House Of Lords: Cartesian Dreams

Definitivamente, HOUSE OF LORDS están viviendo una segunda etapa en su historia,  una segunda juventud si olvidamos su regreso en 2004 con "The Power & The Myth". Regresaron con su formación clásica exceptuando a su fundador Gregg Giuffria (James Christian, Lanny Cordola, Ken Mary y Ckuch Wright), pero fue un regreso lleno de desajustes, sin ánimos ni espíritu de continuidad, y lo más importante, con un disco de canciones vacías y sin alma. A partir de entonces, como muchos sabrán, el vocalista James Christian siguió comandando un barco que parecía ir a la deriva, pero buscó nuevos músicos y nos entregó “World Upside Down”, una gran jarra de agua fresca en medio del desierto. Y siguieron saciando nuestra sed con un excelente “Come To My Kingdom” el pasado año. HOUSE OF LORDS se reafirman, son una banda trabajadora, unida, engrasada, y eso se nota en todas las canciones que componen este nuevo “Cartesian Dreams”.

Para este nuevo trabajo, el peso compositivo ha recaído casi por completo en James Christian con la inestimable ayuda de Mark Baker, amigo del vocalista que siempre ha puesto su granito de arena en materia compositiva desde los días de “Demons Down”. No debemos de olvidar la colaboración en estos menesteres del guitarrista Jimi Bell, otro de los cabezas visibles en esta segunda etapa de los norteamericanos. Por otra parte, el gran Tommy Denander también ha dejado su impronta plasmada en algún que otro corte a modo de colaboración.

“Cartesian Dreams” es, al igual que sus dos antecesores, una colección de temas que rememora los mejores trabajos de HOUSE OF LORDS, esto es, su disco debut y “Sahara”. Eso sí, la producción es de este siglo, no lo duden. Desde el tema título con el que abren, este disco supura energía por todos sus poros. “Cartesian Dreams”, el tema, es una demostración de empuje y de fuerza, todo ello acompañado por unas melodías de ensueño. De la misma calaña nos encontramos con “Desert Rain”, otro tema que te trasporta a la época de “Sahara”, con ambientaciones sutiles y de corte majestuoso.

Más orientados al hard rock americano de toda la vida son “Born To Be Your”, o la pegadiza “Bangin”, todo ello perfectamente acompañado por unos grandes solos de Jimi Bells, que encuentra en cada pista la oportunidad del lucimiento personal pero siempre sin excederse. Más cortante, y saliéndose un poco de su patrones más AOR/rock melódico, se presenta “Repo Man” (con coros femeninos de tintes negroides) y “Saved By Rock”, con lo que equilibran en el resultado final su faceta más melódica con la más hard rockera. Con “A Simple Plan “nos trasportan al sonido fresco de su disco debut, con Christian arriesgando en los agudos, y con acompañamientos de teclados muy presentes en los puentes y estribillos.

En cuanto a baladas, aprueban con buena nota. “Never Look Back” es movida, tiene cuerpo, no decae en la languidez, y Bell la termina de redondear con un punteado a la altura. La otra balada es el bonus track “The Train”, donde todo el protagonismo lo acapara Christian con su voz dulce y rota. Pero si hay algún tema que destaque entre el gran montante es “The Bigger They Come”; sin duda una de las canciones más pegadizas y con más gancho que han grabado HOUSE OF LORDS desde “Sahara”. No faltará en sus conciertos de presentación de este trabajo, eso es seguro.  

Y hablando de conciertos; este es quizás el punto flaco de la banda en la actualidad. Ni recordar quiero el mal sabor de boca que nos dejaron hace unos años en el Lorca Rock cuando vinieron a presentar “World Upside Down” con su nueva formación. Si han mejorado en este aspecto, y así lo esperamos los seguidores del género, HOUSE OF LORDS están a tiempo de darnos muchas alegrías en los años venideros. Si continúan el ritmo de calidad que vienen plasmando en sus últimas entregas, no hay que dudar de ello.