La arriesgada apuesta de la banda resulta un verdadero acierto si entendemos sus composiciones como una progresión gradual hacia terrenos musicales inexplorados en los que cualquier intento de clasificación resulta un esfuerzo en balde; dejarse vencer por la trágica belleza de estas melodías árticas es al final la única opción válida.

Hace justo doscientos años se produjo en el hemisferio norte una anomalía meteorológica conocida como “el año sin verano”: una intensa oleada glacial destruyó miles de cosechas y sembró la miseria y la hambruna a lo largo de todo el territorio. Dos siglos después, la inanición no es en absoluto una pandemia significativa en Occidente. De hecho, casi podría decirse que la humanidad se ha vuelto inmune a todo, incluso a la propia humanidad. ¿Pero qué sería de nosotros sin esa inmunidad? ¿Hasta qué punto estaríamos dispuestos a fingir y a ocultar el dolor que comporta vivir en la gélida sofisticación de la modernidad?

La perspectiva de este mundo desolado es la que nos muestra en esta ocasión el conjunto barcelonés Obsidian Kingdom de la mano de Season Of Mist en su nuevo álbum, “A Year With No Summer”. Tras el éxito que representó el agónico experimentalismo de su debut conceptual “Mantiis – An Agony In Fourteen Bites”, “A Year With No Summer” supone la búsqueda de una identidad desmarcada de las convenciones sonoras a las que tan a menudo se ha intentado atar al grupo catalán. Porque si algo hay de cierto en esto es que el fetiche por las etiquetas llega en ocasiones a un punto de esnobismo que resulta nauseabundo. Y es que Obsidian Kingdom, más allá de la pesada losa que representa un álbum de la magnitud de “Mantiis”, siempre ha demostrado ser una banda impermeable a las clasificaciones. Sería tremendamente ingenuo creer que de quien hablamos es de una banda de metal extremo convencional o de un conjunto progresivo prisionero de sus propios clichés; su realidad se configura a través de una intrincada simbiosis estilística cuyo único cauce es el sufrimiento inherente a la existencia humana.

La nueva alineación de la banda traza en este álbum una propuesta sonora sólida en la que los paisajes sonoros se pueblan de una frialdad sórdida y devastadora. A diferencia de su predecesor, la ambigüedad estilística de su fusión de géneros se presenta de forma unitaria, dando lugar a una producción desgarradoramente cruda y contenida. La elegancia de estos siete episodios nos podría remitir a las caóticas estructuras de Swans, la agresividad del post-metal de The Ocean o Cult Of Luna o el eclecticismo de los Ulver más electrónicos e industriales.

Y a propósito de Ulver, no podemos pasar por alto uno de los puntos fuertes de “A Year With No Summer”: sus invitados de lujo. Kristoffer “Garm” Rygg encarna a un siniestro narrador en las densísimas texturas electrónicas de “10th April”, y la espectacular “The Kandinsky Group”, que nos revela la faceta más teatral y desmedida de Obsidian Kingdom, cuenta con la estelar aparición Attila Csihar como vocalista. Pero más allá de los cameos en esta apocalíptica estepa, el álbum brilla en numerosas ocasiones por la originalidad que plantean composiciones como la melancólica y derrotista “Black Swan”, “Away / Absent” o la apabullante “Darkness”.

“A Year With No Summer” es una declaración de intenciones explícita. La arriesgada apuesta de la banda resulta un verdadero acierto si entendemos sus composiciones como una progresión gradual hacia terrenos musicales inexplorados en los que cualquier intento de clasificación resulta un esfuerzo en balde; dejarse vencer por la trágica belleza de estas melodías árticas es al final la única opción válida. Porque con un invierno así, ¿quién diablos necesita el verano?

Fernando Acero

Grupo:Obsidian Kingdom

Discográfica:Season of Mist

Puntuación:9

Canciones:

  1. 1. A Year With No Summer
  2. 2. 10th April
  3. 3. Darkness
  4. 4. The Kandinsky Group
  5. 5. The Polyarnik
  6. 6. Black Swan
  7. 7. Away / Absent

Año:2016-03-08

Votación de los lectores:5