WHITESNAKE + SOL LAGARTO

Amargo reencuentro con Whitesnake. Reencuentro porque ya los pude ver hace dos años en esta misma sala con motivo de la gira de reunión (por llamarlo de alguna manera), y amargo porque lo que vi no terminó de encantarme, por muchos buenos recuerdos y momentos que uno reviva y pase al lado de este gran grupo. En cualquier caso, no fueron los primeros en pisar el escenario, así que primero hablaré de los teloneros.

Sobre las ocho y media Sol Lagarto salían al escenario y, a las tres canciones, el público ya estaba bastante cómodo con ellos: tanto los que ya los conocían (que había unos cuantos) como los que no tenían ni idea de quiénes eran habían estado jaleando sus solos, y animando durante las canciones. Sol Lagarto fueron un grato telonero, con su hard rock melódico con unos cuantos momentos de alto octanaje y estribillos fáciles y accesibles desde el principio. Además, no gozaron de mal sonido dentro de las posibilidades de la sala, con lo que al término de su concierto (aproximadamente una hora, extraño siendo teloneros de una banda como Whitesnake) salieron bastante triunfantes del escenario.

Más o menos hubo que esperar media hora larga para ver aparecer a la Serpiente Blanca sobre el escenario. A las 22:05 hacían aparición en el escenario Coverdale y sus secuaces, con su clásica intro…sólo que esta vez no arrancaron con Burn/Stormbringer, sino que directamente fusilaron Best years, primer tema de Good to be bad, el buen disco con el que han vuelto a los trabajos de estudio desde 1997, si es que tomamos Restless Heart como un álbum genuíno Whitesnake. Son ya muchos años, y la expectativa por ver el nuevo material en directo era grande.

El sonido, desde el principio, estuvo marcado por la tónica habitual en la sala: volumen altísimo y todo muy chillón. Con estas vicisitudes, aún así, el grupo consiguió sacar un sonido satisfactorio, salvo en la voz de David, que fue el mayor punto negativo de todos: si en la gira anterior ya se le veía tocado, ahora es algo mucho más notable. Las partes más exigentes suenan sospechosamente claras, no importa cuán lejos se encuentre el micrófono de su boca, y por desgracia, las secciones más suaves y sensuales directamente le salían desafinadas. Efectos a tope para maquillar una voz que ya va siendo insuficiente, vaya, un poco feo el asunto.

No fue un desastre, pero teniendo en cuenta que David Coverdale es una de Las Voces, encontrarse con este panorama es un tanto decepcionante. Al menos como frontman sigue igual de ocurrente y conecta de fábula con la gente, por lo que disfrutamos enormemente de esta faceta del gran cantante, que dirigió el concierto de la misma forma que dirige a su banda, que hizo un trabajo correcto, pero que podría dar más de sí en su papel de meras comparsas de Coverdale.

Lo cierto es que el concierto tuvo grandes momentos y no sólo en los temas clásicos (quién puede resistirse a un Fool for your loving como segundo tema, por ejemplo), sino que además los nuevos temas encajan muy bien en la estructura del concierto. El problema de fondo, aparte de la voz de David,  viene en momentos puntuales, como puede ser los solos. Los solos que pudimos ver fueron aburridos, y eso asusta en una banda como Whitesnake.

Si Reb Beach y Dough Aldrich son dos guitarristas tan capacitados y enriquecen los temas originales con miles de detalles excelentes, ¿por qué pinchan en el solo de esta forma tan estrepitosa? El solo de guitarra que llegó antes de la mitad del concierto fue muy flojo, totalmente desestructurado. Fue aburrido, por mucho que la gente cuando vea a ambos monstruos de la guitarra hacer de las suyas lo pasara bien. No, aquí falta algo, señores. Y continuar con uno de los mejores temas del último disco como A fool in love no va a maquillarlo, sobre todo con el también aburrido solo de que meten entre medias. Vale que Tommy llevara haciendo el mismo solo 20 años, pero lo que hace Chris Frazier, su sustituto a los parches, no fue demasiado digno de mención.

Al menos su trabajo correcto pero tampoco espectacular no deslució el conjunto, porque releyendo lo anterior parece que el concierto fue un desastre, pero nada más lejos de la verdad: Whitesnake cumplieron con su cometido, que es dar siempre un gran concierto desplegando grandes alardes, grandes estribillos y determinados momentos en los que la conexión músicos-público es total (gran ejemplo cuando en Aint no love in the heart of the city se retorna a un solo tras hacer cantar al público…el que no conecte con eso es que no estaba vivo en ese momento). Siempre han sido una gran banda, y se nota cuando salen al escenario. Pero hubo demasiados detalles flojos, y sienta mal.

Es una pena que aunque el concierto fuera muy bien y la gente disfrutara de lo lindo se vieran esas carencias en el grupo. Funcionará como un reloj, pero ni David está en su mejor momento precisamente ni el resto de la banda está demasiado inspirada, y eso se nota mucho. De todas formas, en la hora y 45 minutos que estuvieron sobre las tablas hubo hasta sitio para la celebración del cumpleaños de Uriah Duffy (muñeca chochona incluída de regalo), pero sobre todo para tocar para un público que, aunque empieza a ver el lobo en forma de problemas de voz de Coverdale, disfrutó con temas que fueron himnos ayer, que lo son hoy y que lo serán siempre. El tema es hasta cuándo podremos ver un concierto de este grupo que mantenga un nivel mínimo, porque en dos años ha bajado mucho la cosa. Vale que con la carrera que tienen se puede decir que ya no se les puede exigir más, pero aunque el tema de la voz de Coverdale es algo delicado de mejorar, la apatía del resto de miembros es algo bastante fácil de solucionar.

Setlist:

• Intro
• Best Years
• Fool for your loving
• Can you hear the wind blow
• Love aint no stranger
• Lay down your love
• Is this love
• Guitar duel
• A fool in love
• Drum solo
• Aint gonna cry no more
• Aint no love in the heart of the city
• Gimme all your love
• Here I go again
• Still of the nightBurn
• Stormbringer / Burn