¡Pendejo!: Cantos a la vida

Curiosísima irrupción musical la de estos holandeses stoners que sienten una filia especial por todo lo latino e hispano. Al parecer su vocalista El Pastuso y  Jaap “Monchito” Melman han vivido por Colombia, Perú y Chile y sienten un gran amor por todas esas tierras. Han plasmado ese amor en los surcos de un buen stoner que queda enriquecido con unas trompetas puntuales que le han dado al grupo una gran originalidad.

Musicalmente el grupo tiene una gran pegada, las letras son muy divertidas y cuentan los que los vieron de teloneros de Fu Manchu en nuestras tierras que su directo es espectacular. “Arrecho vengo” o “El taxista Limeño” son pura diversión aunque también cuidan su mensaje y hay algo más que un combo dedicado a la diversión. El argot sudamericano lo dominan como nadie y El Pastuso, nacido en Colombia, tiene una pronunciación perfecta. Suenan crudos, directos, muy orientados al stoner pétreo y monolítico pero a la vez imaginativo.

“La vagancia (no me cuesta)” es toda una oda al perreo  y a la buena vida de vago. La citada “El taxista limeño” es una historia narrada que le ocurrió al cantante, incluye diálogos cantados y es muy original. “La ola negra” es densa, muy puramente stoner y una oda a la legalización. Finalizan con una progresión stoner instrumental a plena distorsión en “Eclypse 2000”. Posiblemente sean “Flotadores” y “Arrecho vengo” los mejores cortes de cuantos encierra “Cantos a la vida”, muy vitales y definitorios de su estilo particular y divertido.

Curiosísima agrupación con muchas posibilidades que seguro que se hará un hueco en Sudamérica. Es como combinar Spiritual Beggars con el argot de Brujería, eso sí, con textos mucho más amenos, pero no por eso menos comprometidos. Musicalmente suenan sólidos y poseen buenas ideas. Más allá de lo curioso y bizarro de lo que parezca su propuesta, estamos delante de una gran promesa.