As I Lay Dying: Awakened

Gutural-melódico, gutural-melódico… lo que se ha convertido en una fórmula estereotipada con los últimos años, sobreexplotada por muchos grupos, algunos siguen sabiendo usarla para beneficio propio. AS I LAY DYING son el ejemplo perfecto para demostrar que no se trata de una estructura obsoleta, y que sólo hay que saber construirla en condiciones, montarla, y no alternarla con unos patrones fijos.

‘Cauterize’ fue un más que buen adelanto con todas las características propias de sus composiciones. Un grito de Tim Lambesis arrancaba el tema (y a su vez el disco), acompañado de la velocidad de sus compañeros y mucha caña… ¿y qué más? Pues sí, los coros de Josh Gilbert, a quien eché en falta en parte en su anterior ‘The Powerless Rise’, donde no estaba tan presente. Pero insisto, la diferencia con otros la marca que lo que es alternancia de voces en muchos grupos, aquí es unión, haciendo de AS I LAY DYING una banda poderosa. El videoclip de ‘A Greater Foundation’ (segundo tema, enlaza directamente con ‘Cauterize’) confirmaba las buenas vibraciones, siendo aún más bruto en sus partes guturales (ayudan los coros de apoyo del resto de la banda en el puente previo al estribillo), y más accesible en las melódicas. Y a grandes rasgos, los otros nueve cortes se mueven en los mismos terrenos.

La conjunción de registros vuelve en ‘Resilience’ y en una veloz de primeras, y épica después ‘Wasted Words’. En ella encontramos unos cambios de ritmo que se acentúan en ‘Whispering Silence’, la canción que se lleva la palma en cuanto a melodía, pero que también incluye algún tramo frenético; tiene todas las papeletas para ser single, muy al estilo ‘I Never Wanted’ con Gilbert como protagonista… si no fuera por ese pedazo de final tan machacón que se han marcado; de lo más destacado de todo el disco. La jugada la repiten en cierta manera en otra notable ‘Defender’. Para ‘Overcome’ vuelven esos coros hardcore del resto de la banda arropando a las otras dos voces, Lambesis se convierte en protagonista en ‘No Lungs to Breathe’, y para el final reservan otro par de cartuchos. Por un lado la completa ‘My Only Home’ (precedida del interludio ‘Washed Away’) donde vuelven a hacer alarde de sus cambios de ritmo, y ‘Tear Out My Eyes’, que si bien no nos muestra nada nuevo respecto a los cuarenta minutos que llevábamos antes, termina en todo lo alto de nuevo tirando de épica. Mención especial para la labor de Phil Sgrosso y Nick Hipa, que no sólo han plagado el álbum de grandes riffs, sino que se han gustado más que nunca en los solos.

Quizá algunos puedan achacar que es el trabajo donde más han caído en la dualidad, pero yo lo veo más cuestión de equilibrio que otra cosa.El quinteto de San Diego siguen siendo una debilidad, lo reconozco. Pero es que llevan muchos años (y discos) de sobresaliente alto, y es algo de admirar hoy en día. En su caso particular, y a título personal (y nacional), sólo tienen un punto negro: no haber venido todavía a España. Parecía que su gira europea con TRIVIUM iba a poner fin a ese borrón, pero justo las fechas de la península son sin ellos (igual que ocurrió el pasado año con AMON AMARTH). ¿Conspiración? Quién sabe, pero ya empieza a ser un caso raro.