The Atomic Bitchwax: Boxriff

Ya tenemos aquí la nueva entrega de una de las bandas abanderadas del stoner rock de los últimos años, los estadounidenses The Atomic Bitchwax. Lanzar un disco en directo parece que es una parada obligatoria para casi todas las bandas que se precien sobre un escenario, y la máquina engrasada de TAB viene a la carga esta vez con “Boxriff”, disco compuesto de cuatro temas nuevos de estudio y un concierto íntegro, grabado el 11 de noviembre de 2005 en el Sunset Tavern de Seattle. Asimismo, la caja actualmente a la venta incluye un DVD del mismo concierto, y que, como no podía ser de otra manera, no tiene desperdicio.

Los temas nuevos de estudio siguen en la misma línea de su anterior trabajo, “3”, disco que hasta cierto punto marcó un reenfoque en la evolución del grupo, tras la marcha del guitarrista de los celebrados Monster Magnet, Ed Mundell, y la anexión entre sus filas del ex cantante/guitarrista de Core, Finn Ryan, quien desde entonces también ha sumado sus dotes como cantante al conjunto, y cuyo tono bien diferenciado del bajista/cantante Chris Kosnik aporta un aire fresco a la dinámica concepción musical de TAB. Pero no piensen que esta banda ha variado un ápice sus intenciones de hacer saltar los amplificadores y tocar hasta derretirse los dedos; continúan los riffs velocísimos y técnicos, los estribillos reconocibles y los ritmos endiablados. Kosnik (componente a su vez de Black Nasa) ejercita más que nunca sus dedos a lo largo del mástil, en fraseos que en ocasiones recuerdan a los terrenos del jazz, pero en definitiva éste es ante todo un directo frontal que asienta a TAB como una de las bandas más insignes de New Jersey y del stoner rock en general. Pese a su reciente aparición en este disco, los temas “STD” y “So come on” suenan como auténticos clásicos del género. De nuevo encontramos rastros “hendrixeanos” y “black sabbathianos” en la pesada “Kiss the sun” y “Turn me on”, esta última arrancando con algo así como un blues psicodélico que enseguida se desarrolla en los intrincados fraseos y melodías que caracterizan el sonido de TAB.

Como contrapunto a tanta perfección rockera, el set completo del directo de Seattle ofrece la posibilidad de enfrentarse a esta banda en su estado más eufórico y desgarrado. A modo de intro, el concierto empieza con el famoso arpegio de “Shine on you crazy” de Pink Floyd, en el que el guitarrista Finn Ryan nos ofrece un amago de parsimonia con un solo reverberizado (sí, aunque suene como si estuvieran en un estadio, el escenario en cuestión no tendrá más de diez metros cuadrados) antes de entrar a todo trapo con un corte instrumental del álbum “3” (que en realidad es el cuarto de los señores TAB; bromas aparte, parece que saltarse un número o confundir la propia discografía sea un chiste recurrente entre las bandas de cierto logro, como ya estilaron Led Zeppelin con su intitulado “No quarter” –“Sin un céntimo”, ja…–, o los californianos Chicago, que directamente se comieron el número 4.). El resto del repertorio es un repaso a los mejores momentos musicales del grupo, incluyendo la versión de “Maybe I’m a leo” de Deep Purple, sin duda toda una declaración de principios. En general, el conjunto de temas seleccionados es una buena muestra del espíritu y la calidad que recorre los trabajos de estudio de la banda. Aunque la salida de Mundell del grupo haya contribuido a hacer más concisas y estructuradas sus composiciones, cuando se lanzan a las partes instrumentales lo hacen como un auténtico power-trío en la más alta tradición del término. Ya no hay aquellos cuelgues infinitos con los que Mundell y sus Monster Magnet deleitaban a sus acólitos, sumergiéndonos en sangrantes y espesos paseos por los abismos de la lisergia, pero por el contrario la música de TAB ha ganado en concisión y claridad.

El DVD del concierto reproduce en su totalidad el set registrado en el disco, sólo que en esta ocasión el fan dará testimonio de uno de los antros más cavernosos y lúgubres que seguramente hay en Seattle, y que puede apreciarse en todo su “esplendor” en las imágenes del DVD. En unos tiempos en los que el sex appeal y el efectismo sobre el escenario parece que pueden llegar a primar en ocasiones sobre la creatividad, los TAB ostentan una puesta en escena de lo más humilde, sin engalanamientos ni postizos de ninguna clase. En compañía de una ebria caterva de balas perdidas y fans acérrimos de la banda, los TAB no vacilan ni por un instante y tienen muy claro lo que han venido a hacer, descerrajando a los presentes una andanada de rock machacante así como grandes dosis de compenetración y contundencia, con un sonido más que aceptable que no echa en falta las condiciones de un estudio para ofrecer la imagen de un grupo cohesionado y pertinaz en su convencimiento rockero.

Éstos son los TAB en estado puro: guitarreos incendiarios, tiempos que oscilan de arriba abajo sin darnos tiempo a respirar, rítmicas claras y galopantes, bajo saturado, destellos de improvisación, y ante todo la arrasante energía de uno de los tríos más poderosos de la escena underground: The Atomic “máquina engrasada” Bitchwax.