Audioslave: AUDIOSLAVE

LA UNIÓN HACE LA FUERZA. Ahora que Soundgarden han pasado a mejor vida y que Rage Against The Machine
se han separado de su líder insustituible, que mejor que unir fuerzas en pos
de un éxito asegurado.  Viendo caer en picado las carreras de las bandas que
pierden su frontman, los supervivientes de RATM han encontrado petróleo juntándose
con una de las mejores voces del grunge (y porqué no decirlo… del rock actual):
Chris Cornell. Audioslave es una acertada simbiosis entre los Soundgarden
de la etapa Superunknown (la más comercial) con restos de la herencia más
característica de los RATM. Atrás quedan los rapeados, los ritmos frenéticos
y la reivindicación en forma de compacto. El acertado giro de la banda les
aleja del autoplagio musical en el que habían caído los anticapitalistas.
En Audioslave se ha apostado por las composiciones y se ha logrado una buena
alquimia capaz de reverdecer la caduca escena mal-llamada alternativa. Cortes
accesibles como “Cochise”, “Gasoline” o singles potenciales como “I Am The
Highway” o “What You Are” pueden funcionar perfectamente. Esta última posee
un devaneo creativo de Morello que recuerda a su labor en su anterior grupo.
“Hypnotize” a muchos les podrá parecer una heregía debido al uso de samplers
pero es más un tema experimental de excepcionales resultados. Cornell luce
garganta adaptándola perfectamente a cada situación e incluso rozando el pop
caso de “Like A Stone” con acústicas incluídas o rasgándola como antaño en
“Shadow On The Sun”. La producción del disco es excepcional y la batería de
Brad Wilk suena perfecta pese a no lucirse excesivamente. “Set It Off” puede
incluso inducirte al headbanging con un riff a lo Black Sabbath y una melodía
vocal hard rockera. Riffs como el de “Shadow Of The Sun” van a alegrar enormemente
a los fans de RATM y porqué no, también a los nostálgicos de la época del
Badmotorfinger de Soundgarden. Impresionante el virtuosismo creativo de Tom
Morello en “Exploder” con un bajo funkie de Tim Commerfod.

Disco de fácil escucha y sumamente entretenido que demuestra que las carreras
de este cuarteto siguen todavía muy vivas. Recomendado especialmente a los
seguidores de sus exbandas y a los adoradores de la escena grunge y alternativa
que desde hace ya más de un lustro va perdiendo fuelle.

Audioslave es el mejor regalo para los fans decepcionados tras las separaciones
de las mencionadas bandas y una de las más firmes apuestas musicales que han
aparecido en el mercado estadounidense en los últimos tiempos.