Avatar: Black Waltz

Con estos suecos siempre tengo sensaciones contrapuestas. Si bien su última y homónima obra quedé maravillado, en directo nunca me han llegado a convencer. De todos modos esta gente han hecho el salto a Sony, y eso son palabras mayores. Supongo que por eso han dado un volantazo a su sonido, y queda algo alejado de su anterior “Avatar”. Podemos hablar de Death Metal melódico, sí, pero también de otros muchos sonidos dispares que se encuentran aquí, y a veces funcionan… y otras veces no. Parece un disco muy orientado al mercado anglosajón, especialmente para EEUU. La sensación es que han bebido un poco del rollito industrial, pues hay temas que se asemejan a Rob Zombie. Intentan mantener sus credenciales, pero todo en si es variado y a veces difícil de digerir.

Personalmente me quedo con sus temas más extraños y con los melódicos. Ese toque futurista asoma en “Paint in Red”. Riffs melódicos a ritmos pesados y esa voz desgarrada de Johannes Eckerström que apuntan a su anterior obra. Pero experimentos como “Let Us Die” no llevan a ningún sitio. Riff pesado, cadencias maquinales a lo Marilyn Manson y cierta monotonía. “Torn Apart” es más cruda y atmosférica, pero sigue pecando de lo mismo que la anterior. Eso sí, el riff está muy logrado. Las cosas mejoran en “Napalm”. Mantiene el aura oscura y es más accesible, pero muchísimo más inspirada. La extensa “Black Waltz” es una especie de feria oscura y destartalada. Realmente evoca a la preciosa portada del disco. Un guiñol lúgubre y arrastrado pero muy efectivo. En compases de vals fluye esta cabalgata grotesca con retazos metaleros.

“One Touch” posee momentos pero el riff la lastra un poco. Hay momentos donde todo queda como algo forzado, y la cosa no termina ni de caminar ni de despegar. En “Smells Like a Freak Show” hay un gran comienzo con ritmos maquinales, con leves guiños a las bandas de industrial. Rompen el tema con ese interludio melódico. Juntamente con “Paint It Red” parecen los dos singles claros. “Use Your Tongue” cierra la obra de la forma más desconcertante y extrña posible. Un experimento de más de nueve minutos con toques country y progresivos. Todo bañado en oscuridad pero que te deja absolutamente frío. “Blod” y “Let It Run” cumplen expediente y poco más. Eso no quita que como músicos esta banda apunte grandes maneras ni tenga detalles brillantes.

Esperaba mucho sobre este disco y la cosa no ha terminado de cuajar. Sin lugar a dudas recomiendo su anterior y homónimo disco “Avatar”. La experimentación, el querer sonar más americanos y el querer apuntar a otros mercados con el cambio de discográfica puede que les haya desviado de la senda. En Suecia han entrado en las listas pero todavía no han llegado a consolidarse en toda Europa. Querer abarcar metas gigantes cuando los pilares no están cimentados puede llevar al error. De todas maneras Avatar siguen pareciéndome una gran banda que debería recuperar el sonido y la senda de su anterior obra. Veremos que respuesta consigue esta obra.