“Alma de Fuego II” es poco menos que la confirmación de que Zenobia están aquí para quedarse. Si un buen dia a Warcry les da por colgar el hábito, Zenobia son la banda mejor posicionada para arrebatarles el trono.

El ascenso de Zenobia en los últimos años es indudable. Desde que editaron la primera parte de “Alma de Fuego” en el 2010, el grupo ha ido ganando cada vez más fans en nuestro país, siempre practicando un heavy metal honesto, con buenas ideas y componentes progresivos y power a partes iguales. Una combinación que, junto a estribillos bien cosechados, da lugar a temas que son caballo ganador. La entrada de un fuera de serie como Victor de Andrés a la guitarra tan solo ha aportado puntos a una banda que ya estaba más que cargada de ellos.

Si bien “Alma de Fuego” fue el disco que les dio a conocer a nivel más general, editar un “Alma de Fuego II” no era expresamente necesario más allá de la pura continuidad. “Supernova”, el anterior disco, había supuesto su zenit compositivo como banda, así que el uso de la nomenclatura no esconde ansias de revivir nada (como cuando Helloween grabaron aquella innecesaria y olvidada tercera parte de “Keeper of the Seven Keys” hace una década o así). Sin embargo, “Alma de Fuego II” sirve para dar la bienvenida como compositor a Victor de Andrés y asentar el formato cuarteto para la banda, que parece estar más que cómoda en esta situación.

El disco contiene una variedad de estilos dentro del heavy metal más clásico. Desde la épica cadente y densa de “Mi Destino” hasta el heavy metal básico y veloz a lo “Freewheel Burning” de Judas Priest que se puede escuchar en “100 Dardos”, la banda explora todos los rincones de la vertiente más clásica del género. En “Océanos de Fuego” optan por la instrumental para lucimiento particular de Victor y el teclista Ernesto Arranz, mientras que en “Valiente” dan lugar a la balada más estremecedora que han grabado hasta la fecha (y van unas cuantas, como prueba tener un recopilatorio dedicado únicamente a ellas. Incluso el happy metal más chorreante tiene su espacio en “Brindemos por una Canción”, con letra über-heavymetalera a más no poder. Son clichés, ellos son una banda cliché, por supuesto. Pero son buenos, las composiciones son buenas y enmarcarse dentro de los límites de un género concreto con todos sus tics no debería ser motivo de chanza, algo que sin embargo es muy propio de nuestro país.

Otras como “Las Arenas de Palmira” ofrecen contextualizacion histórica adicional, pues Palmira fue la ciudad que Zenobia reinó entre los años 267 y 272. Una breve instrumental que nos conduce a la suntuosa “Mi Destino” que ya hemos mencionado. La manera en que se arrastra la canción y el ardiente tono vocal de Jorge Berceo te sitúan rápidamente en el marco adecuado para sumergirte en la canción. Y posiblemente, ese tono áspero de la voz de Berceo es uno de los principales activos de la banda: lejos de los agudos y los gorgoritos, Berceo ofrece actitud y personalidad a raudales.

“Alma de Fuego II” es poco menos que la confirmación de que Zenobia están aquí para quedarse. Si un buen dia a Warcry les da por colgar el hábito, Zenobia son la banda mejor posicionada para arrebatarles el trono.

Grupo:Zenobia

Discográfica:Maldito Records

Puntuación:9

Canciones:

  1. 100 Dardos
  2. Angel Negro
  3. Entre Tinieblas
  4. El Pacto
  5. Corazón de Hielo
  6. Las Arenas de Palmira
  7. Mi Destino
  8. Militia Est Vita
  9. Océanos de Fuego
  10. Valiente
  11. Si Pudieras
  12. Brindemos por una Canción
  13. Borraré tu nombre (Live)
  14. Mi Alma es Tempestad (Live)

Año:2016-10-01

Votación de los lectores:5