WASP + DRAGONFORCE + DYECREST

En sus más de 20 años de historia, WASP han sido siempre unos provocadores natos. Desde sus legendarias y continuas trifurcas con el PMRC y la censura norteamericana propia de las facciones más conservadoras en los 80, hasta las borracheras y salidas de tono del, ahora indigente, Chris Holmes, las siempre polémicas declaraciones de Blackie Lawless o los escándalos provocados por la puesta en escena de sus giras incluyendo sangre, bebés, cruces y monjas, WASP han estado siempre en el ojo del  huracán, algo de lo que muy pocas bandas pueden alardear sin caer en la pedantería más vulgar e irreverente.

Evitando el aburguesamiento musical, WASP son una de las bandas con la trayectoria más coherente de todas cuantas poblaban el área de Los Ángeles allá por los 80. Mientras que el resto de compinches de quinta actualmente están muertos, en fase de rehabilitación o simplemente alejados de cualquier cosa relacionada con el negocio musical, Blackie Lawless sigue liderando su banda y publicando discos año sí año también. Como toda banda con tantos años de historia, WASP han tenido sus momentos flojos, sin embargo todos y cada uno de sus discos poseen algo que los hace atractivos, en mayor o menor grado, pero con un mínimo de calidad siempre presente. Mucha gente pensará que "Still not black enough", "Kill fuck die" o "Helldorado" mostraban a unos WASP diferentes, sin ideas o simplemente poco convencionales, de acuerdo, sin embargo esto no hace justicia a alguien que por entonces ya había grabado 5 de los mejores discos de la historia del heavy metal como fueron sus 5 primeros Lp’s de estudio y que, por derecho propio, estaba en todo su deber de intentar ir más allá, alcanzar un nuevo nivel. Como suele suceder en estos casos, el tiro le salió por la culata y al poco tiempo el bueno de Blackie retomó su clásico sonido, el mismo que lleva plasmando en sus 3 últimos discos de estudio.

Los encargados de abrir la velada fueron unos tales DYECREST, una joven formación finlandesa de power metal que acaba de ganar un concurso promulgado por Noise Records y acaban de publicar su primer trabajo. Por lo visto, un retraso en la hora de inicio del evento hizo que DYECREST solo pudieran tocar 4 temas. Los siguientes en salir fueron los “laureados” DRAGONFORCE, una banda con unos muy buenos músicos pero que como en la gran mayoría de casos, aburren hasta al apuntador. Entre solos de guitarra ultra virtuosos y por momentos indigestos, la música de DRAGONFORCE no es más que la enésima copia de HELLOWEEN. Pese a que solo pude presenciar sus últimos temas se me ocurren 36 bandas de power metal más atractivas que ésta. No todo es velocidad y virtuosismo señores…

Habiendo llovido bastante desde su última visita a Barcelona hace 5 años presentando "Helldorado", la expectación en torno a esta nueva visita de WASP a la ciudad Condal era bastante grande. Sin llegar a reventar el aforo de la sala, la banda norteamericana consiguió reunir a cerca de 1000 personas, y eso en fecha de exámenes, con tal cantidad de conciertos programados y con los festivales de verano a la vuelta de la esquina, es un mérito a tener muy en cuenta (Pese al elevado precio de la entrada, unos 24 euros).

La escenografía que WASP presentan en esta nueva gira consiste en 2 telones de fondo con la portada de su más reciente trabajo, "The Neon God part I – The Rise" y un espectacular monstruito construido en el pie de micro de Blackie Lawless donde él mismo suele subirse y balancearse, algo que ya se pudo comprobar en anteriores giras de la banda. La formación que presentan WASP en esta nueva gira está compuesta por el inamovible Blackie Lawless a la voz y guitarra rítmica, el bajista Mike Duda quien ocupa ese puesto desde los tiempos de "Kill fuck die", el guitarra solista y sustituto de Chris Holmes, Darrell Roberts (un tipo MUCHO más apto y sobrio que Mr. Holmes) y finalmente el batería Frankie Banali (Pese a que el último disco lo grabara Stet Howland). Con un sonido un tanto confuso ensuciado por una batería con una reverbereación monstruosa, al más puro estilo 80’s, WASP salió a escena justo acabada la introducción "Overture" de su nuevo disco. Los primeros clásicos no tardaron en llegar en forma de Medley con 3 de sus himnos más laureados, "On your knees", "Inside the electric circus" y "Hellion". Con el ambiente ya caldeado, WASP tiraron otra vez de repertorio antiguo y atacaron "Chainsaw Charlie (Murders in the new morgue)", "L.O.V.E. Machine", "Animal (Fuck like a beast)" y "Wild child". Hasta este punto del concierto, la cosa pintaba francamente bien, con un compendio de himnos míticos y un público entregado 100 % a la causa, sin embargo con la ejecución de los 3 siguientes temas, los ánimos colectivos descendieron de una manera notoria, "What I’ll find", "Sister sadie" y "My tortured eyes" tuvieron la culpa. No es que sean malos temas, pero el público en su mayoría los desconocía y al ser interpretados los 3 seguidos, la audiencia se enfrió. Retomando de nuevo sus clásicos, WASP deleitó a la audiencia con 3 temas más antes de dar por concluida su actuación, "The real me", "I wanna be somebody" y ese himno a la sobriedad llamado "Blind in Texas". Todos sabíamos de ante mano que el concierto iba a ser escueto, ¿Pero tanto?, desde luego 70 minutos son una cifra ridícula para una banda por la que se está pagando casi 4000 de las antiguas pesetas. En el tintero se quedaron todas las grandes baladas de WASP, "Sleeping in the fire", "Forever Free", "The idol" o "Hold on to my heart". Muchos nos habíamos hecho ilusiones puesto que se había comentado que durante toda la gira se solía interpretar un set acústico de cara al final de la actuación antes de los bises, por desgracia no fue así. En lo referente a los coros, una vez más estos estaban grabados. Cuando llegaban los estribillos, junto a las voces de Blackie, Mike y Darrell, solían aparecer misteriosamente 3 o 4 voces más. Tampoco es para exaltarse mucho, de hecho WASP siempre lo han hecho pero a diferencia de otras ocasiones, Blackie esta vez cantó fenomenal y muy pocos fueron los gallos que se le escaparon por lo que no desentonaban tanto las partes pregrabadas.

Si esta actuación hubiera tenido la parafernalia propia de otras actuaciones de WASP con sangre, monjas crucificadas y demás, y un repertorio bastante más largo, podríamos estar hablando del concierto del año, pero por desgracia no fue así; Blackie Lawless es un tipo que sobrepasa los 50 años y aunque no lo parezca, está bastante cascado (A años luz del señor Chris Holmes… ¿Alguien recuerda el concierto de hace 5 años en el que ambos acabaron los últimos temas sentados sobre la tarima de la batería completamente exhaustos?).

Está claro que actualmente, a una banda como WASP no se le puede pedir más de lo que esta noche pudimos contemplar en el Razzmatazz de Barcelona. Como dice el viejo refrán, si es bueno y es corto, dos veces bueno.