Cans: Beyond The Gates

En estos tiempos ansiosos de productividad, ya sea buena o mala, aparece el
primer disco en solitario del cantante de HAMMERFALL, el sueco Joacim Cans,
el cual mediante este “Beyond the gates” deja patente que la sombra del grupo
estandarte del metal europeo épico-comercial de nuestra era es demasiado alargarla
como para evitarla en su primera intentiva.

El bueno de Cans, no obstante, se ha sabido rodear de un conglomerado de músicos
muy aptos para la ocasión y, bien es cierto que el disco goza de buenos momentos
de escucha aunque, como era de esperar, las reiteraciones canónigas del sonido
HAMMERFALL están presentes por doquier.

Aún así, “Beyond the gates” es un álbum muchísimo más personal y serio que
cualquiera de los de la banda citada, huyendo de las letras estúpidas y tomando
un componente de seriedad compositiva que logra engañar al oyente en muchos
de sus pasajes. También cabe decir que la voz de Cans se intuye más natural,
menos forzada, en “Beyond the gates”, algo que influye directamente en lo antes
esgrimido de la seriedad.

El combo reunido para la ocasión, Matt Sinner (SINNER y PRIMAL FEAR) al bajo,
Stefan Elmgren (HAMMERFALL) y Mike Chlasciak (HALFORD) a las guitarras y, sobretodo,
Mark Zonder (FATES WARNING) a la batería logra que el disco, instrumentalmente,
se muestre trabajado, indagando en un buen encargo tanto rítmico (dentro de
lo que el género permite, claro está) y profundizando en un buen trabajo de
guitarras.

Por lo demás, “Beyond the gates” no ofrece demasiada variación a lo acostumbrado
a escuchar, “Fields of yesterday” abre el disco de manera pesimista, encontrándose
en el tema en cuestión una gran cantidad de tópicos metaleros, haciendo hincapié
en el buen trabajo vocal del cantante el cual, aunque poseedor de una de las
voces más insulsas y artificiales del panorama actual, sabe cómo no quedar en
ridículo y dónde explotar mejor sus cualidades. Si bien “Soul collector” y “Back
to hell” exploran la faceta más dura del disco, en múltiples ocasiones Joacim
Cans desilusiona con estribillos llenos de felicidad como los aparecidos en
“Red light” o “Garden of evil”. El tema que hace las veces de título del lanzamiento
es, quizás, el más eficiente en su componente melódico, siendo ésta la pista
más diferente de la colección, la cual casi concluye con dos estribillos notables
aparecidos en sendos cortes como “Silent cries” y “Dreams”. Para el final, nos
encontramos con una “bonita” balada, “Forever ends”, compuesta por el mismísimo
Jeff Waters, líder de ANNIHILATOR, la cual, sin desmerecerla en absoluto, debe
haber sido escrita mientras el genial guitarrista apuraba su café después de
comer vista la genialidad de anteriores creaciones exhibidas. No soy ningún
seguidor de Cans y, ni mucho menos de HAMMERFALL, pero, para los que lo sean
y, salvando el debut de los suecos en “Glory to the brave”, me quedo con “Beyond
the gates”.