Hellride: …AND THEN THE EARTH MOVED…

OTRA BANDA MÁS DE R’n’R ESCANDINAVO

Parece que la movida rock’n’rollera escandinava no tiene
vistas de darse por vencida y sigue erre que erre, facturando discos y dando
a conocer grandes bandas. Hellride son otro de los muchos productos facturados
por la discográfica White Jazz Records, toda una especialista en el género.
La historia de este cuarteto es corta pero intensa, Pete Evil montó la banda
en el 96 y pese a una crisis interna consiguió reflotar la banda fichando a
tres suecos residentes en Noruega, concretamente en su Oslo natal.

El disco es una sucesión de himnos R’n’R al más puro estilo
escandinavo. Vacilones, macarras y llenos de rabia y energía. Quizás resida
aquí el principal handicap de Hellride, repetición de esquemas. Puedes encontrar
referencias a los clásicos como Hanoi Rocks, algo de Misfits pero evidentemente
hay mucho ramalazo a bandas de su propia escena como pueden ser Hellacopters,
Gluecifer o los Dee Rangers. A diferencia de Gluecifer no tienen ese toque tan
happy ni tan a lo single descarado. Tampoco esa sonoridad pura setentera de
los Dee Rangers. Hay cortes que podrían funcionar como singles, caso de “Tempting
Ways” o “Instant Lazy Boom” de excelente riff y melodías dobladas. Como podéis
suponer, los temas apenas sobrepasan los tres minutos, pero hay tiempo suficiente
para que se explaye el cuarteto de Oslo. Atención a “Rivers Long Gone Dry” que
posee un riff a lo Black Sabbath con unas líneas de bajo al puro estilo Geezer
Butler. Cabe resaltar el impresionante trabajo de Kenneth Vidjeskog a la batería
y coros. El hecho de poseer dos guitarras solistas permite al grupo ofrecer
una amplia gama de solos y riffs muy completos. La voz de Peter Böstrom es la
típica y tópica que marcan los cánones del género. Sin ser nada del otro jueves
queda perfecta para el estilo que practican.

Disco perfectamente recomendable para los habituales degustadores
del sello White Jazz, algo perfectamente comparable con la factoría de Limb
Music y la facturación masiva de bandas de power metal. Tras escuchar su labor
en estudio a uno le quedan ganas de asistir a alguna de sus potentes descargas.
Desgraciadamente de esta movida norteña aquí sólo nos visitan los más consagrados
como Gluecifer, Backyard Babies, Hellacopters o Hardcore Superstars.