Chickenfoot: Chickenfoot

Escéptico que es uno ante gran número de grandes noticias que este mundo del rock / metal genera, tomé con cautela el anuncio tiempo ha de la creación de CHICKENFOOT, “super-band” de rock formada por los ex VAN HALEN Michael Anthony y Sammy Haggar, Joe Satriani (SATRIANI) y Chad Smith (RED HOR CHILI PEPPERS). Sin embargo, más allá de los nombres, son los resultados musicales tanto en estudio, ventas como escenario, los que deciden la posición que los grupos merecen. Es por esto por lo que el homónimo debut de los americanos está llamado por derecho propio a ser uno de los mejores discos del año sin paliativos.

La unión entre estos cuatro músicos a simple vista podría parecer extraña. Dos músicos provenientes de formaciones hard rockeras, un virtuoso de la guitarra y un excepcional batería proveniente de una de las bandas de moda en las listas de éxitos pop (pero con consabida afición hard rockera), como es Chad Smith. ¿Qué puede salir de aquí? Pues mucho, y muy bueno. Son muchos los detalles a destacar de “Chickenfoot”, pero me van a permitir que arranque con unas líneas de honor a algo que generalmente no se le da mucha importancia, pero que en este caso bien lo merece, como es la portada. Aún con el riesgo de quedar como inculto, diré que una portada semejante no la había visto nunca antes. A simple vista se aprecia el logo de la banda, el símbolo, y un fondo negro. Pues bien, dicho fondo negro está impreso en tinta termo crómica, esto es, un tipo de tinta no tóxica que cambia su estado aparente en temperaturas entre 84 grados F y 29 grados C. Cuando esto ocurre, generalmente estimulada por el contacto con un cuerpo (por ejemplo el dedo pulgar presionado), se vuelve transparente y deja ver lo que sería una segunda portada, que muestra imágenes de los músicos tocando. Cuando la temperatura se sale del mencionado rango, la tinta vuelve y lo vuelve a cubrir todo de negro. Importante recalcar que tan solo las primeras ediciones del disco fueron impresas en este formato.

Tras la fabulosa portada, un contenido sobresaliente. CHICKENFOOT nos presentan auténtico revival del rock setentero más electrizante y americanizado. Cada músico encaja a la perfección con el otro y juntos forman un combo perfectísimamente engranado: las bases en su justa medida, sin grandes alardes pero con una eficacia desmesurada, la guitarra de Joe sabe a la perfección su papel, y tan solo se deja al virtuosismo en contados solos, manteniendo el tono sin destacar sobremanera sobre el resto con grandes riffs y guitarras rítmicas, y por último la voz, una delicia por obra y gracia de Mr Sammy Haggar, poco que decir que no se haya dicho ya mil veces antes. CHICKENFOOT no suenan a “super-band”, entendido el concepto como banda en la que cada músico trata de destacar sus consagradas habilidades por encima de las del otro, sino que suenan a bandaza de rock con temas impresionantes, con producciones cristalinas y envidiables y unas ideas que, sin ser realmente originales, siguen funcionando a las mil maravillas en los tiempos que corren. Quizá no tenga mucho sentido comparar su música con ninguna otra, pero si tuviera q mencionar un grupo al que pudieran recordar de los que componen el panorama actual, por su “remembering” al rock setentero y ochentero y grandísima calidad, probablemente serían THE ANSWER.

Los temas no responden sino a los esquemas clásicos del rock de toda la vida. Lo más extraño del disco me atrevería a decir que es el tema de inicio, “Avenida Revolution”, con aires de misterio y de las más largas del trabajo. Aún así destaco el desgarro vocal del genial Sammy, sobre todo en la parte final del tema. El grosso de temas responde a un rock como dije de corte americano, a veces con tintes sureños como es el caso de “Sexy Little Thing”, otras veces de corte más comercial, como el primer single “Oh Yeah”, o incluso casi fiestero, com o ”Get It Up”, en la que CHICKENFOOT nos estimulan con sus coros en perfecto castellano coreando: “¡Arriba!”. Partes de jam en la que quizá sí se entrevea más el virtuosismo de los integrantes se pueden oír en “Dawn the Drain”, corte muy THE ANSWER, así como el desenfado y el buen rollo se nos vuelven a inspirar en “Turnin’ Left”. Por supuesto tenemos un medio tiempo, bueno, o algo que se le parece, que es “My Kinda Girl”, con sus bonitos coros y destacables solos. También y como era de rigor, la balada llega de la mano de “Learning to Fall”, en la que la guitarra de Joe se erige como una segunda voz que hace de solista y corista al unísono. Soberbio tema. Para cerrar el disco, “Future In the Past” es el tema más largo del disco, un buen final, simplemente.

No dejéis que las suspicacias os alejen del auténtico discazo que es ”Chickenfoot”. El mundo del rock está de enhorabuena, no solo por el hecho del matrimonio entre estos cuatro colosos del rock and roll, sino por el redondo aporte que se han marcado con su debut, un auténtico homenaje al género y algo por lo que seguir creyendo en el negocio y concretamente en el tema de las reuniones de músicos, bandas clásicas etc. Un trabajo que de haber salido hace 25 años estaríamos reseñando ahora como uno de los grandes clásicos del rock sin ningún género de dudas. De lo mejor del año.