple y con eso bastaría. El más completo,
el más cuidado, y en definitiva, el más ambicioso con el que han alcanzado
un gran resultado. Los de Kaiserslautern dejan bien claro que su técnica se
usa a favor de lograr una canción redonda, con sentimiento y libre de la típica
frialdad del metal progresivo. Explotan todas sus cualidades, ya sean guitarras
acústicas y teclados orgánicos (Stephan Lill y Günter Werno no paran de sorprendernos
en cada pista) en la preciosa “Silenty”, como con imaginativas líneas de bajo
que toman el testigo del primer plano en “Wish You Where Here” o “Shadow I
Am”, este último, uno de los temas más completos, con increíbles solos y punteos
de guitarras, y con una aceleración final de sonoridad cruda inesperada. Así mismo
no pierden VANDEN PLAS el rumbo cegados por espirales de tecnicismos y en cada
tema exponen estrofas y estribillos en más de una ocasión pegadizos, que se
hacen acompañar de un Andy Kuntz irreconocible por su gran labor vocal. Aunque
con su último disco capitaneando el proyecto ABYDOS ya nos avisó de su gran
estado de forma, no hay color si realizáramos un ejercicio de estadística comparativa
entre “Colour Temple” y este “Christ. 0” a nivel vocal. También a destacar
la calidez que imprime en la balada “Fireroses Dance”, tema cargado de emotividad
con excelentes colchones de cuerdas que consiguen una insuperable ambientación
en un primer trayecto, tornando a un medio tiempo con melodías de guitarras
que gozan de una profundidad exquisita.

VANDEN PLAS no han reinventado su fórmula, siguen en sus quince pero con un
plus de madurez como bien demuestran en cortes como “Somewhere Alone In Dark”.
Temas rápidos, con cambios de ritmos y  teclados omnipresentes sin perder agresividad
y su toque de distinción inundado de clase y maestría. Metal progresivo en
estado puro. Como cierre, la elaborada “January Sun” y la relajada “Lost In
Silence”(al igual que todos los cortes, destacables y necesarias para alcanzar
tan magno resultado) nos hace saber que la función ha terminado, y que “Christ
0.” puede presumir de un estatus de imperecedero. Para rematar la faena por
todo lo alto, en una edición especial de primera tirada nos ofrecen VANDEN
PLAS como regalo, una versión de “Gethsemane”, perteneciente a la BSO de Jesuscristo
Superstar. De nuevo el estado de forma vocal de Kunt es espasmódico, aunque
a nivel personal, la interpretación de Ian Gillan cuando todavía podía cantar
esta canción hace tiempo atrás en plena facultades, no es comparable.

Es una incógnita si VANDEN PLAS seguirán encontrándose en un segundo plano,
sin el reconocimiento que se merecen, que por lo visto, siempre ha sido de
forma lenta. Lo que si ha quedado claro es que “Christ 0” es de lo mejorcito
que el metal progresivo nos ha ofrecido en este año. Poco más que añadir.