Therion: Beloved Antichrist

La historia manda y eso es algo que puede que para el fan de siempre lastre el disco pues la composición se centra en ello, pero los grandes momentos puramente Therion van asomando una y otra vez formando un todo al que ninguna otra banda puede llegar. Johnsson lo define como un musical de rock con voces operísticas y tienes horas de escucha para llegar a poder concebir todo esto y no morir en el intento.

Demasiada espera para un disco de una banda que nunca ha fallado en todas sus entregas. Lo de Therion es un caso único, tanto en la propuesta musical como en la calidad de sus obras. “Sitra Ahra” fue una maravilla y “Les Fleurs Du Mal” un glorioso experimento que parece que no cuajó del todo, aunque personalmente lo cuento como obra maestra. Mucho tiempo ha llovido pues desde su última entrega discográfica en 2012, por lo que la mente de Christofer Johansson hervía de ideas; tanto, que nos entrega ahora un triple disco orquestal de más de tres horas de duración basado en un libro de Vladimir Soloviov. Un empacho musical que necesita de horas y horas de audición y atención constante haciendo de ello el disco menos inmediato y complejo de todos los que han grabado. Más de 30 vocalistas invitados, personajes y una orquesta sinfónica de hilo conductor. Una especie de banda sonora a una obra teatral que se supone que algún día será puesta en escena.

De entrada parece el disco más lento y menos agresivo de todos, pero la calidad va asomando y los momentos de genialidad aparecen. El inicio es pausado combinando solistas, coro y con la banda en segundo plano. “Anthem”, por ejemplo, es lo que buscas. Aria operística de inicio para el cabalgar épico y la sobredosis de coros en un tema que hace honor al título y es hímnico a más no poder. Vas a encontrar referencias a todos sus discos posteriores a “Theli” pero sí que hay una forma nueva de componer: cada tema es un capítulo de una historia, por lo que se requieren pausas y baladas una y otra vez. En “Signs Are Here” hay belleza rimbombante con unos violines que todo lo envuelven para luego dar paso al coro. Los temas son bastante cortos contando con muchos de ellos enlazados y con pasajes de poco más de dos minutos. “Hail Caesar” tiene regusto arábigo y metales grandilocuentes sumados a un coro que recuerda a “Vovin” y a “Deggial”. En “Dagger of God” hay presencia de piano con voz de soprano. Hasta 30 vocalistas participan en esta locura: la mayoría ex de Therion, el resto recomendados.

El típico riff de guitarras a lo Therion irrumpe en “Temple of New Jerusalem”, escogida como single para que la gente vea que son los Therion de toda la vida, incluso en onda “Gothic Kabbalah”. Mismos ingredientes para “Astral Sophia” buscando la oscuridad en las voces y toda la ampulosidad requerida, mientras que en “Morning Has Broken” encontrarás esos duetos masculino-femeninos repletos de belleza y emoción. “Laudate Domium” se centra en las voces alternadas consiguiendo un final clásico realmente precioso. La originalidad manda en “Time Has Come Final Battle” intercalando lírica y fuerza y derrochando épica y grandilocuencia pero con una base metal de riffeado thrash. Se despiden con “Theme of Antichrist” incluyendo campanas y dejando un bonito epílogo a este magno viaje de los sentidos.

La historia manda y eso es algo que puede que para el fan de siempre lastre el disco pues la composición se centra en ello, pero los grandes momentos puramente Therion van asomando una y otra vez formando un todo al que ninguna otra banda puede llegar. Johnsson lo define como un musical de rock con voces operísticas y tienes horas de escucha para llegar a poder concebir todo esto y no morir en el intento. En general echas de menos al sonido clásico y reina la sensación de que han evolucionado excesivamente hacia lo operístico, pero es sólo al principio. De todas formas hay que darle mucho tiempo al disco(s) e ir paladeando poco a poco. Probablemente para poder escribir una crítica más completa debería haberla escrito tras bastantes más escuchas, pero el tiempo apremia…