WACKEN OPEN AIR 2008 (y II)

VIERNES 31-07-08 Después de una excursión a la piscina de Wacken en la que se montó un show improvisado de concurso de saltos nudistas, un wall of death acuático y un sinfín de actividades totalmente improvisadas volvimos al festival para ver a los chicos de Schmier.

HEADHUNTER 6,5/10  Zelig

Muchas ganas tenía yo de ver este proyecto, y más sabiendo que Ensiferum descargaban al lado y dolía mucho perdérselo. Los entregados fans de Schmier pedían una y otra vez algún tema de Destruction pero el rubio alemán fue implacable, no caería nada esta vez. No podemos decir que fuera un mal concierto pero si que algo soso, con no mucha gente y con mucha indiferencia hacia el material más antiguo de la banda y poca más para el actual. Destacó ese single llamado “Silverskull”, “Parasite of Society”, “Payback Time” y “Read My Lips” pero poco más. No nos obsequiaron con la original versión de Skid Row “18 and Life”, muchos la esperaban.

ENSIFERUM  7/10  Penumbra  

Por fin veíamos a los fineses en uno de los escenarios grandes. Y es que con pulso firme, los power vikings han conseguido hacerse un holgado hueco en la escena hasta el punto de arrastrar una más que considerable cantidad de metalheads a sus shows. Nosotros llegamos a media actuación y ellos ya se habían metido al público en el bolsillo. “Victory Song”, Lai Lai Hei” o “Hero In A Dream” (con la que salieron a escena) fueron tan sólo algunas de las armas con las que contaron. Al amparo de un buen sonido la banda no paró de hacer mover al público con las melodías más pegadizas que salían del teclado de Emmi, teniendo también tiempo para deleitarnos con pasajes más rápidos y algo de caña, pues, recordemos, en ENSIFERUM la épica y las referencias a los bosques no van ancladas a un marco estrictamente fiestero como podría ser el caso de KORPIKLAANI. Los chicos de Petri son arena de otro costal, mucho más heavies.y versátiles. Resistimos bajo el Sol de lo lindo, pues la experiencia lo merecía. La banda dio lo que de ellos se esperaba con un Petri bastante entregado a la causa que no paró de moverse hasta que finalizaron las últimas notas de “Iron”, corte con el que terminaron por todo lo alto. A destacar un tipo que, totalmente desnudo, se lanzó a hacer crowdsurfing aunque, naturalmente, sin demasiado éxito: debido a que la concurrencia veía lo que se les avecinaba, besó con ahínco el duro suelo sin que su orgullo se viera magullado. ¡Alemán borracho sinvergüenza que levante la mano!

THE ROTTED  6/10  Penumbra  

Seguro que más de un despistado se los perdió por no estar “a la última”. Y es que el combo inglés, de buenas a primeras, decidió cambiarse el nombre como aquél que se cambia de calzoncillos, pasándose de llamar GOREROTTED  THE ROTTED sin que demasiada gente pareciera haberse enterado. Según ellos, debido a que empiezan una nueva etapa en la cual el gore ya no ocupa un lugar privilegiado en la temática de las letras y debido también a algún que otro cambio de formación. Ellos sabrán. Personalmente creo que en la mayoría de los casos un cambio de nombre tan sólo perjudica a una banda que se encuentre medianamente establecida en el panorama metalero y en el caso que nos ocupa no creo que el cambio les sea demasiado productivo. En lo musical, gozamos de un concierto rabioso y rápido en la tradición más goregrind pero aliñado con ese regustillo hardcore con el que gustan de sazonar estos ingreses. Algunos temas de su recientísimo “Get Dead or Die Trying” cayeron, pero fueron los cortes de sus anteriores álbumes los que gozaron de una mejor respuesta. No se puede decir que fuera un mal show, pero sí que adoleció de falta de fuerza, por paradójico que parezca, deambulando en algún momento por esa sensación de “deja vu” que nos hace pensar en lo de “banda clónica” del estilo o “banda del montón”. Afortunadamente, los chicos de “Babysliced” (tal y como gusta de ser referido su voceras) de estar sobre un escenario saben un rato, por lo cual lograron mantener el interés a un cierto nivel en gran parte debido a la hiperactividad derrochada en escena.

