The Black Crowes: Before The Frost… Until The Freeze

Tener en mis manos "Before The Frost… Until The Freeze" me ha traído a la memoria los años 60 y 70. Unas décadas en las que las grandes bandas de rock eran capaces de publicar dos joyas maestras en un mismo año. Unos años en los que el alma y el cuerpo de una canción era lo más importante y se mantenía ajeno a las peripecias del marketing y la industria discográfica. Claro que, tratándose de THE BLACK CROWES, es casi irremediable pensar en esos dorados años para el rock. Nos lo transmiten a través de sus canciones.

Poco más de un año nos han hecho esperar los hermanos Robinson desde su anterior “Warpaint”, haciendo más amena la espera con el directo “Warpaint Live” a comienzos del año en curso.  Y miren por donde nos entregan un disco doble un tanto peculiar, aunque imagino que el poseer discográfica propia te permite ciertas licencias para no tener que esperar el beneplácito de terceras personas. Este trabajo es el resultado de las grabaciones de estas nuevas canciones durante cinco noches en los Levon Helm Studios de Woodstock, New York. Material interpretado y grabado en directo frente a una audiencia íntima formada por fans de la banda. Para rizar más el rizo, e imagino que para poner su granito de arena en esto de abrir otros caminos en la industria de la música de hoy en día, más que llorar por los rincones con la piratería en mente, THE BLACK CROWES ofrecen el segundo disco "…Until The Freeze", de forma gratuita para descargar (con portada propia incluida) con un código que se ofrece en la copia original de "Before The Frost…”

Pero metiéndonos de lleno en las canciones que aquí se incluyen, hay que decir que THE BLACK CROWES siguen con una inspiración que sólo puede venir de las mismísimas entrañas. Abren su primer disco con “Good Morning Captain”, y ya, desde los primeros arpegios con el que abren, reconoces su sonido propio. Buen tema para caldear el ambiente antes de descargar “Been A Long Time (Waiting On Love)”, que sin querer parecer exagerado, es de los mejores temas que han grabado en la última década. Pura rabia comedida que finaliza en un desparrame de solos de guitarras de larga trayectoria que hace disparar los aplausos de los afortunados asistentes. Si no se tratara de un tema nuevo, podría pasar por una gran improvisación en vivo a la vieja usanza de cualquier canción con la frescura propia de su disco debut. Vuelven a la relajación con una sentimental y melódica “Apaloossa”, donde Chris Robinson nos mantiene en vilo con una interpretación majestuosa. Su rock más que reconocible viene de la mano de “A Train Still Makes A Lonely Sound”. Y es que aunque siempre hayan sido transparentes como un cristal en sus influencias, es en este tipo de cortes donde te das cuenta que los cuervos negros tienen un sello muy personal. Rompen los esquemas con el single “I Aint Hiding”, con elementos electros y bailables que no caben esperar en el sonido de los neoyorquinos. Aunque ahí están sus destellos de rock y rhythm & blues como ellos sólo saben ejecutar. Ese sonido bluesy pausado lo reflejan de maravilla en “Kept My Soul” y retoman su carácter emotivo en “What Is Home”, con gran peso en las acústicas y con alguna que otra bandurria para darle un toque country. Siguen moviéndose en los tempos lánguidos con “Houston Dont Dream About Me”, antes de volver a la carga con “Make Glad”; puro tema de rock sureño con su inconfundible aroma hippie de los 60. Esa tónica se repite en “And The Band Played On” (con los coros y la voz principal haciendo unos curiosos juegos de preguntas-respuestas), con la que encaran el final de este primer disco, antes de regalarnos la balada “Last Place That Love Lives” a modo de cierre. Chris Robinson es capaz de hacerte erizar los pelos de todo tu cuerpo con su cálida voz cuando canta casi a capella, y además, se hace acompañar con una parte instrumental épica propia de los grandes westerns.

El segundo disco "…Until The Freeze" da comienzo con una curiosa “Aimless Peacock”; un tema prácticamente instrumental propio de la música irlandesa. Sin querer usar la palabra “sobras”, es cierto que en este segundo redondo los temas no alcanzan el nivel de lo que cabe esperar de un nuevo trabajo de THE BLACK CROWES. No es que canciones como “Shady Grove” o “Roll Old Jeremien” tengan parte de encanto., pero los temas son un pocos más lentos, más experimentales (pongamos como ejemplo “Greenhorn”), y si no fuera por esa frescura y esa sensación de directo e improvisación que han conseguido en el contexto de este doble trabajo, perderían bastantes enteros. A destacar la balada “Lady Of Avenue A”, donde Chris Robinson nos encandila con su voz al igual que en “So Many Times” y “Fork In The River”, pero grabar tres cortes lentos de forma consecutiva no es muy buena idea a priori. Resulta tedioso. Vuelven al sonido del antiguo oeste con “Garden Gate” y “Shine Along”, aunque en esta última consiguen imprimir su identidad con ese toque bluesy en el estribillo.

Podríamos considerar "Before The Frost… Until The Freeze" como un solo disco. El primero es un trabajo de estudio a la altura de THE BLACK CROWES. El segundo podríamos considerarlo como un regalo, como un disco de rarezas o caras B, simplemente que todos son temas nuevos y, según los neoyorquinos, son publicables al igual que los que se incluyen en el primer redondo. Lo más importante es que esta formación se siguen manteniendo en forma, y que van cogiendo ritmo. Esperemos que las peleas entre los hermanos Robinson tarden en aparecer, ya que mientras tanto seguirán haciendo discos y conciertos demostrando que siguen siendo “La Banda Más Rock n’ Roll del Rock n’ Roll”.