Tankard: A Girl Called Cerveza

El caso de TANKARD es realmente curioso. Lejos de conformarse con ser una banda de los 80 que sigue editando discos a modo de excusa para poder seguir girando (y financiándose), los germanos han logrado editar en los últimos 10 años trabajos realmente inspirados como “Beast of Bourbon”, “The Beauty and the Beer” o este último “A Girl Called Cerveza” que dejan el listón muy alto para discos venideros. De hecho es curioso que una banda que edita discos cada año y medio sin excepción desde un cuarto de siglo y que reconoce no vivir de la música, pueda mantener este nivel en todos y cada uno de sus lanzamientos. Y no es que precisamente el estilo de TANKARD se precie mucho a la innovación que digamos. Desconozco cual es la fórmula, pero no cabe duda de que a Gerre y compañía les funciona, algo que queda demostrado una vez más en “A Girl Called Cerveza”.

Lo nuevo de los de Frankfurt posee todos los símbolos distintivos de un disco de TANKARD, sin excepción. De hecho, incluso da la sensación de que la banda ha intentado meter más heavy metal en sus composiciones, algo que siempre es bienvenido y que por supuesto, puede darle más variedad a una banda de Thrash Metal que no quiere limitarse a tocar rápido y ya está. Esta incorporación estilística puede apreciarse en muchos cortes del album como “Rapid Fire”, “The Metal Lady Boy” (Con colaboración de la señorita Doro Pesch), “Son of a Fridge” o “Running on Fumes” por ejemplo, hecho que provoca que TANKARD –musicalmente hablando- suenen un poco más serios y menos festivos, algo que en absoluto se les da mal, aunque también hay que decir que la banda deja claras sus intenciones cañeras en temas clásicos como “Witch Hunt” o “A Girl Called Cerveza” por ejemplo.

La sensación que este trabajo me deja es muy similar a la de sus últimos 4 o 5 discos, es decir, trabajos que sabes que puedes disfrutar más allá de la segunda o tercera escucha. Y que eso pase con una banda que lleva editados casi 20 discos tiene su mérito. TANKARD tienen su estilo y sobretodo las cosas muy claras, tienen su público, limitado pero lo tienen, y está claro que al no depender de las ventas de sus discos poseen toda la libertad del mundo para hacer lo que les salga de sus bondadosas panzas.

Dudo mucho que un trabajo como éste decepcione a nadie, siquiera a aquellos que les perdieron la pista en los 90. Es que de hecho hay canciones en este disco (y en cualquiera de los últimos 5 editados) que de haber contado con una producción un tanto más cruda y unas cuerdas vocales algo más agudas, podría haber colado en cualquier de sus viejos discos. Sin temor a equivocarme, puedo afirmar que TANKARD siguen por la senda correcta, algo que desde luego es motivo de satisfacción y da mayor relevancia a una banda que rompiendo toda lógica metalera, sigue en pie de guerra tras 30 años de carrera.