KAMELOT 7/10  Zelig

Parece que a Roy Khan le cuesta cada vez más llegar a esos agudos excepcionales, y fue una lástima porque la banda estuvo de miedo y las numerosas colaboraciones dotaron al show de dinamismo y espectacuaridad. Primeramente visitaron el THE GHOST OPERA pero pronto caerían clásicos como “Forever” o Center of the Universe”. Al inicio la chica enmascarada que metía los coros tenía el micro muy bajo pero desde la entrada de Simone Simmons a escena la cosa gano un mucho. Para el “March of Mephisto” tuvieron a Alex Krull de Mephisto y dejando claro que el show había ido de menos a más. A pesar de la luz solar los fogonazos y luces quedaron perfectas. Fue una lástima que quedaran fuera los temas de THE FOURTH LEGACY, discazo que les puso en boca de todo el mundo.

OPETH   8/10  Penumbra  

OPETH pudieron resarcirse en parte de aquella actuación de hace un par de años en este mismo escenario en la cual las cosas no salieron todo lo perfectas que debieran (algunos retrasos, tan sólo tres o cuatro temas interpretados, etc), consiguiendo crear una atmósfera bastante singular a pesar de estar tocando al aire libre ante millares de espectadores. Cierto es que los suecos son una banda más apta para explotar su potencial en salas cerradas debido al ambiente intimista que destilan pero, visto lo visto, las cualidades de Akerfedt y su séquito resultan tan abrasivas que consiguen hacernos partícipes de la experiencia aunque estén tocando en la puerta de atrás de un gallinero.. Eso sí, en directo parece que todo cobra una dimensión especial, sea lo que sea lo que suene. Buena muestra de ello es “Ghost of Perdition”, tema con el que comenzaron para seguir con “Beneath the Mire”. Un Akerfedt que, de nuevo, utilizó su humor negro entre canción y canción con el mismo empeño con el que interpretó los temas, ya sea reafirmándose en su amor por el death metal en las partes más extremas o cerrando los ojos y sintiendo dentro de su ser los interludios acústicos más delicados. También hubo representación en el playlist de su última obra maestra de la mano de “Heir Apparent”, que fue recibido como si de un tema de toda la vida se tratara. Obviamente también hubo espacio para algún corte más antiguo, como “The Drapery Falls” con el que firmaron un final de show acertadísimo esta vez. Un concierto de notable alto, por mucho que la luz solar nos estuviera asediando.

NIFELHEIM  8/10  Penumbra  

Curioso lo de la carpa WET que, sin acoger en ningún momento un mal sonido, sí que ofrecía unas condiciones acústicas óptimas en muchos conciertos cuanto más atrasada fuera la posición del oyente, en gran parte debido a la situación de la mesa de mezclas que, en vez de encontrarse en el centro de la misma, como parecería más lógico, estaba situado al fondo de la misma. El caso es que no dudé ni un instante en acercarme a ver si los suecos NIFELHEIM se encargaban de defender su status de banda de culto con todas las de la ley. Y, ciertamente, así fue. Si bien en un principio un sonido poco agraciado hizo que los primeros temas sonaran faltos de gancho, al poco tiempo ya nos encontrábamos disfrutando de toda una lección de black/thash con cojones. Con trallazos como “Unholy Death”, “Satanic Sacrifice” o “Evil Blasphemies” consiguieron sentar cátedra en cuanto a actitud se refiere, demostrando que tocar un tema del último álbum no siempre tiene por qué significar un bajón de intensidad, sino todo lo contrario. Díganme sino por qué “Gates Of Damnation” aplastó cráneos. ¡Y a pesar de tanta intensidad, me sé de alguna que se pasó el concierto durmiendo la mona!

VAN CANTO 9/10  Zelig

Eran una de las sorpresas que estaba claro que iban a triunfar. Los originales Van Canto son una batería que acompaña a un juego de voces masculinas y femeninas que se combinan para lograr melodías excepcionales. Si “King” y sobretodo “The Mission” lograron ganarse los corazones de todos los presentes qué decir de esa maravillosa versión de “Battery” de Metallica con la que se han ganado a medio mundo. Pero si hay que hablar de una sorpresa clara esa fue “The Bard’s Song” de Blind Guardian. Definitivamente están llamados a ser una banda grande y con un futuro muy a tener en cuenta. Los que pensaban que eran cuatro freakies metiendo voces salieron con la boca abierta.

