Krokus: Big Rocks

Disco entretenido y desenfadado de versiones ultraclásicas y súperconocidas pasadas por el barniz hard rockero de Krokus. Estos suizos siguen demostrando que están en una forma envidiable a pesar de que no gozan del amplio reconocimiento que debieran. Un LP para pasarlo bien y para dejarlo sonar haciendo un repaso a muchas de las más grandes obras maestras del rock.

Es curioso lo contradictorios que podemos llegar a ser. Ya que me tocaba la reseña del nuevo de Krokus recordaba el fenomenal concierto de los suizos en el Rock Fest de Santa Coloma, en el que, acertadamente, se dedicaron a tirar de versiones a cada cual mejor. Pero echando la vista atrás pensaba en la decepción que me llevé con Styper cuando en el Leyendas se dedicaron a incluir versiones. Es contradictorio, sí, pero creo que en el caso de Krokus las bordaron, así que hasta cierto punto es natural que toque ahora un disco de versiones. La lastima es que no se han rebanado los sesos precisamente ni han buscado joyas ocultas. Aquí hay grandes nombres, versiones ya trilladas y archiconocidas pero a fin de cuentas brillantes y funcionan, pues les han dado el puesto número 1 en ventas dentro de la Confederación Helvética.

Tras tantas décadas en la carretera no seré yo quien les diga o que hay que hacer, así que pínchalas en el coche y acelera un poco. El gran atractivo del combo sigue siendo la garganta a lo Bon Scott de Marc Storace y lo bien que se amolda a este catálogo de clásicos que nos ocupa. “N.I.B” de Black Sabbath nos sirve de intro para regalarse luego un “Tie Your Mother Down” de Queen. Algo ralentizada y con solos algo más libres pero perfectamente adaptada a su estilo. Mandy Mayer disfruta metiendo cosecha propia en el solo de “Wild Thing” de los Troggs, y puedes disfrutar con esa batería libre y loca de Chris Von Rohr en “My Generation”, calzándose las botas de Keith Moon. Puede que las guitarras sean la seña más clara de identidad y lo más Krokus del álbum junto a la sempieterna voz de Storace. En el “House of the Rising Sun” han endurecido la base con unos patrones hard rock muy alejados de lo que hicieran The Animals en su día. Quizá sea la más meritoria juntamente con el “Rockin in the Free World” de Neil Young, que incluye sirenas y un riff alternativo. El “Gimme Some Lovin’” (The Spencer Davis Group) viene con el riff potenciado y Marc borda la línea vocal con ese deje a Bon Scott pero amoldándose al trabajo de Steve Winwood.

El “Whole Lotta Love” de los Zep está al nivel de versiones como las de Heart o Great White. Sorprende lo bien que se adapta Storace a las tesituras de Plant en el tema más fidedigno al original. “Quinn the Eskimo” sería realmente original si no fuera porque Gotthard la llevan haciendo desde hace décadas, pero os aseguro que en directo convence. El “Born to Be Wild” es uno de los temas más revisitados de la historia, pero el detalle de acercarse al clásico que popularizó Blue Cheer, “Summertime Blues”, y adaptarla a Krokus, es valiente. Uno de esos primeros temas de proto-heavy metal. “Street Fighting Man” de los Stones siempre se agradece y curiosamente la sorpresa la pone un tema nuevo: “Backseat Rock and Roll”. Muy en onda Krokus y capaz de tener espacio dentro de sus próximas giras, de riff marcado y aires AC/DC.

Disco entretenido y desenfadado de versiones ultraclásicas y súperconocidas pasadas por el barniz hard rockero de Krokus. Estos suizos siguen demostrando que están en una forma envidiable a pesar de que no gozan del amplio reconocimiento que debieran. Un LP para pasarlo bien y para dejarlo sonar haciendo un repaso a muchas de las más grandes obras maestras del rock. Siempre se les han dado de maravilla las versiones, así que si una banda puede lanzarse a por este material y no ser tachada de oportunista o de falta de ideas son ellos. ¡Puro disfrute! Aunque un par de temas más rebuscados y oscuros no hubieran estado nada mal.