Lo de ver a WARCRY cada año en otoño se ha convertido en una espécie de tradición para quien suscribe éstas lineas. Disco tras disco, gira tras gira, acabo viendo a los asturianos en la misma sala – cada vez más llena, eso sí- haciendo un show que cada vez se vuelve más potente. Ahora era el turno de presentar “La Quinta Esencia”, y con ésta serían, paradójicamente, cuatro las veces en las que habría disfrutado de la banda en directo.

 

Dista mucho mi opinión de hoy en día de la de aquella crítica que, repleta de bilis, se publicó en ésta misma página en el año 2003. En aquella ocasión, WARCRY actuaban en la sala Mephisto de Barcelona presentando su primer disco y con exactamente la mitad de gente que había la otra noche en la sala Razz 2 de Barcelona. Y es que, el aforo de Mephisto es –basicamente- la mitad del de Razz 2. Fue otro lleno espectácular pero por entonces – me temo- vi en la actitud de los fans más muestras de fanatismo ciego y partidismo dentro de la guerra Warcry Vs Avalanch que de amor a la música de la banda. Con los años las cosas han cambiado y ahora que las aguas ya fluyen con más calma y la mala mar se ha convertido en calma total, ha quedado claro que aquellos jovencitos que idolatraban a WARCRY con su primer disco y su primer show en nuestra ciudad no lo hacían como parte de un  batallón en una absurda guerra, sino como fans de verdad de un grupo que les ofrecía lo que querían: metal épico pero cercano en sus letras, con instrumentistas que fueran capaces de llegar al nivel exigido pero sin recordarle a nadie que son los mejores o los más buenos. Y mire usted por donde, la cosa ha funcionado.

 

Así que tras un encuentro previo con Victor García en los camerinos de Razzmatazz 2, me dispuse a ver un concierto en el que –sucediera lo que sucediera- todo estaba ganado de antemano. Con bastante puntualidad, a las nueve de la noche, la banda tomó el escenario dispuesto a conquistar lo ya conquistado mil veces.  El griterio escuchado cuando la banda salió a escena fue ensordecedor y, por momentos, escalofriante. Sólo en las grandes citas – como la de IRON MAIDEN del otro día- he encontrado ese fenómeno en el cual las voces del público ahogan totalmente el sonido de la banda. Con el triplete “Que Vengan Ya”, “Mas Allá” y “La Vieja Guardia”, las tres de su nuevo disco, la gente entró en calor, al igual que toda la banda al completo. Y es que no era para menos. Menudo recibimiento!

La sesión de headbanging siguió con “Contra el Viento” y “El Regreso”, ambas del anterior “Donde Está La Luz”, donde el griterío no remitió. Si hubo un detalle que ensució un poco la magnífica velada fue el atronador sonido. Siguiendo la táctica de “contra más alto, más heavy” me temo que alguien subió demasiado los faders de la mesa. Unos cuantos decibelios menos habrían contribuído a una definición mucho mejor de los instrumentos, ya que los solos de Pablo García sufrieron de lo lindo esa noche. No fue tanto el caso para Fernando Mon, que salió bastante victorioso pese a que el mal sonido se cebó con los instrumentos de séis cuerdas con especial crudeza. Pero bueno, como servidor no es técnico de sonido, se calla la boca prudentemente. Pero un último apunte: ¿cómo es posible que una banda extrema como CRADLE OF FILTH – con coros femeninos y más o menos el mismo número de instrumentos que WARCRY- suene medianamente bien y WARCRY no? Y eso que CRADLE tenían la sala medio llena únicamente, con lo que el rebote siempre es mayor…

El set siguió adelante con sendas interpretaciones de “Luz del norte”, “Tu Recuerdo Me Bastará”, “Redención” y “Nuevo Mundo”. Como queda patente, la utilización de temas del nuevo disco es muy importante. Tocaron el disco entero a excepción de “Ha Pasado su Tiempo” y “Mirando al Mar”, toda una muestra de confianza hacía una nueva entrega que carece de la frescura de “Donde Está La Luz?” pero que no deja de ser un digno sucesor. Victor García se lo pasó bien arengando al público entre tema y tema, dando evidentes muestras de que la banda se lo estaba pasando en grande sobre el escenario. Aunque las presentaciones de los temas siguen siendo una asignatura pendiente – en ese sentido, de todos modos, nadie superará jamás a Angel de TIERRA SANTA- la gente no parece tener el detalle en cuenta y se vuelca con cada comentario y cada broma del brisbanense asturianizado.

La segunda mitad del show estuvo protagonizada por “En un Lugar Sin Diós”, la genialmente recibida “Ulises”, “El Más Triste Adiós”, “Un Poco de Fé” y ya en la recta final “Buscando Una Luz”, “Espíritu de Amor” y las celebradas “Tú Mismo” y la coreadísima “Alejandro”. Faltaron muchas, claro está, pero el concierto no podía durar tres horas. No hubo “Trono del Metal” ni “Hoy Gano Yo” ni “Capitán Lawrence”, ni “Señor”…parece que la banda quiere desmarcarse de aquel primitivo primer álbum, a excepción de algún tema que otro, como “Luz del Norte”. Pero también es cierto que hay que mirar hacia delante y, hasta el momento, eso ha funcionado a las mil maravillas para la banda asturiana.

Con suerte, la próxima vez los veremos en el Razzmatazz 1. Y sino, al tiempo. Pero, significativamente, creo que la única banda que hoy en día tiene verdaderas perspectivas de crecimiento en nuestro país son ellos. Y sinó, a los hechos me remito.

Texto y Fotos: Sergi Ramos

Promotor:Matarile

Asistentes:1000

Día:02/12/2006

Hora:21:00

Sala:Razzmatazz 2

Ciudad:Barcelona

Teloneros:

Puntuación:9