KING DIAMOND y su particular voz siempre han sido motivo de debate entre sus fans, la mayoría de los cuales auténticos acérrimos, y sus detractores, gente que mayoritariamente, no ha prestado suficiente atención a la música del Rey Diamante y se limita a criticar una estética tanto visual como sonora muy concreta y particularmente original. King Diamond, tanto con MERCYFUL FATE como con su propia banda KING DIAMOND creó un estilo musical único e inconfundible, gracias en parte a una voz milagrosa y una visión musical excepcional. Muchos de los que critican la voz de KING DIAMOND probablemente no han escuchado prácticamente nada de la extensa discografía del genio danés, de lo contrario me costaría creer que sus argumentos tuvieran convicción alguna. Uno puede decir que no simpatiza con la voz de este señor, de acuerdo, para gustos los colores, pero negar que sus cuerdas vocales son prodigiosas y que este tipo tiene más dominio de las mismas que el 95 % de los cantantes restantes, es de ignorantes.

Cualquiera que sea cantante o haya tratado a menudo con cantantes sabrá de sobras que llegar a esos agudos tan altos pudiéndolos modular para doblar melodías de voz altísimas no es moco de pavo. El dominio que tiene King Diamond sobre su voz es insultante, tanto en sus registros clásicos agudos como en las voces más desgarradas. Además, por si fuera poco, las melodías de voz que suele insertar en sus temas, la forma de doblarlas, tratarlas en términos de producción y sobretodo, adaptarlas a sus historias conceptuales, hacen de él uno de los mayores genios que ha
dado nunca el heavy metal. Gracias en parte a la facilidad de King Diamond por adaptar su voz a diferentes estilos, registros y timbres, la progresión temática que sufrió su música desde el debut de MERCYFUL FATE hasta su clásico "Abigail" como KING DIAMOND, fue evidenciando el gusto del danés por crear historias conceptuales donde su milagrosa voz tuviera el protagonismo necesario como para adaptar la música al concepto que el disco escondía tras de sí.

Por la época en la que se empezó a gestar "Abigail" (1986), pocas por no decir ninguna banda de metal se había atrevido a crear una obra conceptual de tal envergadura, con personajes, canciones ambientales descriptivas de la narración y una historia tan sumamente atractiva y espeluznante.
Si bien ya hizo la intentona con MERCYFUL FATE o su debut como KING DIAMOND de 1986 "Fatal Portrait" añadiéndole una historia a 5 de los temas que ese disco contenía, no fue  hasta el año siguiente que King Diamond optaría por hacer un Lp enteramente conceptual, un reto por aquella época arriesgado y poco común. Tras él vendrían los grandiosos "Operation: Mindcrime" de QUEENSRYCHE, "Crimson Idol" de W.A.S.P., "Streets" de SAVATAGE o cualquiera de las últimas metal-operas del tipo AVANTASIA, NOSTRADAMUS, GENIUS y demás, pero ante todos ellos, KING DIAMOND y su monstruoso "Abigail" tendría todos los honores para ser el primer disco conceptual que se hizo dentro del heavy metal (A nivel importante me refiero, probablemente en Pakistán ya existía un grupo de NWOBHM que hiciera lo mismo en 1981, ¡Quién sabe! Bueno, ya nos entendemos).

Por entonces, KING DIAMOND, tras su, para mí, flojo debut, ya había marcado las pautas musicales a seguir en próximas entregas, "Abigail" se convirtió en un referente llegando a vender 200.000 copias tan solo en Estados Unidos, algo inusual para una banda que en 1987 no hablaba de amor, no tenía baladas y cuyo cantante llevaba la cara pintada y hablaba de cosas espeluznantes y demoníacas a la par que iba cargado de crucifijos invertidos y todo tipo de símbolos blasfemos.
A estas alturas, estaba claro que MERCYFUL FATE había pasado a mejor vida, con Hank Shermann dedicado de pleno a su proyecto de hard rock melódico FATE y con Timi Hansen y Michael Denner unidos a la causa de KING DIAMOND.

