Para muchos, el día en que Stefan Elmgren y Joacim Cans se conocieron en una
escuela de músicos de Estados Unidos debería ser marcado en el calendario por
sus connotaciones trágicas, similares a la muerte de Kennedy o el lanzamiento
de la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki.  Para otros, estudiar la discografía
de HAMMERFALL y los solos de Oscar Dronjak debería ser asignatura obligatoria
en educación primaria, por encima de matemáticas y similares. Lo que está claro
es que en el caso de HAMMERFALL no hay término medio: o te encantan o los aborreces.
También contribuye el hecho de que en los últimos siete años no han dado tiempo
ni de respirar, con la excepción del pequeño “break” que tuvieron entre la edición
del directo “One Crimson Night” y este nuevo “Chapter V”. Pero en medio hubo
disco en solitario de Joacim Cans, con lo cual el descanso fue breve.

Sin situarme en ninguno de los dos terrenos mencionados anteriormente, he de
admitir que HAMMERFALL son buenos en lo que hacen. Han cogido la esencia de
bandas clásicas de Heavy Metal puro como ACCEPT, IRON MAIDEN y JUDAS PRIEST
y no se han molestado en absoluto en innovar sobre ellas. Y el tiempo les ha
dado la razón, pues el público heavy (al menos, el grueso más destacable) no
gusta de medidas innovadoras. Han vendido cientos de miles de discos en Europa
y han conseguido una base de seguidores de la que pocas bandas aparecidas en
los últimos diez años pueden alardear. Y pese a que a mi o a ti te gusten HAMMERFALL,
los hechos son simples: cobran por lo que hacen, y cobran bien. Tu opinión o
la de éste crítico no cuentan, pues la gente da la razón cuando paga por el
disco o por la entrada del concierto. HAMMERFALL pueden estar contentos.

“Chapter V: Unbent, Unbowed, Unbroken” sigue la línea que trazaron más claramente
con “Crimson Thunder” y que se comenzara a perfilar con “Renegade”. Se han querido
desmarcar del Power más infantil que se hizo popular a principios del nuevo
milenio y han buscado acercarse más a las bandas clásicas como las arriba mencionadas.
Hay algún momento sorpresivo, como por ejemplo el duelo entre teclado (¿?) y
guitarra en “Secrets”, con una clara reminiscencia al sonido típico de RHAPSODY.
En “Fury Of The Wild”, Joacim Cans se supera a sí mismo con una línea vocal
que de tan aguda parece interpretada por un joven Bruce Dickinson –salvando
las diferencias.

“Born To Rule” suena a “Balls To The Wall” por los cuatro costados. Lo que
parece una referencia simpática a ACCEPT se comienza a convertir en una constante
en los últimos dos discos de la banda. Si yo fuera el señor Udo Dirkschneider
les metía un pleito del tamaño de Nueva Zelanda y me ahorraría de reunir a ACCEPT
para pagarme la jubilación…

Algo menos común es la bagatela acústica titulada “Imperial”, la cual solo
se ve rota por la puñetera manía que las compañías han adquirido en los últimos
años: insertar mensajes aleatorios en las copias promocionales de los discos.
En este caso Joacim Cans nos recuerda que él es Joacim Cans y que estamos escuchando
una copia promocional del nuevo disco de la banda. Gracias, no lo sabía.

Como sorpresa, la banda ofrece un tema de mas de doce minutos para acabar el
disco titulado “Knights Of The 21st Century” el cual, para ser sinceros, es
pesado como el solo. Parece que la intención fuera alargar un tema innecesariamente,
en lugar de juntar un montón de ideas y darles salida en un tema que incorporara
cambios múltiples, como suele pasar en estos casos. Eso si, el primer minuto
del tema se lo come una intro absurda de un señor gritando “The Prophecyyyyyyy”
y gruñendo cosas varias. Debe ser mi subconsciente después de haber escuchado
el disco entero.

Sergi Ramos

Grupo:Hammerfall

Discográfica:Nuclear Blast / Mastertrax

Puntuación:7.1

Canciones:

    1. Secrets
    2. Blood Bond
    3. Fury Of The Wild
    4. Hammer Of Justice
    5. Never Ever
    6. Born To Rule
    7. The Templar Flame
    8. Imperial
    9. Take The Black
    10. Knights Of The 21st Century

Año:2005

Votación de los lectores:7.15