The Faceless: Autotheism

Ojo al parche y el que avisa no es traidor; estamos ante uno de los mejores discos del año, en cuanto al estilo Death Metal Técnico-Progresivo se refiere, los americanos se han marcado un discazo de los que hacen época y han dado un golpe en la mesa diciendo a todo el mundo, que son una de las banda con más futuro dentro de la escena del Metal Extremo.

Mucho ha evolucionado la banda desde la publicación en 2006 de su primer álbum, llamado “Akeldama”, han ido abandonado los sonidos Deathcore que les vieron nacer, dejando paso a un Death totalmente técnico, cosa que ya se vió en su siguiente álbum,  el poderoso “Planetary Duality”, y abrazando de manera clara la causa progresiva en este último larga duración “Autotheism”.

Su líder Michael Keene ha sabido mantener a flote la nave y pesar de los cambios acontecidos por la banda a lo largo de los años, ha conseguido crear una banda que si en un principio apuntaba a un grupo más de la escena Deathcore, el dejarse influenciar por otros estilos, ha creado una transformación en el grupo, que les ha catapultado a poder llegar a ser un referencia dentro del género en el futuro.

Este nuevo álbum de tan solo 40 minutos, se convierte en el de mayor duración que han realizado hasta la fecha, las influencias progresivas han sido las culpables a la hora de la realización de temas de mayor complejidad y estructura compositiva. Todo no puede resultar positivo, como punto negativo a tener en cuenta, es la perdida de agresividad en su conjunto, la utilización de orquestaciones y demás instrumentos creados para realizar todo tipo de ambientaciones y atmósferas, todo esto tiene como ventaja que el producto final está más elaborado, pero la fuerza y la contundencia se pierden por el camino.

El disco se abre con el tema “Autotheist” dividido en tres movimientos, el primero de ellos es “Create”, no dejan lugar a dudas de lo que nos van a ofrecer en la obra, combinación perfecta entre orquestaciones y efectos de corte progresivo, junto con un Death Metal de lo más agresivo y lacerante. Se abre el tema con un  piano lúgubre y un cuarteto de cuerda de acompañamiento, estallan riffs melódicos que envuelven a la voz melódica y dulce de Michael Keene que ejercerá toda la obra el contrapunto en la voz, a la del vocalista Geoffrey Ficco que tiene a su mando las voces guturales, encontramos en el tema hasta destellos Doom, lento, parsimonioso a la vez que agresivo.

El segundo movimiento “Emancipate” es mucho más brutal y contundente, el Death Metal coge aquí el mando y no lo suelta en toda la canción, aunque siguen alternando pasajes de corte progresivo; en cambio en el tercer movimiento “Deconsecrate” todo nos recuerda a un revival de rock de los 70, influencias de los nuevos OPETH en “Heritage” toda la atmósfera creada es muy evocadora.

Fuera ya de esta trilogía, los temas sueltos nos van dando en cuenta gotas, todas las diferentes vertientes  que lo definen como grupo, nos encontramos brutalidad sin más, en la salvaje “Accelerated Evolution”, aunque sin olvidar incluso influencias progresivas del ámbito del Jazz. De similar estructura es “The Eidolon Reality” aunque aquí la voces limpias consiguen crear un tema algo más melódico.

La épica más grandilocuente,  nos la encotramos en “Ten Billion Years”, riffs de guitarras poderosos acompañados de unos teclados que suenan sinfónicos  y a la vez terroríficos, uno de los temas más complejos del disco.

Por último los temas que resumen todo lo que quieren ofrecer en el disco, el interludio “Hail Silence” que da paso a la brutalidad más extrema de “Hymn of Sanity” y la épica, y orquestal a la vez, “In Solitude” que se ofrecen como gran compendio de toda la versatilidad, de la que es capaz de hacer gala el grupo.

Obra maestra, discos como estos te reconcilian con la música y de que manera.