La teórica ruptura de King Diamond con MERCYFUL FATE no está del todo clara. La versión "oficial" dice que Hank Shermann no poseía las mismas convicciones satánicas que King Diamond, sin embargo éste, al largarse tras la disolución de MERCYFUL FATE tampoco dio un enfoque satánico a la música de KING DIAMOND como cabría esperar, prefirió optar por temáticas más bien centradas en las historias de terror y el espiritismo. La palabra "Satán" había desaparecido del vocabulario de King Diamond en detrimento de "Abigail", la reencarnación humana en forma de niña del mismísimo ente cornudo y maligno. "Abigail" narra una historia ambientada a mitades del siglo XIX en la que una pareja de recién casados, Jonathan LeFey y Miriam Natias, deciden irse a vivir a una casa que el propio Jonathan recibió en herencia. Al llegar a la misma, son advertidos por un tal O’Brien de lo acaecido en esa casa tiempo atrás,  Jonathan y Miriam se ríen y deciden no creerle. O’Brien se despide de ellos recordándoles la famosa frase de "18 se convertirán en 9" a la vez que les hace saber que tarde o temprano necesitarán de la ayuda de los 7 caballeros negros.
Al llegar a la mansión, Jonathan y Miriam deciden irse a descansar.

Durante la noche, el espíritu  del antiguo propietario de la casa (Y antiguo descendiente de Jonathan), el Conde de LaFey, se le aparece a Jonathan y le narra la historia de su desgracia; 70 años atrás, su mujer estaba preñada y preparada para tener una hija que más tarde se descubriría que era una hija bastarda, en otras palabras, nacida de la infidelidad de su mujer con otro hombre. El
Conde, completamente desquiciado, tiró por las escaleras a su mujer con el bebé dentro y debido al impacto, éste nació muerto, era el 7 de Julio de 1777. Tras ello, decidió quemar el cadáver de su infiel esposa y enterrar a la pequeña Abigail.
El Conde prosigue explicándole a Jonathan que la tumba de Abigail se encuentra en la propia casa, en el piso subterráneo y le invita a verla. Posteriormente le comunica que Abigail va a poseer el cuerpo de Miriam, su esposa, y que si quiere evitarlo, tendrá que matar a Miriam evitando así la reencarnación del mal.
Evidentemente, antes de que Jonathan pueda hacer nada, Abigail se empieza a apoderar del cuerpo de Miriam. En un último y desesperado intento, la propia Miriam grita a Jonathan que la lance por las escaleras antes de que la posesión sea total, por lo visto el suplicio de compartir el mismo cuerpo con Abigail es muy grande y terrorífico. Ni harto ni perezoso, nuestro amigo Jonathan lanza por las escaleras resbaladizas a Miriam / Abigail (Las mismas escaleras donde falleció la mujer y la hija bastarda – Abigail, del Conde de LaFey) logrando matar así a la futura reencarnación del mal.

Finalmente, desde lo lejano de la colina aparecen de nuevo los 7 caballeros negros (Liderados por el propio O’Brien) que curiosamente eran los sirvientes del Conde de LaFey allá por 1777 para llevarse el cuerpo de Miriam / Abigail. El hecho de que 70 años después estuvieran todavía vivos (o muertos, según como se mire), viene a ser una metáfora de su condición de guardianes atemporales de la mansión y del poder maligno de Abigail.

Así acaba el relato con la famosa frase de quién se supone que cuenta la historia "That’s the end of another lullaby, time has come for me to say goodnight".
Nunca he prestado especial atención a las letras de mis grupos preferidos (salvo en muy contadas ocasiones), sin embargo todos y cada uno de los discos de KING DIAMOND han sido leídos y releídos en centenares de ocasiones por un servidor. Mi admiración y pasión por la música de KING DIAMOND se basa en ello; La mezcla magistral de las historias que cuenta con la música y las voces.A lo largo de todo "Abigail" se puede apreciar como el tempo de las canciones, los arreglos en forma de teclados o incluso los solos de guitarra suelen tener cierta relación con el pasaje de la historia que se está narrando en ese momento. A todo ello hay que sumarle la total ligadura que existe entre el hilo narrativo de "Abigail" con la forma de entonar de KING DIAMOND y los diferentes registros que utiliza, desde los finos agudos utilizados en ciertas partes hasta la voz semi gutural que caracteriza a Abigail o las voces fantasmagóricas que a mí personalmente, me ponen la piel de gallina.

Las letras de KING DIAMOND en su día causaron cierto revuelo entre el sector más conservador de la sociedad americana, pero la controversia también llegó por parte del soplagaitas y GILIPOLLAS número 1 del panorama rockero americano, Mr. Gene Simmons from KI$$, quien, como viene siendo habitual en él, intentó sacar provecho económico del éxito de KING DIAMOND demandándolo poco tiempo después de lanzar al mercado "Abigail" por el supuesto plagio en el maquillaje utilizado por King en referencia al de KI$$.

