Passenger: A Life Divided

Curioso y entretenido proyecto estos alemanes Passenger, un grupo de rock electrónico que realiza muchos homenajes sonoros a las grandes bandas techno-pop de los 80 y las mezcla con pasajes propios de Linkin Park y les da un barnizado muy actual e interesante. El disco entra muy bien, un producto realmente pensado y accesible, abierto a un amplio abanico de públicos dispares. La voz de su líder tiene un aire al cantante de Sevendust incluso. A pesar de ser este su segundo trabajo, el grupo ya ha girado con Tarja Turunen, Apocalyptica y ha entrado con este trabajo en las listas de rock y metal de Alemania. No está nada mal.

El single clarísimo es el tema que abre, “Heart On Fire”, con unas excelentes melodías, un buen estribillo, y un arriesgado pero efectivo juego con los silencios. En “Forever jueagn al medio tiempo con un riff maquinal, una aura muy de los Him más comerciales y un barnizaje de sintetizadores 80eros tipo Eurythmics. La influencia de los padres del invento Kraftwerk también asoma y hasta se llega a combinar con algún riff cercano a Rammstein, como en “Words”, pero es un espejismo, lo suyo es lo accesible y lo meloso. En “Words” sacan a relucir algo de Duran Duran y la base tecnológica aprieta y endurece su propuesta, sonando a rock gótico.

“Hey You” podríamos definirla como la más metalera de todas, siendo muy cercana a los últimos trabajos de Lacuna Coil, incluso su cantante clava los tonos de Andrea Ferro y hace un dueto con una voz más gutural. A diferencia de los italianos, ellos se acercan más a Depeche Mode. Sigueindo en la onda agresiva nos encontramos con “Change”, de riff intrincado. Pero es un temazo… “Save Me” se sumerge de lleno en las sonoridades de los Depeche Mode más oscuros, pero la dotan de un estribillo muy luminoso que llega a sorprender.

En algún momento el grupo a llegar a sonar algo repetitivo, así que hacia el final del disco sorprenden por una versión clásica de Alphaville: “Sounds Like a Melody”. Está claro que esta banda clásica germana de los 80 es otra de las fuentes inspiración de Passenger. Han puesto al día los sintetizadores, pero siguen fieles a las melodías originales. También la batería tiene un toque mucho más metal y al final hay un viro sorpresivo realmente cañero. De lo mejor del disco. Finalizan demostrando su originalidad con la extravagante pero excelsa “The End”, a medio camino entre The Doors y Pain Of Salvation, pero a caballo siempre de sus sintetizadores. Algo sumamente original y diferente.

Hay muy buenas ideas en este disco y se nota que han invertido mucho en la pulcra producción, pero esa capa moderna y retro en la que las guitarras quedan tan tapadas puede hacer que muchos metalheads crucifiquen de entrada al grupo. Por momentos puede llegar a sonar a rock gótico adolescente, pero es innegable que las melodías están sumamente trabajadas y que los temas poseen un gancho muy logrado. No será metal, pero hay mucha calidad.