Alice In Chains: Black Gives Way to the Blue
Cuando en Abril del pasado 2002 recibimos la triste noticia del fallecimiento de Layne Staley, cualquier tipo de esperanza de poder volver a ver a ALICE IN CHAINS bien fuera en el estudio o en directo se desvaneció por completo, más sobretodo para nosotros, los españoles, que imagino que debimos ser uno de los pocos países occidentales que nunca pudo ver a la banda –siquiera en sus años dorados- tocar en nuestra tierra. Con un legado tan enormemente gigantesco compuesto únicamente de 3 discos- ALICE IN CHAINS fueron seguramente una de las 3 bandas de METAL más influyentes de los 90 y parecía una injusticia en toda regla que nunca pudiesen resarcirse de aquella espinita llamada “grunge” que más que ayudarles, siempre jugó en su contra metiéndoles dentro de un saco que en lo estrictamente musical, nunca fue con ellos digan lo que digan. Pero ahora Layne estaba muerto y siendo como era un tipo y un cantante irremplazable, todo parecía que ALICE IN CHAINS pasarían a mejor vida por los siglos de los siglos. Supongo que en la mente de todos se cocía la misma idea; Que Jerry Cantrell se hiciera cargo de las voces tal y como hiciera a modo de apoyo en los coros en todos los discos de ALICE IN CHAINS, sus directos o en sus trabajos en solitario. Pero tras muchos rumores y comunicados denegándolos, la banda de Seattle sorprendió a propios y extraños anunciando que no solo se reunían sino que habían encontrado a un nuevo vocalista en la figura de William DuVal, un tipo desconocido para todos y de aspecto poco metálico, siquiera rockero.
Tras la consabida gira –que recaló en España en 3 memorables e históricos conciertos- la banda se tomó un merecido descanso para al poco tiempo anunciar que se meterían en el estudio de cara a darle continuidad a aquel lejano y excelente “Alice in Chains” de 1995, más conocido en la época como “Tripod” por el perro de pierna amputada de la portada. Lógicamente, un anuncio como éste lo puso todo patas arriba; Por un lado los más puristas y fanáticos que no concebían un disco de ALICE IN CHAINS sin Layne y por el otro los más escépticos que aún sopesando la posibilidad, dudaban del éxito en parte debido al gran riesgo de la operación. Tanto unos como otros olvidaban un factor clave; Jerry Cantrell es un puto genio.
Esta premisa queda ampliamente refutada con “Black Gives Way to the Blue”, un genial título que hace alusión a la esperanza latente incluso en los momentos más jódidos. Y es que el cuarto disco de estudio de ALICE IN CHAINS (Sin contar sus míticos y populares Ep’s), se ha convertido en una nueva obra maestra de los de Seattle. Por mucho que lo queramos, resulta imposible compararlo con los trabajos anteriores del grupo. Pero del mismo modo, suena a ALICE IN CHAINS por los 4 costados, se mire por donde se mire. Si bien “Black Gives Way to the Blue” no posee el mismo y gigantesco gancho comercial que “Facelift” o sobretodo “Dirt”, requiriendo de muchas más escuchas para poderlo saborear en su justa medida, posee del mismo modo esa oscuridad, tristeza, angustia y mal rollo propia de ALICE IN CHAINS que les hace únicos. Y no solo eso sino que vuelven a lograrlo de una forma enormemente sutil y majestuosa. Solo hay que escuchar lo bien que readaptan Jerry y William las clásicas armonías de voz de tercera y quinta tan propias de ALICE IN CHAINS para darse cuenta que los de Seattle han sabido respetar el pasado para proponer algo moderno pero a la vez atemporal sin romper la tradición y las señas de identidad del grupo. “Black Gives Way to the Blue” no tendrá 6 o 7 hit singles monstruosos como “Facelift” o “Dirt”, pero en su globalidad deja un sabor de boca muy diferente al de esos discos enfatizado por el hecho de que la gracia del album radica en la totalidad del mismo, y no solo en un puñado de cortes perfectos para las radiofórmulas de la época.