Veamos, no soy ningún fan de KI$$, y mucho menos de Gene Simmons, es más, probablemente sea ésta una de las bandas que más detesto de la historia universal de la humanidad (Acabo de cavar mi propia tumba como redactor de este webzine), pero no hay que ser muy listo para ver que poco o nada tienen que ver ambos maquillajes (Quizá eran de la misma marca, quién sabe). Mientras KI$$ asustaban a las viejecitas con su sangre, sus locuras de backstage y sus leyendas y mitos de carácter "satánico" / sexual (La gran mayoría de l@s cuales debían ser auténticas mentiras inventadas por los fans de la banda), KING DIAMOND iba cargado de crucifijos, hablaba abiertamente del demonio y solía pintarse cruces invertidas en la cara (Además de ser coleguita íntimo y nuero del mismísimo Anton Svanzor LaVey, entidad suprema de la famosa Iglesia de Satán). Por si no fuera poco, en cada disco King Diamond se cambiaba el maquillaje, ¿Me puede decir usted Sr. Gene Simmons en qué se parece el look satánico de King Diamond con las pinturitas infantiles que usted y el resto de miembros de KI$$ suelen lucir desde hace 30 años? En fin, Gene Simmons perdió el contencioso y desde entonces King Diamond ha podido lucir sin problema alguno sus propios maquillajes. (Tras estos comentarios, ya me veo mañana la carta de despido sobre mi mesa, ¡No se ofusque Sr. Sergi Ramos!)

Musicalmente hablando, “Abigail” podría catalogarse como un disco de heavy metal clásico 80’s con ciertos toques speed metal y bastantes pasajes progresivos cargado de solos neoclásicos, obra de Andy Laroque cuya pasión desmedida por Yngwie Malmsteen le llevó a vestirse incluso igual que él con esos atuendos tan barrocos (A parte de tener unos movimientos escénicos bastante similares a los de Yngwie). Lo bueno de “Abigail” es que es uno de esos pocos discos donde TODOS los instrumentos destacan de manera superlativa. Por un lado tenemos los fenomenales ritmos de batería de Mikkey Dee cargados de contratiempos imposibles y deliciosas peripecias con los platos (Aún no entiendo como decidió marcharse poco después a MOTORHEAD). El bajo de Timi Hansen, lejos de camuflarse entre la infinidad de guitarras, la atronadora batería de Mikkey o las múltiples voces de King Diamond cargadas de reverberaciones y efectos de retardo larguísimos, se escucha a la perfección y con una nitidez perfecta.

Para el final me dejo lo mejor de todo este disco (casi incluso más que la interpretación vocal de King); El dúo guitarrarero formado por Andy Laroque y Michael Denner, sin duda el mejor que ha tenido KING DIAMOND nunca y probablemente de las mejores parejas de guitarristas que yo recuerde de todos los tiempos. Todo en “Abigail” es perfecto, desde los riffs complejos en constante evolución hasta una cantidad de solos y melodías de guitarra (Lo que en el libreto llama “Theme”) impresionante. Si uno abre el libreto del Cd puede ver quién de los 2, Andy o Michael, es el ejecutor del solo en cuestión, algo que King Diamond seguiría haciendo en posteriores entregas.

“Abigail” se abre con la introducción “Funeral”, una narración espeluznante en la que se introduce al oyente en la historia explicando el trágico final de Abigail y su muerte. “Funeral” se enlaza con el primer himno del disco, “Arrival”, un tema cargado de melodías harto reconocibles de guitarra y solos galácticos. Tras el famoso grito “That must be it!”, la música se acelera rozando el speed metal con 4 de los mejores solos del disco. “Arrival”, como su nombre indica, narra la llegada de Jonathan y Miriam a la casa.

Sus primeras impresiones se cuentan en “A mansion in darkness”, otro de los grandes temas 100 % speed metal de este “Abigail”, con una melodía inicial de guitarra muy famosa y preferida de los fans de King Diamond. “A mansion in darkness” es quizá el tema más épico de “Abigail” junto con la última “Black horsemen” ya que posee algunas de las mejores melodías de voz de King en todo el trabajo junto con el solo de Andy LaRoque a mitad del tema, el mejor del disco de lejos.

En “The family ghost” (Fenomenal videoclip por cierto) se narra la aparición del Conde de LaFey a Jonathan para contarle la historia de su desgracia. Para ello King Diamond recurre al recurso de las famosas voces fantasmagóricas cargadas de reverberación en el famoso estribillo “the family ghost han risen again… The ghost”. Sin embargo el momento culminante de este tema llega después de otro de los mejores solos de Andy LaRoque cuando el Conde le cuenta a Jonathan donde está el cuerpo enterrado de Abigail, en ese momento King pone en práctica todos sus recursos vocales alternándolos como si de una conversa entre personajes se tratase. El tema acaba con la frasecita “You must take her life now” donde King parece que esté llorando en falsete, sublime.