CORVUS CORAX  9/10  Penumbra  

Segunda vez que veía a esta banda después de la genial experiencia de hace tres ediciones en este mismo festival. En aquella ocasión desconocía bastante por donde iban a ir los tiros, mientras que en esta la experiencia resultaba ya un grado y, conocedor de que podía volver a ser espectacular, no dudé en salir corriendo hacia el Black Stage una vez terminaron NIFELHEIM. Sigo sin conocer activamente a la banda discográficamente hablando, pues ni he profundizado en su folk medieval ni acostumbro a tener demasiado contacto con esta escena, pero la verdad es que presenciar un directo de esta gente es poco menos que cagarse encima.

Interpretando parcialmente la segunda parte de su adaptación del “Cantus Buranus”, los alemanes volvieron a desplegar en escena todo su arsenal: coro de decenas de personas, orquesta con multitud de instrumentos de todo tipo, percusiones que se multiplicaban según el acto y los cuatro gaiteros, así como multiinstrumentistas, que conforman la banda propiamente dicha. Una experiencia sin igual. Que unas piezas tan sobrecargadas, tan bien compuestas y tan exigentes sean interpretadas a pocos metros tuyos con tal grado de fidelidad es poco menos que sorprendente, es algo que de lo que se es consciente  al notar la vibración en las mejillas ante tal avalancha de timbres y notas, con todo eso que ves en escena rebotando en tu cara. Mención a parte merece la soprano que en ocasiones puntuales aparecería para deleitarnos con su gran voz, especialmente cuando intervenía en el clímax de las canciones, normalmente al final por estar estructuradas en clave de “crescendo”, demostrando unas capacidades que lograrían sonrojar hasta a la mismísima Tarja Turunen. Si algún día te encuentras de paso por Alemania y esta gente actúa cerca, no te los pierdas, por la gloria de tus lorzas.  

AVANTASIA 9/10  Zelig

El otro gran cabeza de cartel fue el proyecto Avantasia de Sammet que empezó renqueante, con el micro de Lande apagado durante dos temas. Aparte de eso el concierto estuvo a la altura de lo esperado y por momentos a Tobias le brillaban los ojos y le asaltaba alguna lágrima furtiva de la emoción. No era para menos, decenas de millares de brazos arriba coreando “Farewell” o “The Scarecrow” y el grupo brillando. Si muchos creíamos que Matos, Lande y cía se lo iban a comer con patatas, decir que no, Sammet estuvo genial y motivado como nunca. “Lost in Space” pero sobretodo la esperada “Serpents of the Light” y “Reach Out for the Light” convencieron a esos incondicionales que les siguen desde su primer disco. Del segundo poca cosa, sólo “Seven Bells” al final y fundida con “Sign of the Cross”. Para enmarcar la versión de “The Toy Master” (en el disco la canta Alice Cooper) por parte de un supermotivado Sammet y cómo no: “Avantasia”. Los que esperábamos que Michael Kiske saliera… en fin… podemos seguir esperando durante años…

GORGOROTH  8/10  Penumbra  

La organización había prometido un show que no tuviera nada que envidiar a la polémica actuación que la banda realizara hace unos años en Krakow y que propició que todo el material filmado fuera confiscado y los integrantes de la formación acusados y ajusticiados. Curiosamente, habiendo ya expirado los cargos y teniendo lugar la publicación de dicha filmación oficial por estas mismas fechas,  la banda podía incuso alegar que este concierto iba a ser la presentación oficial de dicho DVD. Y realmente, tuvo toda la pinta: cabezas de oveja ensartadas en palos a lo ancho de todo el escenario,  estando algunas partes troceadas, fuego directo del infierno siendo expulsado continuamente y seis humanos completamente crucificados y desnudos en la parte trasera del escenario, concretamente dos machos y dos hembras. Y cómo no, un Gaahl totalmente en su salsa y un repertorio salvaje fueron los demás alicientes que contribuyeron a que el Black stage de Wacken sufriera un auténtico tormento que no se veía desde la actuación de Mayhem en el 2004 con unos argumentos similares. Aunque la banda tiende a olvidar en directo sus dos primeras y más celebres obras, en esta ocasión sí que cayó alguna cosa de aquéllas, como la insidiosa “Bergtrollets Hevn”, pues la ocasión lo merecía. Con la puramente war metal “The Devil, The Sinner And His Journey” o la aclamada “Incipit Satan” lograron que incluso se agriaran las caipirinhas de los puestos de mojitos, mientras que con la más compleja “Profetens Åpenbaring” nos alumbraron algo de melodía y pudimos comprobar qué tal andaba la voz limpia y solemne de Gaahl, que en su labor de frontman volvió a alimentar su papel de personaje tarado recién salido del averno, caminando con parsimonia sobre las tablas mientras se detenía mirando a puntos fijos de entre la muchedumbre cubierto de sangre y con talante terrorífico (¿qué parecería a su lado Dani Filth?). Una hora escasa de duración para un repertorio rápido, intenso y visualmente aplastante. No es que gozaran precisamente del mejor sonido del festival, pero aquél ambiente de insana y vetusta demencia nos atrapó.

