Que bueno que volvieron. En mi vida me iba a imaginar que un grupo al que oía
en vinilos, un grupo al que David Coverdale le dio cerrajón lo iría a disfrutar.
Vivimos días de reuniones, y sí, sabemos que es por la  pasta, o aún… ¿alguien
se cree  que el motivo de estas reunificaciones sea por la inspiración de cualquier
Divinidad? Venga ya.

Pero centrémoslo en WHITESNAKE. Sería la oportunidad de comprobar in situ si
iban a relavar o ensuciar el nombre de la banda después de esta gira, podríamos
comprobar si es cierto que el señor Coverdale ha sentado cabeza y sus excesos
de alcohol  forma parte del pasado, porque no se puede luchar contra la naturaleza
y cincuenta y tres no es lo mismo que veintitantos….

 Se nota en su rostro; arrugas y patas de gallo lo desvelan y está a años luz
de mostrar en escena el dinamismo de antaño. Tampoco le podemos pedir peras
a un manzano. Cumplió. Su voz no es la misma que grabó “Burn”, está claro, pero
su carisma sigue intacto.

¿Y que decir de la banda que le escolta? David no iba a buscar morralla, no
se le permite. A estas alturas sobra decir que Doug  “todoterreno” Aldrich es
una máquina bien engrasada, con técnica y sentimiento. Aún no me he podido quitar
de la cabeza la gillipollez innecesaria (perdón por el taco, pero no encuentro
otro calificativo) de alguien que se hace llamar humano, que gritaba con énfasis
“fuera y que vuelva Steve Vai” Bueno…lo dicho….sin comentarios. Junto al vocalista,
era objeto de muchas miradas. No por ello el buen hacer de Marco Mendoza, Reb
Beach (que también soltaba algún que otro solo de gran calibre), Timothy Drury,
y Tommy Aldridge, se quedó sin brillo y era más que latente a lo  largo de casi
las dos horas de show.

Dos horas que da mucho juego para los sentimientos de los allí reunidos. Empezaron
con un “Burn” un poco bajada de tono, y “Bad Boys” con su correspondiente aullido
inicial. El público en el  bolsillo. Si no recuerdo mal continuaron con “Love
ain’t no stranger”, una vacilona “Ready an’willing” y la balada esa que tienen
muy famosa…..ah, sí!!, “Is this love”. Bien, no está mal. Y para seguir poniendo
a la Cubierta en pie “Give me all your  love”. Toma ya.

Después llego el momento más deslucido de la noche. “Judgement Day” les quedó
sosa. También el  solo, a continuación, de Aldrich estaba bajo en sal. “Crying
in the rain” levantó un poco las caras largas, pero el solo del batería que
se incluía en la canción presagiaba bostezos. Menos mal, que la veteranía de
Tommy quedó impresa, y su intervención producía babeos descontrolados.

Y a partir de ahí, recuerdo un orgasmo musical. El comienzo de “Ain’t no love 
in the heart of the city” ponía los pelos de punta al ver al respetable formando
un coro unido, lleno de pasión. “Don’t break  my heart again” y una esperada
“Fool  for your loving” nos hacía ver las maravillas que acarrea la música en
directo. Y con “Here I go again”…..Pues eso. Orgásmico.

Pero aún quedaba el bis. Salieron arrollando con “Take me with  you” y culminaron
en el clímax que llevaban arrastrando varios minutos con “Still of the night”.
Esa imagen de Coverdale cantando a capella en última instancia.. Esa imagen
de una gran banda despidiéndose… no se borrará de la memoria. Pululaban aires
ochenteros, un flash back individual acompañado de su música. Que rollo que
ya terminó. Con lo que estaba disfrutando….Además se ha hecho hasta corto, y
eso es buena señal.

Para no olvidar. Are you ready?.

Ah!!!, se me olvidaba un par de datos importantes. Telonearon al sexteto la
agrupación estatal SEX MUSEM, que desprendieron buen rock para calentar. Sinceramente
me agradó su presencia, más que la que se confirmó en un principio: Beholder.
Era como si Marujita Díaz tocara antes de Dream Theater.  Solo pude ver varios
temas de su actuación, ya que me encontraba en el puesto oficial de Whitesnake,
y estaba dudando si comprarme un parche de batería (o un revestimiento de plástico
mejor dicho) por 40 euros, una camiseta de impresión rudimentaria con plancha
al vapor por 30, o una tacita de café por 10. Que buenas mañanas iba a tener,
así cualquiera se levanta con energía. O no?.

Y el otro detalle de “minúscula” importancia era la negación de ceder photopass,
según la muchacha de la taquilla, por parte de la banda. La promotora nos lo
da, el grupo nos lo quita. “Dicen que si hay treinta y cuatro fotógrafos no
tocan”, se oía por ahí. Así que solo a cuatro, que es lo que Coverdale y compañía
veían oportuno. No nos encontrábamos entre esos afortunados, por lo que podéis
comprobar.

He intentado quitarme esa mala uva que surgió en su momento y no tomar prejuicios
contra el grupo. Ayuda a solventarlo el recuerdo de su actuación. Me he limitado,
bajo la máscara de una persona cualquiera del público, a redactar esa noche. 
Nada más.

Texto: Satur Romero / Fotos: Whitesnake.com

Datos:

Cubierta de Leganés
Madrid
Promotor: Rock ‘n’rock
Público: Lleno

Día:01/10/2004

Puntuación:8