Sevendust: Black Out the Sun

SEVENDUST siempre tuvieron ese famoso “algo” que les diferenciaba de los demás. En una época donde el metal alternativo está tan extendido y masificado, los de Atlanta supieron adaptarse para seguir aguantando al pie del cañón. Algo digno de admirar viendo los años que llevan en esto, y que muchas de las bandas con las que irrumpieron fuerte a comienzos de siglo se han ido quedando por el camino o sacando discos sin pena ni gloria.

Los patrones en sus composiciones siguen siendo fijos, apreciándose desde ‘Faithless’. Mucha caña y contundencia instrumental, con las guitarras de John Connolly y Clint Lowery comandando ese aspecto, y la melodía de Lajon Witherspoon, que es la mayor seña de identidad de la banda. En la misma onda se pueden situar tanto su punto más a favor como el que algunos pueden ver en su contra, y es que están muy marcados en esa línea. Algunas más rápidas e intensas, como ‘Till Death’ y ‘Dead Roses’, pero en general pesadas y con una atmósfera más oscura que en otras ocasiones. Entre ellas destaca ‘Mountain’, el single ‘Decay’ (dos de las más cortas y directas) y una pegadiza ‘Nobody Wants It’. Ese otro aire que impregna al álbum se nota en cortes como ‘Dark AM’ y ‘Cold as War’, dando la sensación de que los estribillos son la luz, por decirlo de alguna manera, entre tanta estrofa “oscura”. Por otros motivos destaca el tema título, ‘Black Out the Sun’, tratándose de un medio tiempo encargado de frenar la fuerza de la que hacen gala, y la semiacústica ‘Got A Feeling’, con la que es inevitable (siempre que hacen un tema de este tipo) de la maravilla que es ‘Angel’s Son’ en honor a Lynn Strait.

Decía al principio que hay bandas que han ido sacando discos casi por inercia, y aunque en el caso de SEVENDUST no haya sido así, y a pesar de las buenas críticas (y ventas en su país), siempre se han mantenido como un grupo que estaba próximo a explotar; algo así como una eterna esperanza de la que siempre se esperaba más. Más aún fuera de EEUU, donde no parecen tener el mismo tirón que otras bandas. Los últimos casos lo tuvimos con su gira europea truncada junto a DISTURBED. ¿La razón? Según los cabezas del tour, el elevado precio del carburante y el alto coste que tendrían los viajes. Poco después, tras haberse reenganchado anunciados como teloneros de AVENGED SEVENFOLD, hicieron lo mismo alegando "unos poco obstáculos invisibles". No es razón para negar lo buenos que son y la calidad de sus trabajos, pero es lógico que mucha gente que les siga desde hace tiempo, o que le encante ‘Black Out The Sun’, tenga cierto sentimiento de que por aquí no los verá, y así no prestarles la atención merecida.