 SÁBADO 01/08/08

MERCENARY 8,5/10  Zelig

A base de discazos se han ido ganando un nombre dentro de la escena. Su nuevo ARCHITECT OF LIES ha sido otro paso más hacia l éxito pero algunos dudábamos de que fueran capaces de reproducir en directo todo ese arsenal complejo de coros, riffs y teclados envolventes. Desde “New Desire” que nos convencieron pues estuvieron geniales. Fue una lástima que el público fuera escaso (para ser Wacken) y la hora temprana tampoco les ayudara. A pesar de ello todos los que allí estuvimos aplaudimos convencidos. Con su cantante encorbatado nos ofrecieron la excepcional y técnica “Bloodsong” que no perdió un ápice respecto al disco y “Black and Hollow”. Del 11 DREAMS nos brindaron la ya clásica “Firesoul”, la verdad es que son una banda muy a tener en cuenta de cara al futuro, cada disco es mejor que el anterior…

OBITUARY  6,5/10  Penumbra  

Vapuleados y hostigados a causa del cansancio, las drogas y los dromedarios con sarna, nos dirigimos a ver a los de Florida, que desde que volvieron a la actividad están que no paran. De hecho he perdido la cuenta de cuántas veces les he visto en los últimos años. El concierto no estuvo mal, para nada, y quién goce del arte practicado por las huestes de los hermanos Tardy gozará como un enano sea cuando sea y como sea, pues se trata de una banda que nunca falla. Pero esta era quizá la cuarta vez en poco tiempo que veía a la banda interpretar el mismo set list y a John practicar exactamente los mismos gimmicks escénicos, lo cual, queramos o no, pasa factura. Si a ello le añadimos que el sonido más allá de 15 metros del escenario menguaba en demasía, la experiencia puede resultar un tanto lineal. Eso sí, concierto sin fisuras de los americanos y una buena ristra de clásicos con los que limpiarse las babas.

