Magnum: Brand New Morning

Con su anterior trabajo de estudio “Breath of life”, muchos calificarían a Magnum como un fantasma suspendido en el pasado, que se citaría de improviso y con ternura, cada vez que escucháramos las obras más clásicas de toda su carrera, ya que un disco así (tan experimental y aburrido, por qué no decirlo), el de su reunión tras morir aquella agrupación intermezzo llamada HARD RAIN, daban muestras de una banda que viviría de sus glorias vetustas. “La dignidad de cada uno son sus recuerdos”, dice un antiguo  proverbio. Pero no, sorprendentemente la  banda de Tony Clarkin y Bob Catley han levantado cabeza y nos llena de nuevas ilusiones con este “Brand new morning”. Como novedad en la formación, han reclutado al ex batería de THUNDER, Harry James, que ayuda a que el sonido del álbum a tratar, sea más contundente que su predecesor.

Magnum han saldado la cuenta pendiente que tenía con sus seguidores, los temas de su nuevo disco exhiben contundentes signos de solidez, perduración y unas ganas de trasladar a la actualidad  aquellas actuaciones convertidas en noches mágicas de las que hacían gala, y que habían caído casi al olvido.

Sumen a su set list imaginario y más acertado de cara a los fans (para nada el que eligieron en el pasado Lorca Rock, dicho sea de paso) temas tan rockeros como “We all run” o “Hard road”, de los más duros de este redondo; sin olvidarnos de esos estribillos pegadizos y de pecho hacia delante como “It’s time to come together”, “I’d breathe for you” o “The last goodbye”, con unos juegos de teclados por parte de Mark Stanway realmente atractivos. Vuelven a rescatar ese hard rock que dejaron reflejado en discos como “Vigilante” o “Goodnight L.A.”.

“The blue and the grey” es la balada del disco, y lleva todas las papeletas para convertirse en una de las mejores de todo el amplio repertorio de Magnum. Bob Catley, con su voz tímida y con una línea melódica tierna, simplemente la borda; pero el deleite es compartido son los solos sublimes de Clarkin; su guitarra es puro sentimiento.

No se olvidan los británicos de su rock sinfónico y épico de antaño, con “The Scarecrow”, el track con más duración y usado para cerrar, reviven la época de “On the Storyteller’s Night”; un corte con multitud de cambios de ritmos, donde las partes instrumentales toman el  protagonismo, y su estructura, está estudiada y lograda a la  perfección para alegría y degustación del oyente. Eso sí, huele a URIAH HEEP por los cuatro costados, con la sombra de Ken Hensley incluida

Desgraciadamente, no se puede hablar de muchas formaciones con tantos años de existencia, cuyos últimos discos sirvan de referencia entre sus grandes logros; muchos se quedan perpetuos con la frescura de sus primeras obras y a vivir de la renta se ha dicho. Magnum han resucitado, “Brand new morning” tiene mucho gancho, y nosotros estamos aquí para disfrutarlo.