El trío estadounidense Earthless, con 17 años de experiencia a sus espaldas, presentaron su quinto álbum de estudio el pasado 16 de marzo bajo el nombre de 'Black Heaven'. Se trata de su debut discográfico con Nuclear Blast tras varios años con Tee Pee Records. Inspirados por las bandas psicodélicas de Japón y el rock clásico, su música es casi íntegramente instrumental. O, al menos, así era hasta ahora, por lo que, para conocerlo más, Olga Vidal os trae la reseña de Black Heaven (Earthless).

Con ‘Black Heaven’, el guitarrista de la banda Isaiah Mitchell, pasa de corista ocasional a vocalista. Este tipo de decisiones son las que dividen a los fans, dejando a unos a favor y a otros en contra. Un cambio de esa magnitud en el estilo compositivo de una banda es un acto ambicioso, pero puede considerarse que forma parte de la necesidad que existe en este mundillo de evolucionar para no caer en redundancias. Antes de entrar en materia, es importante echar la vista atrás para interpretar su nuevo álbum (publicado a través de Nuclear Blast) con más perspectiva.

Un trío que se vale por sí mismo

Puede parecer que tres, en el caso de una banda, no son multitud. En este caso, son más que sufientes. Con un rock psicodélico casi hipnótico, Earthless nos muestra un bajo muy presente con momentos magistrales, donde se aprecian ligeramente influencias del jazz, de la mano de Mike Eginton. Por otro lado, cuentan con una guitarra que nos regala riffs y solos que motivarían hasta a los más escépticos con respecto a este estilo musical, protagonizados por el ahora también vocalista Isaiah Mitchell. A la frenética e imparable batería, está Mario Rubalcaba.

Sus dos primeros álbums, ‘Sonic Prayer’ (2005) y ‘Rhythms from a Cosmic Sky’ (2007) , son la locura hecha música. El estilo del grupo se caracterizaba por aquel entonces por canciones largas, intrumentales y, en muchas ocasiones, parcialmente improvisadas. El hecho de no tocar con la partitura delante y hacer lo que les sale en el momento no les hace perder calidad musical en absoluto.

Tienen un estilo original, fresco y salvaje. Son pura música. Sin embargo, en estos casos es sencillo caer en estancamiento y terminar publicando álbums con un sonido demasiado similar. Pero esta banda no ha permitido que eso ocurra. Sus trabajos posteriores muestran una progresión a un sonido más asentado y menos alocado, pero siempre con su esencia personal. Con su tercer álbum, ‘From the Ages’ (2013), han relajado un poco el ritmo, pasando a un sonido más pesado y menos frenético. En su cuarto álbum, ‘Acid Crusher/Mount Swan’ (2016), colaboraron con la banda Harsh Toke en un trabajo discográfico compartido.

‘Black Heaven’ de Earthless es, sin duda, su disco más ambicioso y arriesgado. El hecho de haber añadido voz a su base instrumental, puede parecer que los convierte en una banda más comercial, a costa de su esencia. Nada más lejos de la realidad. Los estadounidenses ya han demostrado en sus anteriores trabajos que son una banda que saben cómo evolucionar sin perder su personalidad.

Earthless – Black Heaven al detalle

El álbum comienza con «Gifted by the Wind», trallazo de 6 minutos y medio que se queda lejos de ser el tema más largo del álbum. Pronto empezamos a escuchar a Isaiah a la voz, sin grandes muestras de maestría vocal pero encajando increíblemente bien con el estilo de Earthless. Este primer tema cuenta con un estilo fresco y la presencia de la voz no les hace perder su sonido más característico.

La base instrumental sigue teniendo un protagonismo destacable, simplemente lo comparten con la melodía de voz. «Gifted by the Wind» cuenta con un estilo que recuerda al funk y una guitarra con sonido sesentero que le da un toque único. La siguiente canción, de algo menos de duración, es «End to End», con una dinámica similar pero con menor presencia de la voz y más protagonismo instrumental.

De aquí pasamos a casi 9 minutos de caña con «Electric Flame». Empieza los primeros minutos más estable y rítmica que las demás, aunque acaba repitiendo la tendencia de frenetismo y tralla guitarrera para terminar el tema. Es complicado que una canción tan larga no termine saturando, pero éste no es el caso de ninguna manera. Pasan a continuación a sus dos temas íntegramente instrumentales del disco, «Volt Rush» y «Black Heaven», que son los que menos se alejan del estilo al que nos tenían acostumbrados. La primera no llega a los 2 minutos de duración, la segunda se acerca a los 9.

«Black Heaven» cuenta con un sonido que recuerda a ese rock pesado y guitarrero que terminaría con el tiempo inspirando a las primeras bandas de metal 40 años atrás. «Volt Rush» es más funky y «Black Heaven» más rockera, pero ambas son puro Earthless. El último deleite del álbum es «Sudden End», pieza de 8 minutos y medio que ha terminado siendo la canción más melódica y relajada del disco, un buen final para un buen álbum.

‘Black Heaven’ te traslada al pasado con su frescura y su sonido clásico y psicodélico. Han conseguido mantener su estilo en una evolución progresiva a lo largo de los años, tarea nada sencilla. El resultado es este fantástico álbum que recoge lo bueno de sus comienzos y lo suma a lo aprendido con el tiempo. Como dice el dicho, «el que no arriesga no gana», y ‘Black Heaven’ es un ejemplo de que sí se puede ganar.

Grupo:Earthless

Discográfica:Nuclear Blast

Puntuación:8

Canciones:

  1. Gifted by the Wind
  2. End to End
  3. Electric Flame
  4. Volt Rush
  5. Black Heaven
  6. Sudden End

Año:2018-03-18

Votación de los lectores:5