Desde las frías tierras de Dinamarca llegan Baest. Una joven banda formada en 2015 en la localidad de Aarhus, cuyo nombre lleva por significado “bestia” o “bruto” en su danés natal y Tamara Ruiz os resume a continuación.

Son una agrupación de corta experiencia, pero a principios de este vigente 2018, el grupo escandinavo firmó con Century Media, lo que les permitió, en parte, lanzar este “Danse Macabre”, primer trabajo de estudio de larga duración con el que cuentan. Además, a pesar de llevar tan solo tres años juntos como banda, los daneses han dado alrededor de media centena de conciertos durante su primer año de carrera, apareciendo asimismo su nombre en carteles de festivales como Copenhell, Roskilde o Eurosonic. Aparte, han compartido escenario con prestigiosas bandas de la escena entre las que se encuentran Dying Fetus, Entombed A.D. y Hatebreed, incluso el ex cantante de Immortal, Abbath.

Metal a la vieja usanza

Este álbum se había hecho de rogar desde la salida de su primer EP “Marie Magdalene” en 2016 y la salida de su single “Crosswhore” por la calidad del sonido mostrada en ambos. El eje vertebrador de su música está emana influencias del death metal de la vieja escuela de bandas europeas como Grave, la superbanda Bloodbath o los americanos Morbid Angel e Incantation. El quinteto se compone por Mattias Melchiorsen al bajo, Svend Karlsson y Lasse Revsbech a las guitarras, Sebastian Abildsten a la batería y, finalmente, Simon Olsen a las voces.

La Danza de la Muerte

A nivel compositivo, Baest, basa sus letras en el movimiento artístico desarrollado durante la Edad Media conocido como Danza de la Muerte o Danza Macabra. Un género artístico en el que se representaba una personificación alegórica de la Muerte a modo de esqueleto humano, la cual invitaba a bailar a diferentes personas de clase social y edades diferentes alrededor de la tumba de un difunto. A nivel musical y dentro de este género es un tópico que de manera sistemática encaja bastante bien dentro del estilo.

El disco se inicia con el single principal “Crosswhore”, una buena muestra de lo que va a ser a continuación el álbum al completo. La canción se inicia con unos contundentes y siniestros ritmos de guitarra que desembocan en la oscura voz de Olsen. Los riffs de guitarra que sobresalen entre medias de las oscuras melodías dan bastante gancho a la canción. Aunque la totalidad del disco se ve marcada por una gran influencia del death metal sueco, se aprecia claramente una tendencia hacia la era del “Domination” de Morbid Angel.

“Hecatomb” arranca de una manera bastante más acelerada, dejando entrever algún que otro compás de black metal entremezclado a lo largo de la canción. Es un tema que da bastantes giros y que acercándose a su ecuador cuenta con un solo de guitarra limpio bien pudiéndose encuadrar dentro de una canción de heavy metal. El corte culmina con el sonido de una leve tormenta que hace de enlace perfecto con el siguiente track.

Baest – Danse Macabre continua la historia de su predecesor, una introducción acústica de casi minuto y medio, protagonizada por la anterior llovizna, cambia radicalmente al iniciarse el rotundo riff principal. Su ritmo acústico te hace mantener la atención sobre lo que a continuación se te vendrá encima.

Esta excelentemente bien escogida como pieza principal, pues es junto con la última canción del disco, la más extensa. Además de ser aquella en la que se aprecian más giros y cambios de ritmo a lo largo de toda su extensión, mostrando la versatilidad de los escandinavos en toda su plenitud. Con “Atra Mors” llegamos al ecuador de este redondo. Éste continúa la estela de las atmósferas oscuras y envolventes de “Heatomb” o “Crosswhore”, combinando sus ritmos con algún toque de thrash. Una de las propuestas más fuertes que oferta este “Danse Macabre”(Baest) junto a su compañera “Messe Macabre”.

No solo de guturales se compone el death metal

Difuminando todo atisbo de agresividad se encuentra “Ritual”, sin duda la sorpresa del álbum. Se trata de un fragmento íntegramente instrumental, compuesto en su totalidad en acústico. Quién lo diría ¿verdad? Apenas un par de minutos en los que la cadencia de la guitarra se ralentiza al extremo completamente, perfilada con una leve distorsión que irrumpe plenamente en “Vortex”. La anteriormente citada y “Ego Te Absolvo” cierran el álbum de una manera completamente aplastante. Esta última es junto a “Danse Macabre” la más larga del CD, bien merecedora también de haber podido ser el track principal de este álbum. Las diversas variaciones vuelven a ser protagonistas, quebrantando toda posible señal de linealidad.

La banda danesa ofrece un álbum directo cuyos, sin extenderse demasiado y sin relleno, con 8 temas que muestran claramente lo que la agrupación escandinava es capaz de ofrecer. La fórmula que plantean Baest no es para nada novedosa, ya que innovar en este género es una labor más bien compleja. Pero la jugada les ha salido bien, augurándose un futuro bastante prometedor dentro del género.

Grupo:Baest

Discográfica:Century Media

Puntuación:7

Canciones:

  1. Crosswhore
  2. Hecatomb
  3. Danse Macabre
  4. Atra Mors
  5. Messe Macabre
  6. Ritual
  7. Vortex
  8. Ego Te Absolvo

Año:2018-08-17

Votación de los lectores:5