Yo vi a Behemoth antes de que fuesen mainstream: de cómo un grupo de Black Metal llenó Razzmatazz

BEHEMOTH han ocupado el puesto que CRADLE OF FILTH dejó huérfano hace ya mucho tiempo y que posteriormente ocupó DIMMU BORGIR hasta hace algunos años, es decir, el de banda de Black/Death masiva que atrae principalmente a gente más joven no necesariamente vinculada al metal extremo y con gustos bastante más amplios y más enmarcados en el Metal más mainstream.

Con la excepción de la reciente gira de VOIVOD, NAPALM DEATH, CARCASS y OBITUARY, hacía muchos años (lustros, incluso décadas) que no se veía un Razzmatazz 1 a rebosar de gente con un cartel de metal extremo en la ciudad condal. Si bien es cierto que la sala presentaba un nuevo formato en el que los pasillos laterales quedaban cerrados al público, es innegable que el poder de convocatoria que tienen BEHEMOTH a día de hoy les coloca en lo más alto de la primera división del metal extremo internacional. Asiduos de los escenarios nacionales (varias son las giras que les acercado por aquí) así como de festivales de nuestra tierra (Atarfe, Leyendas, Resurrection), los polacos han ido creciendo poco a poco y experimentando una ascensión en su carrera progresiva, pero con paso firme y ante todo coherente. Su último disco de estudio, “The Satanist”, va camino de los 3 años de edad y aún así (y sin ningún telonero de peso) Nergal y los suyos logran meter unas 1300 personas en Barcelona en una época en la que cada semana tenemos del orden de 6 o 7 conciertos de músicas afines, lo que habla muy a su favor de su estado de forma y nivel de convocatoria.

Acompañándoles en esta gira apodada “Europa Blasfemia” estaban los muy en boga últimamente y también polacos MGLA así como los ya clásicos (aunque muy desconocidos por aquí para el gran público, por desgracia) SECRETS OF THE MOON, dos bandas que si bien tienen o podrían tener su encanto particular, no creo que en ningún caso hayan engordado la afluencia de público al evento visto como estaba la sala durante sus actuaciones (así como la reacción de la gente) y dejando claramente en evidencia que BEHEMOTH por sí solos son capaces de llenar una sala de esas dimensiones.

Abriendo la noche se encontraban los aclamados MGLA, una banda que en cuestión de un par de años se ha labrado un buen nombre dentro del Underground aunque sigan siendo unos desconocidos frente al gran público de gustos más generalistas y amplios que era quién mayormente abundaba en la sala ayer por la noche. Su último trabajo “Exercises in Futility” les ha puesto en boca de todo el mundo y les ha abierto las puertas de los grandes festivales y los grandes medios. Yo, que a estas alturas de la película tiendo a ser bastante cauto, siéndoles sincero he de reconocer que nunca les había prestado atención. Cada vez estoy más desconectado de las que se supone que son las tendencias y las bandas “del momento”, básicamente porque siento un desarraigo enorme hacia el criterio de la mayoría sobretodo en estos días cibernéticos y de postureo que vivimos. Y ayer por la noche no hubo excepción que rompiese la norma. Creo que el “hype” entorno a MGLA es desmedido a todos los niveles; ni poseen una música que rompa esquemas ni siquiera atraen lo más mínimo sobre un escenario. Entorno a las 7 de la tarde saltaron a escena 3 tipos encapuchados, quietos como estacas, desgranando un repertorio soso y monótono construido sobre canciones de lo más simplonas y predecibles que uno se pueda tirar a la cara, que podría perfectamente definirse como una mezcla entre los DISSECTION más black metaleros, rápidos y melódicos (aunque 100 veces menos enrevesados y infinitamente más simplones) y los SAMAEL de la época del “Ceremony of Opposites” en sus medios tiempos con ese groove tan particular. Quizá fue el sonido (que fue horroroso), la falta de volumen o lo soso de la iluminación, pero no conecté con esta banda en ningún momento y creo que su música y su repercusión están sobrevaloradísimas a tenor de lo visto. Para gustos colores y estoy convencido que mucha gente vio otro concierto diferente al mío, pero me siento en la obligación de ser sincero y decir lo que opino sobre esta gente.

