No cabe duda de que estan en su mejor momento (llevan estándolo desde 1976, salvo por algún disco algo inservible en los 80) y hay que tener en cuenta que no serán eternos, como cada vez parece más claro. "Aftershock" es un disco para escuchar sin consideraciones previas o posteriores. Solo importa el volumen.

En los tiempos que corren, que MOTORHEAD decida hacer un nuevo disco de estudio cada dos o tres años es prácticamente un regalo. Más que nada porque MOTORHEAD son una de esas bandas que pueden salir de gira cada año a repasar los temas de siempre y ganar prácticamente el mismo dinero (o más) que ganarían haciendo discos nuevos y presentando material en cada gira. Especialmente si tenemos en cuenta el factor de la salud de Lemmy, quien no parece andar demasiado bien en los últimos tiempos y aun así ha podido hacer un disco tremendo.

El «Aftershock» de la vida real es la replica posterior a un terremoto de gran magnitud. En el caso de MOTORHEAD, su «Aftershock» particular fue la movida thrash metal de los años 80 que ellos ayudaron a crear sin darse cuenta, a base de riffs heavies sin piedad y punk rabioso en las estructuras de sus canciones. Es por ello que parece que ahora Lemmy y su banda estan viviendo una nueva juventud a nivel de popularidad. El auge del thrash metal en los últimos seis años ha llevado a que los fundadores del movimiento hayan visto un renovado interés en su música por parte de legiones de jovencitos que se han decidido a comprar su primer cinturón de balas.

Haciendo honor a su nombre, el nuevo disco de la banda es toda una muralla de sonido. No falla nada: ni la batería atronadora de Mikkey Dee, ni el bajo distorsionadisimo de Lemmy, ni la guitarra chillona y bluesera a partes iguales de Phil Campbell. Los temas, prácticamente, dan igual mientras esos tres elementos estén ahí presentes (acompañados, lógicamente, de la rugosa voz de Kilminster). Aún así, la banda sigue poniendo esfuerzo en hacer buenas composiciones y se puede decir que «Aftershock» es su mejor disco desde «We Are Motorhead» del 2000. Pero al final, es una cuestión de percepción temporal, porque todos los discos de MOTORHEAD son buenos: entran sin complicaciones, te levantan el animo y te hacen renovar la fe en la humanidad, o cuanto menos, en el negocio del rock.

El juego de tempos al inicio de «Death Machine» es perverso y da lugar a un tema reminiscente de un «Stay Clean», por ejemplo. La bluesera «Dust and Glass» es seguramente el mejor de los temas «suaves» de MOTORHEAD en años recientes y escuchar a Lemmy en su vertiente más melódica es siempre bienvenido. No obstante, MOTORHEAD son potencia, como siempre, y lo demuestran en «Going to Mexico», la enorme «Heartbreaker» o «Silence When You Speak To Me», seguramente el groove más grueso que han hecho en su carrera.

No cabe duda de que estan en su mejor momento (llevan estándolo desde 1976, salvo por algún disco algo inservible en los 80) y hay que tener en cuenta que no serán eternos, como cada vez parece más claro. «Aftershock» es un disco para escuchar sin consideraciones previas o posteriores. Solo importa el volumen.

Grupo:Motorhead

Discográfica:Motorhead Music / UDR

Puntuación:10

Canciones:

  1. Heartbreaker
  2. Coup de Grace
  3. Lost Woman Blues
  4. End of Time
  5. Do you Believe
  6. Death Machine
  7. Dust and Glass
  8. Going to Mexico
  9. Silence When You Speak To Me
  10. Crying Shame
  11. Queen of the Damned
  12. Knife
  13. Keep Your Powder Dry
  14. Paralyzed

Año:2013-09-21

Votación de los lectores:5