Leo Jimenez: Animal Solitario

Parece mentira, pero ya han pasado quince años desde que Leo Jiménez saltara a la primera plana de la escena estatal con ‘Vientos de Guerra’ a finales de los 90. Antes ya había formado parte de otras bandas, y después haría lo propio con otras. STRAVAGANZZA fue el siguiente paso, ya consagrado como una de las figuras del heavy metal de este país. Antes de su descanso indefinido ya pudimos disfrutar de su primer álbum como 037, y tras ese anuncio hicimos lo propio con el segundo. Con una carrera tan prolífica, el siguiente paso ha sido poner su nombre por bandera para hacer libre el animal solitario que tiene dentro… aunque se ha acompañado bastante bien.

Carlos Expósito vuelve a ser su fiel baterista después de haber compartido con él varios años. Edu Fernández vuelve a su lado al bajo, mientras que para el puesto de guitarra solista se hace acompañar de Antonio Pino, ex-ANKHARA. No hay nada como saber rodearse para que algo funcione. La pregunta es obvia: ¿qué nos vamos a encontrar en este álbum? Leo nos ha mostrado distintos lados a lo largo de los años, y se nota que ha sido (y es) un músico inquieto a la hora de componer. Como primer adelanto tuvimos el videoclip de ‘Tu Destino’, con el que el impacto visual estaba asegurado. La canción acompañaba, y la letra más todavía. De hecho, a lo largo de todo el trabajo hay un denominador común en forma de resentimiento o antipatía; no hay más que ver los títulos de varias de ellas, destacando el de ‘Misantropía’ sobre los demás. ‘Tu Destino’ es machacona, con Leo protagonista en algunos agudos marca de la casa y un cambio de ritmo final hacia derroteros más acelerados. Ese lado más rápido lo pudimos apreciar más en el segundo adelanto, ‘Desde Niño’, que en el disco viene precedida de una intro a modo de ‘Declaración de Intenciones’. En esa segunda canción se hace referencia a ese momento en el que todo cambió (“… ya hace veinte años que pasó, y lo recuerdo como el día mejor. El sonido hizo perder mi razón y desde entonces no paró”). Ideal para dar el pistoletazo de salida. El tempo baja para continuar con la citada ‘Misantropía’, que se ha ido convirtiendo en cada escucha en una debilidad total, tanto por su ritmo como por esa letra tan ácida y el estribillo al trote con Carlos marcando las pautas a seguir; al final del álbum encontramos una versión en la que aparece Tanke Ruiz. Tras la ya mencionada ‘Tu Destino’ siguen los títulos explícitos, empezando por el medio tiempo ‘Del Amor al Odio’ (cuyo inicio puede recordar vagamente al famoso ‘Eye of the Tiger’), con importancia clave en la energía central y de su estribillo, y una emotiva ‘Tu Triste Soledad’, con inicio acústico y solo de guitarra posterior espectacular del propio Leo.

Si antes hablaba de la debilidad por un tema concreto, con ‘No Hay Más Canciones Para Ti’ ésta se acentúa. La canción más agresiva y cruda de todo el álbum con la aparición de Mero Mero de CUERNOS DE CHIVO para las partes guturales; contrapunto perfecto a la voz de Leo. Si añadimos lo pegadizo que resulta y ese punteo central desembocando en el solo de Antonio, encontramos la mejor composición de ‘Animal Solitario’. Para el tramo final volvemos a encontrar a Tanke en una simple pero muy efectiva ‘Corazón Salvaje’, y la balada ‘Qué Tendrás’, que consigue poner los pelos de punta, originalmente compuesta por David Bisbal y Daniel Betancourt, y cuya nota a pie de letra en el libreto reza lo siguiente: "La músika es un karamelo kon un envoltorio ke lo kubre. A veces el envoltorio es distinto, pero el karamelo de dentro es igual de bueno. Nunka olvides ke lo importante está en el interior y no en el papel ke lo kubre". Siguiendo con el lado más sentimental de la banda, cierran con ‘Vuela Alto’, en la que acompañan orquestaciones en segundo plano y un nuevo solo con tintes épicos, de esos que coronan no sólo una canción, sino un disco entero.

‘Animal Solitario’ tiene de todo. Tiene rabia, tiene fuerza, pero sobre todo, y haciendo referencia al último párrafo, despliega todo tipo de sentimientos; se nota hasta en la portada del propio disco. Y la música, cuando está hecha con ellos, logra transmitir algo de lo que muchos grupos adolecen hoy en día.