Con SECRETS OF THE MOON, las tornas cambiaron y el asunto se puso bastante más serio y entretenido. A años luz de aquella banda de Black Metal que nos visitó por primera y si no recuerdo mal última vez en el año 2003 junto a WATAIN, los nuevos SECRETS OF THE MOON son tanto o más interesantes que aquellos que lanzaron joyas del calibre de “Antithesis” o “Previlegivm”, 2 obras claves del Black Metal más contemporáneo y de corte ortodoxo. Con ellos el sonido mejoró una barbaridad y creo que la iluminación fue clave para saborear la totalidad de un show mucho más profundo, interesante y por supuesto visual que el de MGLA. SECRETS OF THE MOON venían presentando su última obra “Sun” de la que extrajeron 3 cortes si mal no recuerdo a años luz del Black Metal que se gastaban sobretodo en sus dos primeros trabajos pero igualmente oscuros, repletos de carga simbólica, agresión sonora y más orientados hacia un Dark Metal o en todo caso Black Metal a medio tiempo, más denso y atmosférico que rápido y feroz. Su líder SG siempre ha sido un frontman inconmensurable, y pese a haberle visto frente a enormes audiencias tocando en grandes festivales, creo que ayer vimos a un músico sobradísimo sobre el escenario con unas tablas increíbles y una presencia de esas que engancha y encandila. Ayuda mucho, por supuesto, estar rodeado de unos músicos tan competentes y conocedores de las artes escénicas así como de una audiencia ya abultada y un repertorio tan evocador como variado. Como era de esperar, SECRETS OF THE MOON cerraron con su clásico e hímnico “Lucifer Speaks” dejando un muy buen sabor de boca y evidenciando que lo suyo es una carrera coherente y asentada.

Con la sala ya a reventar, BEHEMOTH saltaron a escena y la locura se apoderó del Razzmatazz I como hacía tiempo que no veía. Soy plenamente consciente de lo grandes que son estos polacos a día de hoy (por algo son una de las prioridades de Nuclear Blast), pero hasta el momento no había podido comprobarlo con mis propios ojos pues mis dos únicas experiencias en directo con BEHEMOTH (festivales a parte) fueron hace ya mucho tiempo cuando ni la banda era tan grande como ahora ni había tanto público interesado en sonidos “extremos” (de teloneros de DEICIDE en 1999 y como cabezas de cartel acompañados de CARPATHIAN FOREST 2 años después, ambos en salas de mucha menor capacidad). BEHEMOTH a día de hoy -y respaldados por un sello discográfico enorme detrás- han ocupado el puesto que CRADLE OF FILTH dejó huérfano hace ya mucho tiempo y que posteriormente ocupó DIMMU BORGIR hasta hace algunos años, es decir, el de banda de Black/Death masiva que atrae principalmente a gente más joven no necesariamente vinculada al metal extremo y con gustos bastante más amplios y más enmarcados en el Metal más mainstream. Éste por supuesto no es un comentario despectivo sino realista y descriptivo a tenor del público que principalmente abundaba en la sala y qué explica porqué una banda de estas características mueve a tantísima gente.

A ritmo de “Blow your Trumpets Gabriel”, tema que abría su último trabajo hasta la fecha “The Satanist”, BEHEMOTH arrancaron un show visualmente espectacular, intachable. Podrá gustarte más o menos su música, pero hay que reconocer que a nivel escénico, está banda está a otro nivel y juega en otra liga. Con un escenario bastante repleto de ornamentos, la batería de Inferno situada en lo más alto sobre una enorme tarima y unas luces y cañones de humo espectaculares, BEHEMOTH se ganaron a la audiencia desde el primer minuto. Los polacos han entendido a la perfección las artes escénicas que llevaron a muchas bandas a lo más alto. No basta con llevar una escenografía espectacular, tocar bien o tener buenos temas; hay que interactuar con la gente y sobretodo añadir ese elemento teatral que trascienda más allá de la música y en ese sentido BEHEMOTH tienen la lección bien entendida. Nergal no paró quito ni un momento y secundado por una banda de un nivel superior, ejecutó su show como si de una obra de teatro se tratase con todos los movimientos calculadísimos, con unas luces sincronizadas en todo momento con el papel que desarrollaba el propio Nergal sobre el escenario y un montón de gimmicks escénicos que si por momentos pueden parecer algo artificiales y previsibles, está claro que enloquecieron al personal, gran parte del cual bastante joven e impresionable. Su show prosiguió con el resto de temas de “The Satanist” que si mal no recuerdo, lo tocaron enterito de cabo a rabo. Tras una hora de actuación, la banda cerró este capítulo para echar la vista atrás y soltar algunos de sus antiguos temas más conocidos como “Ov Fire and the Void”, “Conquer All”, “Pure Evil and Hate”, “Slaves Shall Fall” o “Chant for Eschaton 2000” con la que cerraron un concierto de casi hora y media realmente espectacular y revelador del estado de forma de una banda que no hace sino crecer y crecer y cuya proyección no parece haber llegado a su cima todavía.