Burning Rain: Burning Rain

Las individualidades se notan y terminan por conseguir un trabajo muy loable, a medio camino entre Whitesnake y Mr. Big. Doug Aldrich siempre será recordado como un guitarrista que estuvo entre los grandes, pero Burning Rain es la confirmación de que sus proyectos personales también valen la pena.

Doug Aldrich es el rubio guitarrista de Whitesnake, pero también lo fue en Lion, Dio, Bad Moon Rising o guitarrista en solitario, con varios discos en su haber. Su reputación es total, y siempre ha sido comparado con el gran John Sykes, por su estilo pirotécnico y espectacular. A finales de los 90 formó Burning Rain, agrupación sumamente atractiva que a pesar de ello nunca llegaría a conseguir la reputación que merecieron. El combo se completaba con Keith St. John (Montrose) a la voz, Ian Maio al bajo y Alex Makarovich, baterista de los geniales Steelheart. Con esta espectacular alineación estaba claro que el estilo iba a ser puro hard rock 80, actualizando el sonido a la época. “Burning Rain” es para muchos su gran disco, y la verdad es que esta obra no ha perdido ni un ápice de fuerza y calidad, y puede que a muchos les guste más que algunas de las últimas obras de Whitesnake.

La serpiente blanca asoma una y otra vez de forma serpenteante, especialmente en “Making My Heartbeat”. De verdad que parece creada por el mismísimo Coverdale. Mucha fuerza, feeling y ese deje bluesero que tanto domina su guitarrista. Pero afortunadamente esta gente sabía darle su impronta a los cortes y la potente “Smooth Locomotion” es la prueba más palpable de ello. Corte ideal para abrir y cierto regusto a Mr. Big, especialmente por los detalles técnicos, pero también por el estilo de composición. St. John canta de maravilla y le da ese plus superior a las composiciones. “Superstar Train” es otra buena muestra de que las musas les visitaron a la hora de componer. No hay mucha novedad ni himnos definitivos, pero el hard practicado es elegante y de muchos quilates. En “Jungle Queen” hay una mezcla de sleazy con ese sonido más propio y agresivo de Steelheart, permitiendo que Doug luzca velocidad dactilar

“Cherry Grove” posee uno de los riffs del disco y uno de los ejercicios más complejos de guitarra. Mantiene la clase y la melodía y la hacen sonar realmente dura. Esa misma fórmula pero con elementos que vuelven a acercarse a Mr. Big dan forma a “Can’t Cure the Fire”, con reminiscencias a la mítica “Colorado Bulldog”. Definitivamente esta banda tenía en su inicio un potencial enorme. En los momentos calmos el grupo se desarrolla muy bien, siendo “Can’t Turn Your Back on Love” un medio tiempo que vuelve a ahondar en el legado de Coverdale, aunque esta vez con algo más de cosecha propia. Con St. John dentro es fácil poder hacer guiños al genial vocalista. Cálida y algo sensual. Fuerza a raudales en “Tokyo Rising” y una preciosa línea vocal en la contundente “Seasons of Autumn”. Completa esta reedición dos tomas en acústico de “Smooth Locomotion” y “Can’t Turn Your Back on Love”, realmente atractivas.

Puede que estas reediciones pasen tan desapercibidas o más como lo fueron en 1999, pero eso no quita la calidad que tenía Burning Rain en sus inicios. Creo que han editado un disco no hace mucho, pero dudo que esté a la altura de sus dos primeras obras, o si más no, de la primera, la que nos ocupa. El combo practica un hard rock muy notable, tiene muy buena mano en la composición y se salen un poco de lo típico. Las individualidades se notan y terminan por conseguir un trabajo muy loable, a medio camino entre Whitesnake y Mr. Big. Doug Aldrich siempre será recordado como un guitarrista que estuvo entre los grandes, pero Burning Rain es la confirmación de que sus proyectos personales también valen la pena.