Jon Lord: Celebrating Jon Lord DVD

Puede que para muchos rockeros la primera parte se les atraviese, pero precisamente fue la voluntad de Lord hacia la música clásica lo que dio el paso a que Deep Purple fuera una banda especial. La lucha y tensión constante entre Blackmore y Lord, entre el rock duro y lo clásico orquestal, y el hecho en que ambos cedieran en momentos determinados es lo que hizo de Deep Purple algo único. No se pude despedir mejor a un mito como Jon Lord.

Hace ya varias décadas se instauró la bella tradición de despedir a los grandes músicos que ya no están con nosotros como merecen. Todos recordamos el de Freddy Mercury y espero poder ver algún día el de Phil Lynott, pero para Jon Lord, el eterno teclista de Deep Purple, hacía falta algo realmente grande. De entrada se optó por el Royal Albert Music Hall, su feudo. Allí Jon dio rienda suelta a su amor por la música clásica y cometió la sonada idea de unir a una banda de rock con una orquesta componiendo todo un disco para tal propósito. Ahora ya es algo muy habitual… en esos tiempos casi nadie lo entendió. El elenco de estrellas que suben a escena es demencial. Bruce Dickinson, Glenn Hughes, Paul Weller, los actuales Deep Purple, Phil Campbell, Micky Moody, Bernie Marsden, Rick Wakeman… Se echa de menos a Dio, pues siempre colaboró con Lord y seguro que hubiera estado allí. Supongo que ambos vieron juntos este magnífico concierto desde arriba. Muchos echaréis de menos a Ritchie Blackmore, pero el hombre de negro sigue en su mundo y declinaría la invitación si es que llegó a recibirla. Como no podía ser de otra manera, Paul Mann conduce la orquesta.

Este bellísimo material abarca dos DVDs divididos en una primera parte orquestal en la que se destaca al Jon Lord compositor, una segunda parte en la que nos acercamos al material de la era Purple con la formación de Hughes y Coverdale y un final con los Purple al completo apoyados por la orquesta. El mítico presentador del programa de la BBC The Old Grey Whistle Test da comienzo a la fiesta confesando su admiración y amistad por el héroe caído y da paso a Ian Paice y esposa, que entre lágrimas leen una nota de agradecimiento a los fans y a todos los presentes. Excelente Steve Balsamo a las voces y ese pique de violín (Anna Phoebe) y guitarra (Moody). Campbell sale con su destartalada guitarra y Margo Buchanan realza “One from the Meadow”. Preciosa queda “Bourreé from Sarabande”, con ese regusto oriental con todos los músicos levantándose y sentándose en momentos concretos. En “Afterwards” aparece como narrador el actor Jeremy Irons.

Los fans más rockeros disfrutarán especialmente los dos tramos finales. Espectacular el nivel de carga emotiva en “Soldier of Fortune” (otra vez Balsamo, con Sandi Thom) pero es cuando aparece Glenn Hughes cuando las cotas de magia se elevan. “You Keep on Moving” y “Burn”, junto a Bruce Dickinson, maravillarán a todos los que las vean. Tremendo Paul Weller con esa sección de viento en la optimista “Things Get Better” o a Hughes haciendo volar su voz en “This Time Around”. Tremendo final con los Purple al pleno. Se agradece que hayan aparcado la cansina “Smoke on the Water” y hayan metido joyas como “When a Blind Man Cries” o la sinfónica “Uncommon Man” y el “Above and Beyond” de su nuevo disco. “Perfect Strangers”, “Lazy”, “Black Night” y “Hush” son un fin de fiesta espectacular.

Destacar sobretodo la solemnidad que da el Royal Albert Hall. Y es que desde que pude entrar en el Radio City Music Hall de Nueva York que ando maravillado con estos emplazamientos-templos míticos. Las tomas en traveling desde el techo muestran toda la belleza del recinto y son el mejor telón de fondo para unos músicos tocados en la fibra sensible y que dan lo mejor de si sin buscar su cuota de protagonismo. Parlamentos, recuerdos y elogios para Jon Lord en un DVD que sintetiza perfectamente lo que fue Lord a la música. Sonido y calidad de cámaras alucinantes en un show que alcanzará pronto la categoría de mítico. Puede que para muchos rockeros la primera parte se les atraviese, pero precisamente fue la voluntad de Lord hacia la música clásica lo que dio el paso a que Deep Purple fuera una banda especial. La lucha y tensión constante entre Blackmore y Lord, entre el rock duro y lo clásico orquestal, y el hecho en que ambos cedieran en momentos determinados es lo que hizo de Deep Purple algo único. No se pude despedir mejor a un mito como Jon Lord.