CARCASS  9.5/10  Penumbra  

Tras la actuación de los atontados cristianos de AS I LAY DYING (rebautizados para la ocasión como “A l’Ast I’m Dying”, que es como merecerían morir, empalados y dando vueltas), a los que por supuesto no vi, nos pasamos a ocupar de palabras mayores. Y es que el concierto de CARCASS volvió a ser tan rebanacuellos como en el Hellfest hace apenas un mes. “Impropagation”, “Buried Dreams” y “Corporal Jigsore Quandary” desatarían el olor a cadáver en la morgue alemana, amenizados cómo no de las correspondientes introitos en plan pura serie B ochentera. Y con ellos, el acabóse. Jeff Walker, Michael Amott y Bill Steer, con el apoyo de Daniel Erlandsson (a quién posteriormente nos encontraríamos bailando hasta el culo de mojitos en la zona de prensa) como substitut, en un principio temporal, del malogrado Ken Owen se encargaron de derrochar tal pasión en escena que se hizo difícil contenerse al desmelene. Con un sonido de nuevo tan abrasivo como nítido temazos del calibre de “Carnal Forge” o “No Love Lost” y tal cantidad de carne roja y terminología médica inundando nuestros oídos la verdad es que no necesitábamos de demasiadas sorpresas para salir satisfechos. Pero las hubo. Por un lado podríamos recalcar la interpretación de “Keep On Rotting in the Free World” del “Swansong”, que no recuerdo que tocaran el Hellfest, hecho que les honra, ya que la banda podría haber optado por la via más fácil, la interpretación de un set inamovible en todos los festivales del circuito veraniego en los que la banda apareciese; pero no fue así y se marcaron un tanto al introducir estas pequeñas variaciones cada noche, todo un regalo para los fans que los vieran en más de una de estas citas. Mención a parte merece la inesperada aparición de Angela Gossow para cantar junto a la banda el tema “Incarnated Solvent Abuse”. Habiendo coincidido en escena hasta tres componentes de ARCH ENEMY Jeff Walker lo tuvo claro al lanzarle a la concurrencia tras el tema un “Que conste que todavía odiamos jodidamente a ARCH ENEMY”. Como no podría ser de otra forma. La velada también contó con otro invitado especial como fue Ken Owen que, a diferencia de otras citas veraniegas, no se contentó con salir a saludar, sino que esta vez se atrevió a sentarse tras el kit de batería (ayudado en todo momento por personal de la organización debido a su delicado estado) para efectuar un pequeño solo. Debido a la hemorragia y al coma que sufrió el amigo Ken padece a día de hoy secuelas y cierta debilidad corporal que supuso que el solo, muy pobre por supuesto, fuera lo de menos y quedara para el recuerdo la voluntad y el legado del músico que inmortalizara en su día piezas como “Death Certificate” y “Exhume to Consume” que, como trallazos que son, no tardarían en sonar, siendo la interpretación de “Heartwork” el  perfecto colofón de una magnífica velada, de uno de los mejores shows que ha presenciado Wacken en el 2008. Esperemos que estos recitales veraniegos no queden en una anécdota, pues la banda está demostrando tener cuerda para rato.  

POWERWOLF 8/10  Zelig

Con Powerwolf sucedió una experiencia positiva, similar a la que ocurrió con los Traceelords hace años. A pesar de estar en una carpa el concierto es absolutamente demoledor y cada uno que está allí termina rendido a sus pies. La diferencia con los rockeros alemanes es que Powerwolf casi revienta la carpa. Se les veía con sonrisas de oreja a oreja muy a pesar que llevan toda esa parafernalia gótica y oscura y eso que su apuesta es por el heavy metal tradicional. La solemnidad de “Lupus Dei” con su líder pintado de blanco y con vidrieras de iglesia en los flancos contrastó con las feroces metaleras y llenas de tópicos “Saturday Satan” o el himno definitivo “Kiss the Cobra King”, un desparrame total. “Prayer in the Dark” fue otro de los balazos de la velada. Con Powerwolf uno tiene el mejor ejemplo de que lo que se cuece en la carpa WET Stage es absolutamente recomendable. Lástima que la oferta en los grandes escanarios sea tan atractiva…

AT THE GATES   8/10  Penumbra  

No me hubiera importado presenciar el concierto de KILSWITCH ENGAGE (o como decían algunos españoles, los “Kiwis Enyegaos”) pero la tromba de agua que cayó y algunos otros menesteres inoportunos pesaron más que mi curiosidad. Por ello no dudé en presenciar, por cuarta vez en menos de dos meses, la hipercalórica descarga de los suecos AT THE GATES, que volvieron a poner toda la carne en el asador sabedores de lo concurrido que se encontraba en esos momentos el frontal del escenario. Con un set list, creo yo, igualito al interpretado en el resto de festivales, se encargaron de provocar a la concurrencia de la mano de “Slaughter Of The Soul”  (¡vaya forma de empezar el concierto!), “Cold” y “Under a Serpent Sun”. Cierto, el orden de los temas sí que cambió, pero lo que no varió ni un ápice fue la intensidad del show: Tomas Lindberg no paró de patearse el escenario como si estuviera buscando la causa de su cabreo y el público no dudó ni un momento en hacer pogos y crowd-surfing por doquier. “The Swarm”, “Terminal Spirit Disease”, “Suicide Nation” y “Raped By the Light of Christ” fueron las siguientes en caer o, mejor dicho, arrojarnos, arrojarnos a los perros. Miembros cercenados, glúteos masticados y rabadillas masacradas, acercarse a los núcleos de pogo era poco menos que desaconsejable para los que no hacemos dos metros de alto por dos metros de ancho. La labor de la banda, cómo no, se centró en echar más leña al fuego en clave de canciones, regalándonos un set list ciertamente rápido y cañero que desembocó en tres temas como son “Need”, “Blinded By Fear” y “Kingdom Gone”, que pese a no ser “Slaughter of the Soul” se adivinó bastante acertada para cerrar.  

