Dulcamara: Anatómicamente Imperfecto

Death melódico con pequeños tintes black y algún guiño sinfónico. No, no hablamos de ninguna banda de Suecia, Finlandia y demás tierras gélidas. DULCAMARA son de Toledo, y sí, su sonido toma influencias del metal europeo practicado por los grupos del norte desde mediados de los 90, pero son capaces de darles un toque personal, empezando por el hecho de cantar en castellano, algo poco común en nuestras fronteras, cuando lo sencillo en estos casos es tirar hacia el inglés.

Dos años después de su debut, llega este ‘Anatomicamente Imperfecto’, grabado en los estudios Sandman, con el aval de la producción a cargo de Leo Jiménez, y la masterización de Mika Jussila en Finlandia (que tendrán en esas tierras que tantos grupos se rinden a la evidencia de mezclar allí sus trabajos). Y la labor de Leo no se centra tan solo en la producción, ya que tiene tiempo de colaborar con el grupo en ‘Descenso’ y ‘Nuevo Amanecer’ con los arreglos de guitarra y bajo, prestando también su voz tanto en esta última, como en ‘Pedazos’ y ‘Engranaje De carne’. Pero la de Leo es solo una de las abundantes colaboraciones que contiene ‘Anatómicamente Perfecto’.Dave Rotten de ‘Avulsed’ muestra sus guturales también en ‘Nuevo Amanecer’, Mero Mero de Cuernos de Chivo aporta su granito hardcore en ‘Mesías’, Berse de Reshus canta en ‘Amor Enfermo’ (cuyo llanto corre a cargo de Natalia Barrios, bailarina habitual en los conciertos de Stravaganzza), y Rubén Herrero, también de Cuernos de Chivo, cede solos de guitarra en ‘Descenso’. Además, a modo de compendio, todos colaboran en los coros de ‘Mesías’. Un sinfín de colaboraciones, que, aunque bien es cierto que no se aprecien de primeras, enriquecen el trabajo.

Seguramente lo más destacado de todo el álbum sea el sonido. Cuidadísimo, ya desde el principio muestran sus influencias claramente. Como si procedieran de Goteborg, ‘Pedazos’ muestra un death melódico donde César demuestra sus dotes como cantante más allá de Nocturnia, su otra banda. Un registro que durante los nueve temas se mueve entre el death y el black sin decantarse en ningún momento por ninguno. Las atmósferas se muestran más adornadas en temas como ‘Engranaje De Carne’ o ‘Destinos Trazados’, donde los teclados de Fernando Del Olmo toman protagonismo, pero no dejan de lado la crudeza, como muestran en ‘Nunca Nada’, o ‘Anatómicamente Imperfecto’, tema que aparte de dar título al disco, lo cierra, como si de una declaración de principios se tratara.

Lo recuerdo, nada de Goteborg. Sexteto, de Toledo, practicando una música necesaria en este país, y más en nuestro idioma; y con un sonido y una producción que para sí quisieran muchos grupos, tanto españoles como foráneos.