Richie Kotzen: Acoustic Cuts

Para muchos, la trayectoria de Richie Kotzen ha sido la del “guitarrista de
repuesto”, aquel que siempre está disponible para entrar en cualquier banda
cuando el hacha de la misma decide largarse a hacer cosas mejores. A fin de
cuentas, eso solo sucedió en un par de casos, como fueron POISON y MR. BIG.
En el caso de los primeros, el cada vez mas destrozado por las drogas CC De
Ville abandonó la banda en 1993 y Bret Michaels puso sus ojos en el joven Kotzen.
Por entonces, Richie sólo tenia 20 años y de golpe se vió inmerso en la grabación
de “Native Tongue”, probablemente uno de los discos más denostados de POISON
por no contener a su sagrada formación original. Sea como fuere, Kotzen se supo
desenvolver y salió airoso de la prueba. La misma situación se repetiría cinco
años más tarde, cuando Paul Gilbert abandonó MR. BIG poco antes de una gira
por Japón. Billy Sheehan no tuvo reparos en llamar a Kotzen para que echara
un cable, y así fue. La gira acabó en el año 2000 con un concierto de fin de
año ante mas de 40.000 personas en Osaka.

Por su parte, Kotzen ha sabido buscarse la vida en solitario, ya fuera montando
una banda junto con el renombrado bajista de fusión Stanley Clarke, o editando
discos en solitario que actualmente son piezas de culto para muchos guitarristas,
como “Mother Heads Family Reunion”.

El disco que nos ocupa, “Acoustic Cuts”, es una baratija acústica que recoge
gran parte de los temas destacados de su carrera. Digo baratija porque suena
a disco grabado en un dia en un estudio de Los Angeles y que, aunque suena bien,
parece algo precipitado y vacío.  Incluye temas de su ultimo disco, “Change”,
como el tema título y “High”, así como cosas menos recientes, al estilo de “I
Would”, del “Break It All Down”. Sería un error decir que el entorno natural
de este señor está con unos cuantos amplis humeantes y una buena pedalera de
efectos, pero creo que su venazo acústico no acaba de convencer, aunque está
bien hecho y eso es innegable. Le faltan unos cuantos condimentos, simplemente
es un poco frío y carece de un “gran momento” que justifique su compra. Por
lo demás, Richie demuestra estar lleno de feeling y en temas como “You’ve Got
a Fire” demuestra que sabe darle sentimiento a su voz, pero poco más. Mejor
cogerse cualquiera de sus discos en formato electrico para disfrutar del angelino
en todo su esplendor.