NIGHTWISH  8/10   Penumbra   

Hora de NIGHTWISH y que Wacken los viera por primera vez con su nueva frontwoman, Anette Olzon. Con uno de los montajes pirotécnicos más ambiciosos del festival y con una posición más que destacada en la parrilla, los finlandeses tan sólo dependían de ellos mismos para ganarse el corazón de los alemanes en esta nueva andadura. Y doy fe de que lo consiguieron. O al menos de que los abiertos de mente se dieron cuenta de que Anette es una gran cantante que no trata de imitar a Tarja. Si ese fuera el objetivo último perseguido por la banda no duden en que se hubieran encargado de buscar una soprano que, aunque muchos no lo crean, las hay a patadas. Anette se encarga de dar un lavado de cara a las viejas composiciones, bajando bastante la tonalidad original en algunos de los pasajes más exigentes de forma que no quede incoherente con el resto de la pieza, sino todo lo contrario, sacando tajada de su singular timbre a la hora de hacerse con los temas, tal y como demostró durante la interpretación de cortes como “Wishmaster” y “Nemo”, que sonaron durante la segunda mitad del show. “Bye Bye Beautiful” nos volvió a recordar la madera de frontman de la que hace gala Marco Hiestala, mientras que “Dark Chest of Wonders” nos deleitó a base de pirotecnia y gorgoritos corales. Especial implicación la del público durante la interpretación de “Amaranth”, hecho que demuestra que esto de los singles sirve para algo y tiene calada entre la parroquia metalera. La otra cara de la moneda la ofrecería “The Poet and The Pendulum”, extensísimo tema que nos recordó la epicidad y la pomposidad siempre serán una de las señas de identidad de la banda, un corte que sobre las tablas quedó de lujo, dejando claro que la banda no tiene miedo a meterse en “fregaos”. Ración de pirotecnia y celebración para recibir a “Wish I Had An Angel”, la perra gorda que faltaba por morder y que se erigió broche de oro en clave de celebración bailonga. Notable show el de NIGHTWISH.

KREATOR  7.5/10  Penumbra  

Sorprendente. Hacía más de un año que no veía a la banda en escena. Bueno, no mucho más, un año y un par de meses, pero lo cierto es que durante un período bastante extenso me encontraba con que allá dónde fuera, allí estaba Petrozza, cual ángel guardián. KREATOR, cómo no, me gustan sobremanera, pero cuando tienes la oportunidad de presenciar un directo suyo cada pocos veces, digamos que no es la alegría de tu vida ver como su nombre aparece entre el elenco de bandas que se van anunciando poco a poco para un festival. A pesar de todo, puesto que me apetecía más que ver a AXXIS, me decidí a disfrutar de nuevo con el thrash metal de los alemanes. Para la ocasión, una disposición en escena algo renovada, básicamente liderada por una pantalla en el fondo del escenario como apoyo a las dos habituales que lo flanquean, serviría de aliciente durante la ejecución de los temas con imágenes adicionales, tanto extraídas de los videoclips oficiales de la banda como preparadas para ser mostradas exclusivamente en directo, al más puro estilo MINISTRY. El set list no varió en exceso, aunque sí el orden. También hubiera sido muy cafre seguir comenzando los shows con “Enemy of God”, vaya. En su lugar, “Violent Revolution” y “Pleasure to Kill” desatarían la furia que tan sólo volvería a ser controlada una hora y cuarto después, cuando un enorme fogonazo que emergió desde la parte superior del escenario hacia varios metros de altura (que incluso nos acojonó del quemazón que sentimos en nuestras mejillas) diera por finalizada esta agresión extrema. Sí, “Extreme Agression”, “Phobia”, “People of the Lie”, “Flag of Hate”, “Tormentor”, “Betrayer”… no faltó ninguna. Una vez más, agradaron y dieron una lección de caña.

