Faith No More: Angel Dust (Reedición)

El disco es una amalgama de patrones complejos de batería, con voces sorprendentes, líneas vocales desquiciadas, teclados galácticos y una composición cambiante que de inicio puede llegar a desesperar. Pero una vez entras en su mundo descubres que los temas tienen un gancho poderoso, que el metal es común denominador en el disco y que en definitiva: estamos ante una obra maestra.

Maravilloso, genial, avanzado a su tiempo… “Angel Dust” es tan bueno que si saliera hoy seguiría siendo innovador. Todo lo que sacaron estos locos, también lo actual, merece ser reverenciado, pero a la hora de quedarnos con un disco emblemático… la cosa estaría entre “The Real Thing” y el que nos ocupa. “Angel Dust” (1992) es una obra ecléctica y caótica. Descolocó a muchos y cada canción es un mundo que poco o nada tiene que ver con la anterior. Jazz, metal, pop, funky… Marcó un cambio importante de sonido respecto a “The Real Thing”, siendo menos netamente metálico y sin los elementos de hip hop. “Angel Dust” es libertad total hacia cualquier otro género musical, la posibilidad de que Patton compusiese y pudiera trabajar mejor las partes vocales, pero eso también terminó por desquiciar al gran guitarra Jim Martin que decidió largarse al ver que el peso de los elementos metal quedaban en entredicho.

Este disco atrapó a toda una generación, desde el primer tema hasta esa portada con una cigüeña disecada, pasando por las fotos del matadero con la vaca despedazada, o la banda, que había superpuesto sus caras sobre una instantánea del ejército ruso. Esplendorosas y espectaculares siguen sonando “Land of Sunshine”, con el organillo de circo y las risas infernales que impregnan la canción, y “Midlife Crisis”. Para un servidor, lo mejor de la obra. Han tenido el gusto de colocar las portadas de los singles de la época, quedando todo la mar de completo. Las dos versiones son tan extrañas como bellas. Por un lado la archifamosa versión de “Easy” (Commodores) con ese toque elegante y sorprendente y que a la vez fue un single de mucho éxito. La otra, la pieza instrumental de “Midnight Cowboy” que aparecía en la famosa película y en la que Patton hace sonar su armónica.

“Caffeine” es oscura y de lo más metálico del disco, dejando que entren pequeños detallitos instrumentales. “RV” es una de las adorables marcianadas, esta vez cabaretera. Lo mejor de volver a escuchar esta obra tras tanto tiempo es que sigues descubriendo detalles como en la genial y atmosférica “Smaller and Smaller”, en la que va creciendo la agonía de un Patton colosal. Hay que mencionar otras joyas como “Everything’s Ruined”, “Kindergarten” u otra de la más agresivas: “Malpractice”. La hímnico-funky “Crack Hitler” está dominada por el bajo y los coros y en “Jizzlobber” vuelven con otra pieza galáctica y caótica que tira de teclados irritantes y con otra gran demostración de lo que puede hacer el sr. Patton. “Be Aggressive” es otra pieza maestra. ¿Cómo a alguien se le ocurre hacer un estribillo deletreando el título del disco? Fue tan genial que Marilyn Manson la plagió para “Be Obscene”.

El bonus disc es una auténtica maravilla. Hasta 17 cortes, todos con un sonido excelente y en el que la gran mayoría son tomas en directo de un concierto Munich. Ideal para hacerse una idea de cómo las gastaba el grupo en 1992 estando en la cresta de la ola. Coristas femeninas en “Be Aggressive” y tremendos en “We Care a Lot”, que en esos tiempos sonaba realmente rara y espacial. Si quieres entender por qué Mike Patton es un vocalista diferente a todos, escúchate el “Edge of the World”, grabada en Saint Louis. Hay muchas caras B de la época que estuvieron en los singles y la verdad es que no decepcionan para nada. “Easy” con vientos, temas en alemán con acordeón y tomas que quedaron fuera pero que valen mucho la pena como “As the Worm Turns” o “Let’s Lynch the Landlord” con Bordin tocando con escobillas.

El disco es una amalgama de patrones complejos de batería, con voces sorprendentes, líneas vocales desquiciadas, teclados galácticos y una composición cambiante que de inicio puede llegar a desesperar. Pero una vez entras en su mundo descubres que los temas tienen un gancho poderoso, que el metal es común denominador en el disco y que en definitiva: estamos ante una obra maestra. Uno de los diez discos que quedarían en mi particular Top 10.