Pain Of Salvation: 12:5

La verdad es que pocas veces uno coincide con los escritos que suele acompañar
a los discos en sus hojas promocionales, pero esta vez hay que rendirse ante
la evidencia y hacerse la pregunta siguiente: ¿Porqué todavía Pain Of Salvation
no son una banda de masas?

Puede que esta pregunta muchos la encuentren algo exagerada, pero lo que desprende
este disco en vivo quita el hipo y no precisamente por el susto sino por su
enorme calidad. Esta quinta entrega de Pain Of Salvation viene en forma de unplugged
en vivo y con decir que es pura delicia me quedaría corto. Apenas he podido
escuchar mucho de lo que llevan ofreciendo en estudio pero reconozco que lo
poco escuchado me había llamado mucho la atención. Este disco acústico ha terminado
por revelarme que estos suecos son una de las bandas más interesantes de la
escena mundial y que los escasos (de momento) aplausos cosechados el tiempo
debería convertirlos en estruendosas ovaciones.

El disco está dividido en tres partes diferenciadas en las que dan cabida a
sus anteriores cuatro compactos, siendo One Hour By The Concrete Lake el disco
más castigado, pues no hay ni una canción de su segundo LP. El “Leaving Entropia”
con coros susurrantes y una lírica cuidadísima la hacen extraordinaria. La voz
de Daniel Gindelöw fundida a su acústica y al piano de Frederik Hermannson te
hipnotizan. El concierto está grabado íntegramente en su Suecia natal, concretamente
en Eskilstuna y han conseguido un sonido perfecto, una atmósfera intimista y
un repertorio suave, muy alejado de todos los clichés relacionados con el metal,
la fuerza, la pomposidad progresiva y las exhibiciones técnicas gratuitas. Aquí
todo está medido, suena ecléctico, relajante y muestra el enorme potencial del
grupo tanto como instrumentistas como compositores. En la primera parte se suceden
fragmentos de su amplia discografía perfectamente empalmados. “This Heart Of
Mine”, “Song For The Innocent” siguen deleitando. La segunda parte la encabeza
“Winning A War” de su primerizo Entropia, una maravilla acústica basada en guitarreo
flamenco y una aura arabesca que pone la piel de gallina. El juego de coros
y percusiones por parte de Johan Langell son de lo más rico y exquisito. El
The Perfect Element también está bien representado por “Reconciliation” y “Ashes”,
pero obviamente es su último Remedy Lane el que vertebra el set-list. Toda una
gran demostración de que el progresivo no necesita de constantes alardeos de
virtuosismo, aquí predomina el concepto de canción, la confluencia de estructuras
y las melodías. Si hay un instrumento que destaca sobre otros es simplemente
los juegos vocales de la banda. Preciosas han quedado también “Undertow” y la
melancólica “Chainsling”. En “Ascend”, ya en la tercera parte se dejan entrever
estructuras más acordes con el tipo de metal progresivo al que se supone que
están etiquetados, eso sí, en acústico. Cierra la festiva y jazzera “Brickworck
descend II” con buenas vibraciones y un crescendo.

Puede que Pain Of Salvation sean ese tipo de bandas que adoras o directamente
odias. Se hace difícil encontrar un término medio pues tienen un estilo particular
y muy personal de entender y ejecutar su música. Personalmente estoy más que
impresionado por este acústico y definitivamente he caído ante sus encantos,
que dicho sea de paso, son muchos. Si sois abiertos de mente, gustáis del progresivo
y disfrutáis de los unpluggeds, este producto es sencillamente imprescindible.
Si por el contrario respondéis negativamente a alguna de estas premisas, probablemente
12:5 signifique para vosotros aburrimiento en estado puro. Lo dicho, Pain Of
Salvation deberían ser ya una banda de culto.