“The 7th day of July” es el testimonio del propio Conde sobre lo acaecido con la puta de su mujer y su hija bastarda. Puesto que el Conde explica la historia con cierta tristeza, Andy Laroque coloca una introducción de guitarras acústicas y teclados genial que sirve para ambientar perfectamente la historia que el Conde le va a contar a Jonathan.

Tras la espeluznante historia del Conde, transcurren los días y las primeras muestras de que algo extraño va a suceder en la mansión se narran en “Omens”, tema para mí flojito donde lo mejor se encuentra a mitad de la canción con la cadencia de solos y teclados entrelazados.   

La posesión final de Miriam por parte de Abigail se da en “The possession”, la canción más floja del disco, con una serie de riffs muy extraños mostrando el lado más progresivo de KING DIAMOND y una gran labor de Mikkey Dee a la batería.

El final se acerca y la posesión es total, “Abigail”, tema más conocido del disco, narra la pelea existente dentro de Miriam entre Abigail y ella. Miriam intenta comunicarle a Jonathan que la mate, “Remember the stairs, it’s the only way” grita Miriam desesperada, sin embargo Abigail no se va a dejar matar tan fácilmente. “Abigail” posee una buena cantidad de solos impresionantes y un riff principal muy característico, El tema se cierra con el espeluznante grito de “Soon I’ll be free!” seguido de unos teclados atmosféricos tétricos y oscuros que dan paso a otro de los momentos álgidos de “Abigail”, el tema más épico del disco, “Black horsemen”, tema clásico entre clásicos, con una introducción de guitarra y solos acústicos que pone la piel de gallina donde se cuenta como Jonathan arroja por las escaleras a Miriam para matar a Abigail. Posteriormente llegan los 7 caballeros negros y le hacen saber a Jonathan como debe deshacerse de Abigail para que ésta no vuelva a resucitar nunca más. Tras la despedida de quien narra la historia “That’s the end of another Lullaby, time has come for me to say goodnight!” (Agudo infinito de King), el tema desemboca en 1 minuto de continuos solos de una emotividad inaudita con una aceleración de la batería por parte de Mikkey Dee donde se luce con sus malabarismos con los platos. Enorme despedida y cierre con guitarra acústica de nuevo.

Para los que tengáis la reedición de 1997 hecha por Roadrunner records, aquí no se acaba el disco puesto que añadieron el tema “Shrine” (Destacar el pedazo de solo neoclásico), sacado de las sesiones de grabación de Abigail que por algún extraño motivo no acabó entrando en el disco, y 3 temas más, “A mansion in darkness”, “The family ghost” y “The possession” con diferentes mezclas. Para que nos vamos a engañar, como no te sepas al dedillo las canciones originales dudo que encuentres las diferencias entre ellas y estas nuevas versiones. Apenas varían los volúmenes de la voz de King, hay algunas armonías de voz diferentes y finalmente se suprimieron los violines. A parte de todo ello, el sonido es algo más malo puesto que se nota que estas 3 canciones no están acabadas de mezclar y para nada están masterizadas.

Tras “Abigail”, KING DIAMOND seguiría creciendo y discos como “Them” o “Conspiracy”, venderían tanto o más que el propio “Abigail”. No creo que haga falta decir que si te gustó el disco aquí reseñado no deberías perderte por nada del mundo los 2 siguientes, con otra historia diferente, y que forman una unidad conceptual en sí.

Hará cosa de 3 años salió al mercado la segunda parte de “Abigail”, pero muchos fuimos los que nos sentimos defraudados. “Abigail II” no es un mal disco, pero está a años luz de su predecesor.

Si todavía no conoces este disco hazte un favor, leete bien la historia que acabo de contar y acto seguido túmbate en la cama, apaga todas las luces y pon tan solo una vela, agarra el libreto y empieza a escuchar el disco a la vez que vas siguiendo las letras, experiencia mágica y recomendable donde las haya.

Javi Metal

Grupo:King Diamond

Discográfica:Roadrunner Records

Puntuación:10

Canciones:

    1. Funeral
    2. Arrival
    3. A mansion in darkness
    4. The family ghost
    5. The 7th day of July of 1777
    6. Omens
    7. The possession
    8. Abigail
    9. Black horsemen

Año:1987

Votación de los lectores:9.03571