Trivium: Ascendancy

Dentro de la eclosión metálica que Estados Unidos ha vivido en los últimos
cinco años, pocas veces ha habido oportunidad de ver un disco tan brutal como
este. Muchas bandas sosas, sin demasiada sustancia, campan a sus anchas por
las estanterias de las tiendas de discos, pero la energía juvenil y la mala
hostia del inicio del mundo adulto se combinan perfectamente en el segundo disco
de TRIVIUM. Tras haber editado un disco llamado “Ember To Inferno” a través
del sello alemán Lifeforce en el 2003, la banda ha firmado ahora por Roadrunner
Records y ha parido un disco que tiene tantas raíces en el Thrash de los 80
como en el nuevo metal americano de finales de los 90.

Que nadie se asuste: esto no es rap –metal ni nada que se le parezca. Simplemente,
la concepción de la melodía y la harmonía vocal en los estribillos es un elemento
muy típico de las bandas de la nueva hornada de metal americano.  El resto de
la música es Thrash del de toda la vida, con retazos de SLAYER, de los viejos
METALLICA, de KREATOR y de todas las glorias del género. Pese a la joventud
de la banda (el guitarra y vocalista Matt Heafy tenía 18 años cuando se editó
el disco a mediados de este año, imagino que si no sigue teniendolos, muy probablemente
tenga 19 ahora, aunque nunca se sabe), parecen tener muy bien aprendida la lección.
Dudo que el señor Heafy naciera a tiempo de asistir a la gira de “Ride The Lightning”
–yo tampoco pude- pero parece que la influencia del resurgimiento del Heavy
Metal en Estados Unidos ha tenido su efecto en los más jovenes, con bandas como
LAMB OF GOD, CHIMAIRA y demás llevando la voz cantante en su país.

La caña que meten hace que uno comience a pensar que Tom Araya es el padre
de alguno de ellos. Temas como “A Gun To The Head Of Trepidation” contienen
fraseos de guitarra diabólicos, voz brutal e ininteligible (como mandan los
cánones), y un batería pesado y técnico como él solo. La melodía, com dije antes,
tiene mucha culpa de que éste disco sea capaz de gustar: en temas como “Drowned
And Torn Asunder” la banda dobla guitarras y crea pasajes que hacen pensar que
va a haber un poco de calma, pero a la que nos despistamos estallan en una auténtica
bomba de brutalidad, corrosión, melodía y distorsión. Otros temas destacados,
con especial mención al duo guitarrero de Heafy y Crey Beaulieu, son “Rain”,
el trastornador “The Deceived”, y el melódico “Departure”, con partes de guitarra
que a uno le hacen pensar en Hetfield y Hammett a ratos.

Todo un descubrimiento y el mejor remedio para que en América dejen de escuchar
tonterias y comiencen a escuchar Metal de la manera que debe ser ejecutado:
con convicción, rabia y mucha, mucha mala leche.