Mortsubite: Black Nécora

He aquí otra prueba más de la buena salud de la escena estatal en varios sentidos. Para empezar, MORT SUBITE muestran que hay vida más allá de los estilos de siempre, de que los grupos de aquí son todos iguales entre sí. La escena deathcore (en el ámbito internacional) está al alza con multitud de grupos, en las que una de las punta de lanza eran los malogrados SUICIDE SILENCE. Ellos demuestran que aquí también se sabe hacer ese estilo bien hecho, y encima defendiendo su idioma. Además, también nos recuerdan que hay vida en cualquier ciudad de la península, en este caso Burgos, de la que cada vez nos vienen más bandas (o las hacemos más caso).

Su aval es de lujo. Si ya para su debut homónimo recurrieron a Carlos Santos y sus Sadman Studios, para su continuación han hecho lo mismo… aunque la diferencia entre uno y otro es notable. Lo que no cambia (para bien) es lo cuidado de su portada y artwork, tan inquietante en uno como en otro. Puede que en algunos momentos lleguen a resultar un pelín cargantes. Vamos, escuchándolos en casa. Pero el directo es su campo de batalla ideal, y a buen seguro que sus breaks harán las delicias del público más abierto a esta mezcla de géneros extremos. El bajo y la batería de Rodrigo y Raúl inician la descarga enfermiza de su propuesta, y es que una vez entran las voces de Ángel y Manu todo se vuelve desquiciante. La temática, acorde a la ira que desprende la música, con una letra escrita en primera persona de uno de esos personajes que, con su poder, maneja todo a su antojo. Los riffs abrasivos se suceden con más contundencia en ‘Soñador’, con más cambios de ritmo. Aunque si de cambios se trata, los de ‘Cada Respuesta’ y ‘De por Vida’ se llevan la palma.

La melodía no existe, aunque sí la pausa, ya que tras la abrasiva ‘Un Lugar Frío’ nos llega un pequeño interludio (necesario) antes de encarar la segunda mitad del disco. Ésta comienza con el tema que lo da título; una apuesta arriesgada para este estilo, ya que siete minutos son muchos para un grupo de este estilo. Sorprendentemente salen bien parados, con algunos pasajes más oscuros buscando la ¿tranquilidad? en contrapunto a la locura de la que hacen gala. Desde las guitarras sin distorsión que rompen el tema en dos hasta el final, de lo mejorcito del álbum. ‘En Memoria’ se queda a medio camino entre los trallazos directos que abundan y ‘Black Nécora’, aunque no llega a la calidad y el nivel que demuestran de ésta última. La que tiene pintaza de cara al directo es ‘Ekpyrosis’ (con sus coros rezando “… por eso el río es nuestro único maestro”). Para finalizar, ‘Vivir en esta Muerte’ marca un punto final ultrapesado, advirtiéndonos que la nécora acecha. Avisados estáis.