AXXIS 9/10  Zelig

Valió la pena sacrificar a los Kreator para ver a los cachondísimos Axxis que esta vez se les fue la pinza pues estuvieron saludando y bromeando en castellano. “Sois de puta madre”, “Esa gente de España”… supongo que estarían de copas con paisanos pues sino difícilmente es explicable. Gran set-list intentando abarcar un poco de cada disco desde los clásicos “Touchthe Rainbow”, “Livin in a World” o “Kingdom of the Night” hasta lo mejor que han ofrecido últimamente como “Tales of Glory Island” o “Blood Angel”. Temas melódicos y pegadizos que nos hicieron bailar, cantar y botar mientras el 80% del festival estaba en Kreator. Como es habitual en ellos tuvieron una invitada a la que enseñaron a tocar la pandereta entre broma y broma. Para finalizar un nutrido grupo de compañeros cantamos el “Na na na hey hye say Goodbye” consiguiendo que el resto de presentes la entonaran. Desconocemos si fue por los cánticos o si entraba en el guión pero el caso es que cayó y es un inmejorable fin de fiesta. Grandiosa banda imbatible en su estilo. Cachondeo, coros geniales y un ambiente de felicidad indescriptible. Lástima que se olviden siempre del BACK TO THE KINGDOM, ese disco es una maravilla.

 LORDI   8.5/10   Penumbra  

No se podría haber cerrado el festival de forma más divertida. Si el año que viene la organización de anima (e incluso arriesga) a traer a GWAR y su orgía de sangre me sentiré realizado y boyante de felicidad cual endriago. Sorprendente la aparición de la banda en escena acompañada de un zigzag de pirotecnia para interpretar “Bringing Back The Balls to The Rock” y “The Kid Who Wanna Play With The Dead” con todo el monstruo-glamour del mundo. Eso sí, no fueron ellos los encargados de asustarnos, sino la climatología. Bonito chaparrón el que empezó a caer, Afortunadamente los himnos de la banda no cayeron en tierra mojada, sino que lograron amedrentar a las nubes “Blood Red Sandman” pegó fuerte, mientras que “It Snow In Hell” se erigió como una de las piezas angulares de “The Arockalypse” Debido a que la banda tenía que concentrar su actuación en una hora y que para más inri el inicio del show se demoró unos minutos, se tiraron a degüello a por la carnaza y procuraron perder el menos tiempo posible, simplificando al máximo los posibles paréntesis entres tema y tema y dirigiéndose al público tan sólo lo indispensable. El único “paréntesis” lo pondría Awa, que arengaría al público mientras se quedaba sola tocando las teclas. La sorpresa vino con la aparición de Udo Dirkschneider para interpretar a las voces junto a Mr Lordi el tema “They only come out at night”. Huelga decir que el pequeño ex cantante de ACCEPT apareció sin traje de monstruo; sin embargo, debido a su estatura y a su gruñona voz, parecía haber salido de una convención de Critters, logrando no desentonar con el conjunto. Tras “Beast Loose in Paradise” y habiendo ya sacado el señor Lordi todo su arsenal de hachas y muñecos deformes, llegarían los dos temas más conocidos de la banda; por un lado la cachonda “Would You Love A Monsterman?”, con el consabido bailoteo por parte del respetable, resurgiendo de sus propias cenizas tras tres noches de alcohol y juerga, y por otro la eurovisiva “Hard Rock Hallelujah”, echando el cerrojo a la presente edición del festival como si nos hubiéramos ido de fiesta con los hermanos bastardos de Barrio Sésamo hasta el culo de drogas

THE BONES 6/10  Zelig

Pues la verdad es que lo más rockero y alternativo del festival quedó en poca cosa. Uno sacrificó a Lordi para ver como se las montaban este cuarteto digno sucesor de Social Distorsion y más con un disco tan genial como BURNOUT BOULEVARD de tarjeta de presentación. Pocos fuimos los que nos acercamos pero ni el sonido era lo mejor ni la carpa pantanosa parecía motivar excesivamente al baile. “Mighty Touchdown”, “Fatfline Fever” fueron buenos argumentos pero en ningún momento fueron defendidos como bien debieran. Quizá en una sala pequeña, llena de humo y alcohol la banda gane más enteros, su Wacken no fue su actuación soñada.