Angra: Best Reached Horizons

Esperemos que Angra tengan mucho más que decir y que el hijo pródigo vuelva al redil. Pueden seguir demostrando que son unos músicos privilegiados, de eso no hay ninguna duda.

Qué grande fue la irrupción de Angra a finales de lo 90, cuando el power metal empezaba a imperar y a darnos bandas excepcionales de rincones absolutamente exóticos. Italia y Brasil aportaron grupos que parecía que se lo iban a comer todo, pero en unos años el globo se deshinchó y había discográficas con decenas de bandas de power en plantilla. Todo el mundo buscaba a los nuevos Helloween, pero a partir de 2004 la escena metal dejó en paz a los elfos. Angra contaban con el enorme André Matos, con la esencia del Brasil tribal y con unas influencias que les hacían diferentes a todo. Pero un disco irregular: “Fireworks”, y el cambio de formación, les hicieron perder comba. De la noche al día Matos, Mariutti y Confessori ya no estaban en la nave. De todas formas los sustitutos fueron excelentes y “Nova Era” brilló como pocos. Pero la escena había cambiado y los siguientes discos, excelentes casi todos, pasarían inadvertidos.

Los guitarristas Bittencourt y Loureiro siempre han sido el motor de Angra y nos brindan un recopilatorio a la altura, con lo mejor. Diferenciado por discos, en orden cronológico, y con notas del mismo Rafael Bittencourt. El primer disco abarca toda la era Matos: tres discos y un par de EPs. La época clásica, y la que será recordada. Impresionantes los cuatro cortes de “Angel’s Cry”, ese disco que les puso en el mapa. Destacando especialmente el tema homónimo, la mil veces imitada “Carry On” y la estratosférica versión del “Wuthering Heights” de Kate Bush. “Holy Land está representado sólo por tres cortes, pero todos excepcionales. Un disco que nos pareció lento en un principio pero que es una de las grandes maravillas del metal de los 90. “Nothing to Say” y “Carolina IV” son pura magia y ayudan a que la gente vea el por qué Angra son leyenda. Incluyen la curiosa “Freedom Call” del EP (muy recomendado) y luego pasan a dos joyas del “Fireworks”. Un disco incomprendido en el que el sonido de los 70 fue protagonista. Quizá sí sean lo mejor de esa obra.

La era con Edu Falaschi a las voces empezó realmente fuerte. Un disco redondo y superior al anterior. “Nova Era” estaba cantado que entraría, pero no hubiera apostado por la balada “Rebirth”. “Hunters and Prey” fue una delicatesen en forma de EP que mantuvo la llama viva… pero luego la gente se olvidó de ellos. Y es una lástima, pues cuando uno escucha ahora cortes del “Temple of Shadows” ve realmente un grupo muy enchufado y atractivo. “Spread Your Fire” es de lo mejor que han grabado nunca y “Waiting Silence” está a la altura. Bittencourt cree que ese disco es el mejor de toda su carrera. El rollo progresivo y sus raíces cariocas aparecen en todos los temas, pero su heavy metal es también de muchos quilates. Los instrumentos tribales irrumpen en “The Course of Nature” y en “Salvation: Suicide”, ambas del “Aurora Consurgens”, quizá su disco más oscuro y el más flojo. Los dos temas de “Aqua” elevan el listón, otro gran disco, pero la versión del “Kashmir” de los Zeppelin es curiosa y poco más. Y eso que es el único regalo a los fans completistas, y muchos seguro que ya la han oído.

Rafael cuenta sin tapujos cómo en sus años mozos el grupo padecía de egolatría, muchas tiranteces y múltiples errores de juventud. Eso no les impidió grabar temas maravillosos, pero obviamente estamos hablando de un grupo que ha ido de más a menos. Desconozco hoy en día si Edu Falaschi continua con ellos, pero dudo que sin él la cosa pueda mejorar. Obviamente todo pasaría por el retorno de André Matos, sabiendo que Confessori ya está. Pero el problema que debe haber es que André exigirá que Luis Mariutti (bajo), su mano derecha, vuelva con él a Angra. Y echar a Felipe Andreoli de un puesto que se ha ganado… va a ser sumamente difícil. Esperemos que Angra tengan mucho más que decir y que el hijo pródigo vuelva al redil. Pueden seguir demostrando que son unos músicos privilegiados, de eso no hay ninguna duda. Y un consejo final: si queréis algo realmente raro y espectacular de Angra, intentad conseguir el unplugged grabado en un FNAC de Francia en los tiempos de André Matos. Seguro que en Internet estará disponible.