Witherfall: A Prelude to Sorrow
La banda californiana de metal melódico regresa con su segundo trabajo discográfico bajo el nombre 'A Prelude to Sorrow' (2018), con el sello Century Media. Bajo un manto de talento y gran originalidad compositiva, demuestran su sorprendente potencial pese a su juventud como banda.
Se trata de su segundo álbum tras la publicación de su debut, ‘Nocturnes and Requiems’ (2017). A pesar de existir desde hace sólo unos años, ya han participado en eventos tan relevantes como el crucero 70000 Tons of Metal. En los escasos 5 años de vida de Witherfall, los californianos se han dejado la piel para crear propuestas que valgan la pena, con incontables horas de trabajo y esfuerzo por parte de estos artistas. Actualmente, la formación de la banda cuenta con Anthony Crawford (bajo), Jake Dreyer (guitarra), Joseph Michael (voz, teclado), Fili Bibiano (guitarra) y Steve Bolognese (batería).
Desgraciadamente, también han vivido momentos duros a pesar de su breve carrera, como la pérdida de su compañero Adam Paul Sagan en 2016. Haber perdido a su amigo y baterista los ha marcado profundamente, hecho que se aprecia en su nuevo álbum, que se podría considerar un homenaje oscuro y sentido a su compañero fallecido. Los encargados de la composición del álbum, Jake Dreyer y Joseph Michael, han medido cada detalle para que así sea. Incluso el propio título del álbum lleva las iniciales de Paul. En general, repasan temas relacionados con la fragilidad y temporalidad de la vida, bajo un manto musical oscuro y sombrío.
Nada al azar en ‘A Prelude to Sorrow’
El álbum comienza con la homónima «A Prelude To Sorrow», como un llanto melancólico bajo una simple melodía de guitarra y una solemne combinación vocal. Tras esta breve introducción pasamos a la extensa «We Are Nothing». En esta ocasión la distorsión toma lugar con una batería en constante aceleración y unas guitarras potentes. La voz juega entre altos gritos y tonos más graves, añadiendo algún que otro growl por el medio, aportando una riqueza y una variedad increíble. La base instrumental de la canción es potente, pero no excesivamente compleja, aunque sí lo es la estructura general de la canción.
Sus variaciones de intensidad, ritmo y estilo, así como los juegos vocales, dan como resultado una canción de lo más interesante. El ecuador de la canción se puede considerar una parte bastante distintiva debido al protagonismo de unas increíbles guitarras acústicas, aunque el nivel instrumental en toda la pieza es impresionante. Para el tramo final, la distorsión vuelve a recuperar el protagonismo para terminar con la intensidad de nuevo en lo más alto. Se puede considerar una montaña rusa musical a lo largo de 11 minutos de auténtica personalidad y con un gran trabajo detrás.
«Moment Of Silence» llena el ambiente de oscuridad desde su comienzo. Tras una intensa intro instrumental, despegan con una voz cambiante y clásica, con un estilo heavy por momentos, y más experimental en otros. La instrumental también va variando a lo largo de la canción, con momentos de pesada intensidad y otros en los que prima la velocidad, guiados por una batería excelente. Con cada detalle medido al milímetro, se trata de una canción más donde cada cambio rítmico, cada riff de guitarra y cada coro está trabajado con precisión y cuidado.
Sorprendente montaña rusa sonora
«Communion Of The Wicked» despega melódica y relajada, con un ambiente acústico que pronto deriva en una subida de intensidad. La distorsión toma protagonismo y la voz vuelve a enseñar de lo que es capaz con una destreza de lo más destacable. De nuevo, también la batería destaca con su gran capacidad para manejarse sin problemas con los diversos cambios rítmicos con los que cuentan estas complejas canciones. Las guitarras también ayudan a marcar la diferencia entre las subidas y las bajadas, con un protagonismo mayor en los momentos más melódicos, ya que compiten en menor medida con la magistral percusión y voz.
«Maridian’s Visitation» llega con un formato diferente, con menor duración y menos oportunidades para cambios y giros rítmicos. Comienza con una atmósfera acústica y oscura que va ganando cierta intensidad, pese a mantener el estilo a lo largo de toda la canción. Sin embargo, a pesar de ser la canción más melódica por el momento, termina con un sonido realmente oscuro y frío. Con «Shadows» retoman el formato de larga duración y comienzan ya sin tregua, con la misma oscuridad, pero bañada esta vez en un manto de distorsión y alocada percusión.
A lo largo de esta interesante pieza, por momentos frenan la velocidad pero no la intensidad, y es ahí donde la voz vuelve a demostrar su poderío melódico. Sin embargo, se podría concluir que todos los miembros de la banda buscan la forma de demostrar su potencial en esta canción. La voz enseña sus múltiples registros y su capacidad, la batería se muestra incombustible y magistral como en las anteriores canciones, las guitarras ponen la potencia sin perder su delicadeza, y el bajo se presenta como una gran fuerza sonora en la base rítmica colaborando con ese sonido oscuro y frío que ofrece la canción.
Talento y esmero hasta la última nota
«Ode To Despair» retoma la tónica de comenzar de forma acústica, con unas fantásticas guitarras protagonistas y una voz que no deja de sorprender con su gran variedad de registros. No abandonan del todo la instrumental melódica, guiando la canción a lo largo de su breve duración, que sabe a poco a pesar de no ser de las que más tiene que ofrecer a nivel de calidad u originalidad. De nuevo, demuestran que no necesitan ejecutar un metal extremo para ofrecer una atmósfera oscura y personal.
A continuación llega «The Call» casi como un suspiro. Con escasos dos minutos de duración, muestra una serie de sonidos que encaminan el álbum hacia la siguiente canción, «Vintage», que nos acerca al final del disco con sus sorprendentes 11 minutos de duración. Comienza como una suave brisa melódica bañada en coros y dulces acordes de guitarra. Posteriormente, evoluciona por momentos con pequeños arranques de furia musical, sin salirse de esa atmósfera bañada en calma.
A lo largo de «Vintage» podemos observar momentos de plenitud musical con algún solo o riff de guitarra, otros momentos más psicodélicos donde juegan las voces, y otros de pura locura controlada donde juegan con los ritmos y la velocidad. A lo largo de la canción, va aumentando la intensidad hasta alcanzar una cumbre musical hipnótica, que te atrapa hasta el final. «Epilogue» pone el punto y final a este fantástico álbum de forma breve, sencilla y hermosa, dejando un buen sabor de boca tras una hora de música detalladamente elaborada que no deja indiferente.
Grupo:Witherfall
Discográfica:Century Media
Puntuación:9
Canciones:
- A Prelude To Sorrow
- We Are Nothing
- Moment Of Silence
- Communion Of The Wicked
- Maridian’s Visitation
- Shadows
- Ode To Despair
- The Call
- Vintage
- Epilogue
Año:2018-11-02
Votación de los lectores:5
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