Dark Moor: Ancestral Romance

El nuevo disco de los madrileños es una auténtica obra de arte, es la cima de su proyección como músicos, el éxito completo de una forma de entender la música y en resumidas cuentas la vida. De nuevo grabado, producido y mezclado en los New Sin Studios de Loria, una vez más, a manos de Luigi Stefanini, sonando mejor que nunca, con una producción diez, donde tanto la orquestación, como los arreglos, las voces, coros, batería y bajo suenan pletóricos. El único pero del disco, si se puede llamar así, a niveles de producción, es la mezcla de la guitarra, sonando demasiado baja de sonido y con poco peso en las partes rítmicas, donde la batería de Roberto y el bajo de Mario se comen todo el sonido de las guitarras de Enrik, lo que realmente es una pena, ya que el talento del madrileño a las seis cuerdas es sublime y su estilo neoclásico/romántico incomparable.

Como gran novedad y lo que convierte a "Ancestral Romance" en una auténtica joya y en el mejor disco de la carrera de los madrileños, así como una de las obras fetiche y de obligado cumplimiento dentro del estilo, el que podemos llamar Metal Sinfónico/Romántico/Neoclásico,  está el tratamiento de los arreglos orquestales y las voces. Las orquestaciones suenan de película, brillantes, engalanadas de principio a fin, vistiendo de fiesta a la instrumentación del primer al último minuto. Enrik, tío, eres un genio. Por otro lado, Alfred se sale definitivamente del mapa. Canta de cine, modulando perfectamente, con amplios registros, excelente en las voces naturales y sobre todo, lo que siempre se le ha achacado, es que deja de ser "robot" para convertirse en humano, y por primera vez en la carrera de Dark Moor es capaz de transmitir, de mostrar sentimientos, de interpretar, de desgarrar la voz cuando el amor te juega una mala pasada o de susurrar cuando los sentimientos de melancolía y apesadumbramiento se apoderan de la lírica. Fantástico el trabajo del gaditano.

"Gadir" abre el disco. Homenaje a Cádiz como uno de los grandes focos de vida de la civilización occidental. Un tema muy sinfónico, muy orquestado. El inicio es precioso, ampuloso, ni los mejores Rhapsody lo hubiesen firmado. Lo que decía antes, la orquestación es sublime. Cuando empiezan a retumbar las trompetas se te ponen los pelos como escarpias. La batería de Roberto suena brutal, copándolo todo. Las estrofas son sugerentes, delicadas, el puente es excelente y el estribillo se convierte en el mejor de los banquetes, arropado a las mil maravillas por todo el trabajo de coros. Alfred brutal. ¿Rhapsody? ¿Nightwish? ¿Therion?… No, unos chicos de Madrid, Dark Moor. 9/10

"Love From The Stone" me atrevería a asegurar que es el mejor tema que ha escrito el amigo Enrik García en toda su trayectoria. Es pura magia, una especie de medio tiempo con mucho regusto neoclásico, muy adornado. La leyenda de los Amantes de Teruel al descubierto, el llanto de Isabel de Segura al perder el amor de su amado Diego. Berenice Musa en los coros tomando mucho protagonismo y Alfred cantando como los ángeles. La estrofa es sencilla, pero el puente te mata con la melancolía que transmite, mientras que el estribillo es pura pasión, soberanía de los sentimientos, de los que te hacen palpitar el corazón, pura magia. La instrumentación a priori es sencilla, pero todo está perfecta y extremadamente pensado. Bufff, el estribillo es de otro planeta, todos somos Isabel llorando y llorando y llorando…. 10/10

"Alaric De Marnac" recupera la esencia de su disco homónimo, un tema muy sinfónico, muy arreglado, muy adornado, un poco en la línea de canciones como "A Life For Revenge" o "Phillip The Second". El personaje de Paul Naschy sale a escena protagonizando un tema dinámico, con Alfred tomando el papel de barítono en el estribillo. En la parte instrumental Mario y Enrik se baten a duelo y nos entregan un interludio brillantísimo. 8/10

