Alice In Chains: Rainier Fog

Cuando hablamos de Alice In Chains, no lo hacemos de una banda cualquiera. Y cuando toca escuchar este “Rainier Fog”, tampoco estamos ante un disco cualquiera. Si echamos la vista atrás, muy pocos apostaban por el renacimiento de la formación en 2006, después del fallecimiento de un icónico Layne Staley cuatro años atrás.

Pero contra todo pronóstico, Jerry Cantrell y compañía nos entregaron un maravilloso “Black Gives Way to the Blue”. Y encendieron todas las alarmas. Cierto es que las expectativas no se llegaron a cumplir con “The Devil Put Dinosaurs Here”, pero la maquinaria ya estaba en marcha, y la credibilidad de Alice In Chains estaba más que probada.

Rainier Fog: un alto en el camino

Ahora publican Alice In Chains – Rainier Fog (título inspirado por el Monte Rainier en Seattle), y es necesario hacer un paréntesis para comentar lo que supone este álbum. Es la tercera entrega con William DuVal. Es decir; el cantante ya ha grabado los mismos trabajos con Alice In Chains que en su día Layne Staley. Sí; la popularidad no es la misma, pero ha tenido las narices de sacar pecho para avanzar con un grupo que ya acarrea dos muertes a sus espaldas. Es hora de mirar hacia adelante en este punto de la carrera de Alice In Chains. Conscientes o no de ello, vuelven con fuerza. Con mucha fuerza.

Sin querer adelantar acontecimientos, podemos afirmar que “Rainier Fog” (Alice In Chains) es, ni más ni menos, uno de los mejores trabajos de la banda de Seattle. Siempre que dejemos la nostalgia a un lado, y nos centremos en lo puramente musical, sin atender a marcos temporales. Que hayan grabado estas nuevas canciones en el Studio X (antiguamente llamado Bad Animals), donde registraron su trabajo homónimo conocido como Tripod en 1995, nos da una pista de la importancia y la búsqueda de la perfección en este trabajo.

Alice In Chains a pleno rendimiento

Los riffs cortantes de la inicial “The One You Know”, nos pone en aviso del mar de oscuridad densa y melodías hirientes que nos encontraremos a lo largo de casi una hora. Tema cien por  cien Alice In Chains de nueva hornada, donde sacan a lucir todas sus bondades, y en el que las voces de Jerry Cantrell y Willian DuVall siguen tan bien ensambladas como siempre. Le va a la saga el corte que le da título a esta sexta entrega de los estadounidenses, canción tributo a la escena musical de Seattle. Y por la madre de todos los dioses, que nadie se atreva a pronunciar la palabra grunge ante tal desparrame de riffs doom-stoner-sludge que refuerzan en “Red Giant”, en el que vuelven a regalarnos un estribillo más que inspirado, o en “Drone”, donde el cuarteto camina marcando ritmo militar con pies de plomo. “Fly” nos recuerda a los temas de los 90 de la banda, pero con el tamiz temporal que se merece. Al igual que “Deaf Ears Blind Eyes”, con una de las melodías vocales más agónicas y oscuras del listado.

La importancia de un gran final de álbum

“Maybe” es de los pocos momentos sosegados de este trabajo. Las voces marcan una melodía que te lleva en volandas, y durante el trayecto van repartiendo estrofas maravillosas casi sin querer. “So Far Under” muestra la cara más oscura de Alice In Chains,  con los ingredientes ya conocidos, pero con el exquisito sabor de siempre. Y si hay una canción inspirada en este álbum es “Never Fade”. Un ritmazo inicial va canalizando un tema con uno de los estribillos más logrados, no sólo de este álbum, sino de toda la carrera de la banda. Confesaba Willian DuVall que escribió la letra en el mismo estudio, recordando a su abuela que acaba de fallecer y pensando en Layne Staley y Chirs Conrell. Los fantasmas fueron benévolos con el artista norteamericano en una experiencia que califica como espiritual. El cierre de “Rainier Fog” es memorable con “All I Am”. Sentimientos a flor de piel y unos fraseos vocales que provienen de las mismas entrañas. Todas las piezas encajan a la perfección, y reluce ese elemento intimista de Alice In Chains que los hace tan diferentes y genuinos.

Mike Inez, Sean Kinney, Jerry Cantrell y Willian DuVall lo han vuelto a conseguir. Diez canciones que forma parte de una banda con una exquisitez compositiva de sobresaliente. Muy pocas formaciones pueden ofrecer un álbum de este calibre. Deseando estamos que vengan a presentarlo en directo en una gira propia. El setlist que puede llegar a ofrecer en un concierto con sus seis discazos, puede ser antológico.