El disco se abre con “All Secrets Known”, un temazo lento y asfixiante que para nada posee la dureza metálica de antiguos “abridores” de disco como “Them Bones”, “We Die Young” o “Grind”. Con éstas, la banda desarrolla de forma sosegada y pausada esa atmósfera densa tan propia del grupo embellecida únicamente por las geniales melodías de voz de William y Jerry. No estamos frente al típico tema que abre un disco de ALICE IN CHAINS, pero eso no quita que sea una joya. Le sigue el primer cañonazo y single clarísimo del disco “Check my Brain”, donde de nuevo encontrarás en los primeros compases de la canción esos fraseos doblados de voz que ponen la piel de gallina y que te recordarán de bien seguro a “Them Bones”. Mención a parte merece el riff principal de Jerry, escalofriante y potentísimo. Con “Last of My Kind”, ALICE IN CHAINS recuperan su sonido más clásico y a la vez más denso y pesado recordándome bastante a ciertos cortes de su tercer disco. Por primera vez William toda todo el protagonismo vocal demostrando que no necesita del apoyo de Jerry para destacar. Del mismo modo, por momentos, parece increíble el parecido de su voz con la de Layne Staley. “Your Decision” supone el contrapunto a tanta densidad metálica siendo una emotivísima pieza acústica cantada por Jerry Cantrell que nada tiene que envidiarle a “Rooster”, “No Excuses” o “Down in a Hole”, y cuando digo nada es nada. De hecho, de haber aparecido en cualquier disco anterior del grupo de bien seguro sería un clásico a día de hoy. Mismo caso que “A Looking in View”, primer single de “Back Gives Way to the Blue” y auténtico himno por goleada de todo el disco. “A Looking in View” fue el primer tema puesto a disposición de los fans de todo el disco y gracias a él, en parte, lo nuevo de ALICE IN CHAINS ha tenido la brutal acogida que ha acabado teniendo y que por supuesto merece. Lo tiene todo, dureza, oscuridad, melancolía, potencia, y como no, un puente y estribillo memorables de esos que solo Jerry Cantrell puede concebir. Sino te gusta “A Looking in View”, ni te gustará el disco ni dudo mucho te guste cualquier otra cosa hecha nunca por ALICE IN CHAINS en el pasado. Con “Where the Sun Rose Again” la banda retoma su vertiente acústica, aunque con menos fortuna que en el “Your Decision”. “Acid Bubble” vuelve a poner las cosas en su sitio devolviendo a los ALICE IN CHAINS más oscuros y duros de “Dirt” o “Love Hate Love” por ejemplo. El disco prosigue con “Lesson Learned”. Y vaya que si tienen la lección bien aprendida. Con este tema la banda amparada por su sonido patentado entrega un corte melódico pegadizo a más no poder que bien podría ser otro hit single del disco. Nos aproximamos al final y damos con “Take Her Out”, otra genialidad de 4 minutos donde Jerry toma el protagonismo y que de nuevo se perfila como Hit demostrando que ni siquiera en el tramo final del disco aflojan la calidad. El riff inicial de “Take Her Out” define con unas pocas notas lo que es a grandes rasgos ALICE IN CHAINS, tranquilidad, furia y oscuridad mezcladas formando una unidad. “Private Hell” se mantiene en un término medio siendo quizá el corte más discreto del disco, dando paso al tema homónimo, “Black Gives Way to the Blue”, último en el tracklist y merecedor del puesto otorgado dado a su naturaleza íntima y relajada, dejando claro que toda la ira, confusión y agonía del pasado queda atrás en el terreno personal dando pie a una nueva etapa del grupo. Que el mismísimo Elton John meta los pianos en esta canción es algo meramente anecdótico.
Mención a parte merece el sonido de “Black gives Way to the Blue”, a cargo de Nick Raskulinecz, uno de los productores de moda americanos del momento cuyos créditos incluyen a RUSH, TRIVIUM, STONE SOUR, DANZIG, VELVET REVOLVER, DEATH ANGEL o SHADOWS FALL. Por si fuera poco, todo ha sido masterizado por Ted Jensen en los míticos Sterling Sound de New York, probablemente el lugar más mítico en lo que a masterizaciones rockeras y metaleras se refiere. Con estas credenciales, resultaba obvio que “Black gives Way to the Blue” poseería un sonido de infarto y así ha sido; El disco suena fresco, orgánico, para nada sobreproducido y potente como debe ser.
De bien seguro que lo nuevo de Jerry Cantrell y cia dará que hablar. Pero eso no quita que sea una lástima que –una vez más- ALICE IN CHAINS pasen bastante desapercibidos dentro de la comunidad metálica por esa tontería de que “son una banda de grunge” y “el grunge mató al Heavy Metal en los 90”. Ni ALICE IN CHAINS son una banda de grunge (Salvo por ser de Seattle, ser en su día una panda de yonkis, ser promocionados por la Mtv como tal y tener la desgracia de explotar a la par que NIRVANA y demás) y mucho menos mataron al Heavy Metal pues el Heavy Metal americano fue barrido de la faz de la tierra por autocomplacencia, méritos propios, no ajenos y estancamiento (A nivel mainstream por supuesto, dentro del Underground nunca se fue). Pasan los años y sigo sin comprender como dentro de las sonoridades más dadas al Doom/Stoner/Sludge, ALICE IN CHAINS siguen siendo a ojos de sus seguidores, o muchos de ellos, una banda más del fenómeno grunge. Supongo que “Black Gives Way to the Blue” callará muchas bocas. Y sino es que el mundo se ha vuelto loco de remate.
Javi Félez (Javimetal@themetalcircus.com)
Grupo:Alice In Chains
Discográfica:Virgin Records
Puntuación:9.6
Canciones:
- All secrets known
- check my brain
- last of my kind
- your decision
- a looking in view
- when the sun rose again
- acid bubble
- lesson learned
- take her out
- private hell
- black gives way to the blue
Año:2009
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