"Mio Cid" es otra de las joyas. Tema histórico con Rodrigo Díaz de Vivar como referencia como no podía ser de otra manera. De nuevo el sinfonismo de la orquesta lo copa todo en el inicio con los coros susurrando "Cid", "Cid", "Mio Cid", hasta que la instrumentación se serena para dejarnos unas estrofas pausadas, con Alfred deleitándose con eficacia, coloreando poco a poco la melodía, preciosa dicho sea de paso. El puente es directo y el estribillo muy lírico, directo al corazón, muy pegajoso. Brutal. El solo melódico, afinado a las mil maravillas, como siempre. La parte del final es sobresaliente, de nuevo calma en el tempo, toque medieval en los arreglos, de corte castellano, con aire clásico y Alfred cantando en castellano por primera vez en la carrera de los madrileños. Una delicia de canción. 9/10

"Just Rock" te descoloca. Dentro de todo el aroma añejo, romántico, realista por otra parte, de ambientación histórica que desprende todo el disco, se cuela esta especie de guiño al rock de los ochenta, con importantes influencias Queen o incluso me atrevería a citar a los míticos Survivor (Enrik, te he pillado… jejeje). Es una especie de regalo sorpresa para los fans. Dos minutos y medio de palmas, estribillos facilones y rollo ochentero. 7/10

"Tilt At Windmills" es pura e inmaculada finura. Balada preciosa, delicada y sensible donde las haya. El Quijote y sus desventuradas y chifladas hazañas protagonizan la métrica. Pianos, acústicas y melodía, mucha melodía. Todo muy dinámico y cristalino al mismo tiempo. El estribillo es puro sortilegio. Te atrapa y te atrapa y te atrapa y te atrapa… 9/10

"Canción del Pirata" es el poema de Espronceda llevado al cielo. Por primera vez Dark Moor haciendo un tema íntegro en castellano, y qué tema. Alfred se corona y muestra todas las cartas sobre la mesa, puro sentimiento y sensibilidad. Es un tema heavy a la vez que cariñoso, de nuevo genialmente arreglado y con un trabajo de coros brutal. El mítico estribillo octosilábico de rímica asonante ahora toma por primera vez vida. Colosal… y Alfred interpretando, desnudándose, ahora sí, tras el micro. Si José De Espronceda hubiese escogido una banda sonora para su distinguida rima, sin duda, Enrik García hubiese sido el elegido como compositor. 9,50/10

"Ritual Fire Dance" es la versión y visión de Enrik García del conocido Ballet del compositor español Manuel de Falla, pieza insigne de su obra "El Amor Brujo". 8/10

"Ah! Wretched Me" es posiblemente el tema más técnico del CD, muy elaborado instrumental y rítmicamente hablando. Es el corte más guitarrero de todo el álbum, siendo a la vez el más Heavy, que no el más duro. La estructura es muy clásica. Estrofa, puente y estribillo, todo impecablemente tratado desde el lado de la melodía, aunque incluso se podría hablar de que todo es un estribillo, dada la melosidad y el contenido armonioso del mismo, y todo ello con la obra de Calderón De La Barca, "La Vida es Sueño", de fondo. Muy brillante. 9/10

"A Music In My Soul" es el inmejorable final. Medio tiempo a la altura y nivel de los mejores del género, ni los mismísimos Kamelot hubiesen firmado un tema ni tan completo ni tan coqueto. El piano es puro rumor, divino susurro, como si de la mejor "nana" se tratase. Alfred vuelve a alcanzar los altares y su interpretación es de matrícula de honor. Poco a poco la canción se va "encendiendo", tomando fuerza en un "increscendo" pletórico, con los arreglos de cuerda en el papel protagonista. Obviamente las guitarras mandan y dirigen, pero la melodía de la voz es la carta de presentación. El estribillo, tanto métricamente hablando como a nivel de esquemas y de tratamiento de melodías es perfecto, no se puede escribir algo mejor. El tema es REDONDO y Alfred se corona por fin como Profeta en su tierra. Impecable. 10/10

Acabando, lo mejor que se ha hecho en este país, al nivel de "Caminos del Alma" de Amadeüs o "Los Poetas Han Muerto" de Avalanch. Por supuesto, sin nada que desmerecer a cualquier artista internacional del género. Brillante. Para la perfección absoluta tan sólo ha faltado que la guitarra copase un poco más de protagonismo rítmicamente hablando. BRAVO.