Airrace: Back to the Start

La elegancia viste sus mejores galas con Airrace. Hard-AOR de bellísima factura y muchos quilates de la mano de un grupo al que pocos, muy pocos recordaban. Es el grupo en el que debutó Jason Bonham y que tan sólo editó otra preciosa joya a principios de los 80. Frontiers Records sigue rebuscando en el catálogo clásico y en lo más tapado ofreciendo unos comebacks antológicos. El caso es que estos ingleses bordan todos y cada uno de los temas, repuntados por una producción tan pulcra como perfecta.

La labor de Keith Murrell a las voces es sensacional, pero especialmente destacan todos en tareas de composición. Los ecos Jourey y Foreigner impregnan un compacto muy bien nivelado y deudor con las bandas que hicieron grande al estilo. Cortes como “Keep on Going” o la que da título al disco son preciosas gemas. Los teclados de Toby Sadler impregnan todo el CD, casi sin que destaque su presencia, pero allí está. Una de las claves de su sonido. Los 12 temas no poseen nada de original, pero tanto da, si te gusta el estilo este disco es imprescindible.

“Just One Kiss” es un tema más comercial que suena a banda sonora de serie televisiva tipo “Los Problemas Crecen”, con esas voces dobladas y esos estribillos inmaculados. No hay que olvidar el enorme trabajo de Laurie Mansworth a las seis cuerdas, el auténtico motor de la agrupación. El mejor ejemplo de ello es la hímnica “Two of a Kind, posiblemente, lo mejor de este compacto. A pesar de lo predecible y obvio (muy de manual) la elegancia y la calidad van sobradas y muestra de ello es la impecable “One Step Ahead”, gran estribillo y otro gran solo muy a lo Neal Schon. Cierran con “What More Do You Want for Me”, con unos teclados muy a lo Van Halen y un puente-estribillo dorado.

En Airrace todo funciona como un reloj, hasta la portada inspirada en las obras imposibles de Escher es todo un acierto. Destilan calidad, son pura melodía y el trabajo entra desde la primera escucha. Quizá faltan un par de temas algo más diferentes, arriesgados y rompedores, pero tampoco podemos ponerle peros a algo sumamente trabajado y brillante. Tras 25 años de silencio este grupo demuestra su enorme valía. Supongo que habrá valido la pena esperar.